El marchenero que llena España de capirotes patentados

El marchenero que llena España de capirotes patentados. Esta es la historia de una sencilla patente que acabó con los capirotes de nazarenos fabricados en cartón y llega desde una ferretería de Marchena.

Si sales de nazareno o nazarena en alguna cofradía, lo mismo no sabes que el capirote de malla que ahora lleva todo el mundo es un invento de Manuel Parra, un marchenero de 60 años, propietario de una ferretería en el barrio de Madre de Dios. El primer capirote que hizo de este material fue en 1997 y sustituyó a uno de cartón viejo y estropeado que tenía, con el que llevaba años saliendo en su hermandad, la de la Soledad que procesiona el Sábado Santo en su pueblo.

El ferretero cuando confeccionó el primer capirote de malla no era consciente de que lo convertiría en tendencia del siglo XXI. Porque hoy en día es el único utilizado. Cuando lo probó y descubrió que el nuevo material era más liviano y daba menos calor, se lo dio a probar a un amigo, hermano de la Vera-Cruz, que le había comentado que iba a tener que dejar de salir de nazareno por «el tremendo dolor de cabeza que le daba su capirote durante la estación penitencia».

La única patente de este tipo en España

Manuel Parra cuando hizo el primero estaba en su casa, dejó el viejo capirote encima de una plantilla de malla. «La malla estaba allí para hacer las canastitas de los caramelos y estampitas que llevan los niños. Entonces cogí las tijeras, corté mi capirote para que me sirviera de patrón y así fue como salió el primero«. Para el segundo, sólo tuvo que volver sobre el mismo patrón.

[coviran]

Cuando vio que funcionaba, se le ocurrió que aquella idea inédita hasta ese momento, pero fácil de imitar, debía protegerla, por lo que la patentó. Desde 2001 los capirotes de Manuel tienen patente, la única de España de este producto. Vende en poco menos de dos meses de campaña unos 1.300 capirotes por toda España, y empieza a citar ciudades a las que manda pedidos: Oviedo, Tarragona, Zamora, Córdoba, Granada, León, Sevilla junto con todos pueblos de la provincia. 

Por medio de su página web capirotesparra.com, vía telefónica o por medio de los comerciales que tiene distribuidos por distintos lugares. Aunque el primero que salió a la calle a venderlo fue él. Empezó por los pueblos de la comarca, ahora hay tiendas que tiene sus capirotes. Por ejemplo en Arahal, están en el emblemático establecimiento de Antonio Domínguez y Aurora Ramos, que hoy dirige su hijo, Antonio Domínguez Ramos, donde acudir por la mejor tela para hacer túnicas de nazareno de todas las hermandades de la localidad.

Capirotes a medida

Los capirotes los confecciona a medida, aclara que cuando le hacen el pedido por internet o por teléfono, pide a los clientes que midan desde la punta del antifaz hasta dos centímetros antes de las aperturas de los ojos. Y, apunta, que cada Hermandad tiene una medida diferente y, a veces, hasta las cambian, como ha pasado este año con la Hermandad de la Vera-Cruz de Marchena.

Es cierto que durante estos años ha ido perfeccionando el capirote. Antes pegaba el patrón con cinta y ahora lo hace con grapas de encuadernar y pega una badana al borde para que no moleste. Incluso coloca su etiqueta con la marca, Capirotes Parra, y todos los datos.

Dice que luchar contra quienes copiaron la idea es «imposible». Y cuenta la anécdota de una señora de Córdoba que lo hacía en su casa, sin empresa de por medio de forma ilegal. Cuando se entera de que ésto ocurre, envía a su dirección una carta de su abogado en la que informa sobre quién tiene la patente del producto.

Limosna por copiar

«Esta mujer me llamó para decirme que el sol salía para todo el mundo y le contesté que, efectivamente, pero que hiciera su actividad de forma legal como yo había hecho». Al final, incluso tuvo que aguantar que lo invitara a pasarse el Lunes Santo por Córdoba «y le diera una buena limosna a su Hermandad».

Ya puestos a especializarse, Manuel también tiene en su ferretería del barrio de Madre de Dios de Marchena otros elementos relacionados con la Semana Santa. Vende cinturones de espartos a medida, nazarenos para quemar incienso representando a todas las hermandades, costales y fajas de costaleros. En estos días no para de tomar medidas y confeccionar capirotes en su ferretería, consciente de que acabó con el duro cartón de unos capirotes que para los nazarenos era una verdadera penitencia.