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Marchena

El Pleno de Marchena aprueba el desalojo de la Escuela de Artes con la oposición, profesores y alumnos en contra

El Pleno de Marchena vota el desalojo de la Escuela de Artes con la oposición, profesores y alumnos en contra

El Pleno de Marchena aprueba el desalojo de la Escuela de Artes con la oposición, profesores y alumnos en contra

[coviran]

El desalojo del edificio de la Escuela de Artes Alfonso Fraile de Marchena tendrá que realizarse en 10 días por parte de los profesores que desde 2005 imparten clases en el lugar. La decisión fue aprobada en un Pleno extraordinario a propuesta de la Alcaldía. Este punto último en el orden del día provocó un debate entre la oposición y Equipo de Gobierno (PSOE). El salón de plenos contó con la presencia de profesores y alumnado de la Escuela en contra de la propuesta de desalojo; durante la sesión se oyeron comentarios calificando a la regidora marchenera de “talibán” y de hacer según «ordeno y mando».

El pleno extraordinario fue intenso y estuvo muy concurrido, porque además del grupo de apoyo a la Escuela de Artes, también estuvieron presente agentes de la Policía Local que fueron desalojados cuando había transcurrido la mitad de la sesión plenaria.

Frente común en la oposición

La oposición marchenera, PP, Ciudadanos y Marchena Cien por Cien, se unieron en un frente común contra la decisión de la alcaldesa, María del Mar Romero, de desalojar el centro por el que han pasado 4.500 alumnos y alumnas desde su apertura, por considerar que está ocupado “en precario” por una actividad de carácter privado. 

Romero realizó un recorrido por la historia de la cesión del edificio de la Milagrosa, lugar donde se encuentra la Escuela de Artes. “En 2005 el alcalde Jiménez Gavira (Luis) publicó las bases para la selección del profesorado y en el punto 4 se estipula que sería un contrato de Obras y Servicios que duraría hasta junio de 2006”, explica. Además, añade que esta convocatoria deja una bolsa de aspirantes “para un máximo de tres años, hasta 2008”. 

En este sentido continúa contando que el 8 de junio de 2012 se extinguieron los últimos contratos, “entonces dos de los contratados estaban en la bolsa, otros 3 no”. Para la alcaldesa, este año, 2008, ya “debieron abrirse nuevas bolsas para dar oportunidad a más artistas”. Así es como, en un pleno de noviembre de 2012 se decide suprimir el servicio porque “se presta de forma privada en un edificio público”. Al año, apuntó, pagan alrededor de 20.000 euros de electricidad de su uso.

Para María del Mar Romero, la cesión de este edificio y todos los materiales fue “un acto de generosidad del alcalde de esta época que hay que regularizar”.

Alcaldesa de Marchena, María del Mar Romero, un momento del pleno.

Motivo de «orgullo»

La oposición intervino con argumentos en contra, coincidiendo todos los portavoces en que la Escuela de Artes de Marchena era “motivo de orgullo” y un proyecto “pionero”. El portavoz de Marchena Cien por Cien, José López Pérez, calificó de “día triste el del cierre de la Escuela” y critica el trato que han recibido los profesores “como si fueran okupas”. 

A su vez, López Pérez, además de hacer alusión al origen de las instalaciones “iniciativa de IU”, cree que “ha sido una realidad cultural que ha engrandecido este pueblo”. Y, añadió en su intervención, que “sólo los talibanes se atreven a eliminar la cultura que surge del pueblo”. Resaltó el valor de la Escuela de Artes donde el alumnado “se han enriquecido personalmente y han adquirido conocimientos de la cultura marchenera. Nos vamos a quedar sin una escuela que ya quisieran otros pueblos”. 

Por su parte, el portavoz de Ciudadanos, Abraham Martín Crespo, la escuela de artes es “patrimonio inmaterial”. Considera que el hecho de poner que se trata de un convenio “precario es llamarlo okupas”. Para Sevillano el desalojo es “una expropiación, hay réditos políticos que pagar en esta legislatura, compromisos con el resto de asociaciones”. Para terminar, el concejal pide a la alcaldesa un “compromiso para su reubicación”.

La envidia del resto de pueblos

La portavoz del PP, Esther Álvarez, pidió en primer lugar que el punto se quedara encima de la mesa para sentarse a dialogar. Resaltó que el proyecto de la escuela de artes hizo que se unieran varios partidos de diferente ideología en 2007 “para reforzarlo y meterlo en La Milagrosa (edificio que lo acoge)» Y afirmó que «es la envidia del resto de pueblos, esto sí que es un proyecto pionero”. 

Para la concejal popular, el desalojo es un ataque a la cultura, “cinco profesores que les han dado a mucha gente la alternativa de su vida”. Y preguntó “¿qué pasaría si el edificio fuese cerrado por la Junta de Andalucía?”, dirigiéndose al Equipo de Gobierno.

María del Mar Romero intervino también para explicar que el desalojo conllevaba “un interés superior” porque iba a cubrir otras necesidades como instalar la biblioteca o ampliar el archivo municipal. Insistió en que se trata de regularizar una situación que se ha mantenido durante años. 

“No consta que el edificio esté adaptado al cambio de uso docente”, explicó la alcaldesa que insistió en que no se pueden llevar a cabo actividades privadas en un espacio público, “según la Ley, todo lo que no sea una concurrencia es un precario y con esto se ofrece un uso público a autónomos y tengo que defender los intereses de un pueblo de 20.000 habitantes”, añadiendo que hay artistas en Marchena que están pagando sus gastos, como hipotecas. 

Sacar a unos para meter a otros

El debate continuó en una segunda ronda de intervenciones en las que se recrudecieron las críticas de la oposición. El concejal de Marchena Cien por Cien planteó que se considera “una inversión en el alumnado que adquiere formación los 20.000 euros de coste del edificio”, momento en el que interpeló a la alcaldesa para decirle que “estáis echando a una familia que es en lo que se han convertido profesores y alumnos por esa cantidad cuando pagar vuestros sueldos les está costando un millón y medio al pueblo de Marchena”.

En este mismo sentido se pronunció la portavoz del PP indicando que el concejal de Cultura (Víctor Montes) “no ha dado un palo al agua por la cultura”. A su vez preguntó “qué clase de moralidad tienen “que los está echando” de la escuela después de que Juan Antonio Zambrano (alcalde de Marchena hasta 2015), “les pidiera que se dieran de alta en autónomos, van a sacar a unos para meter a otros”.

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