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Arahal

El Grupo Manzanilla Olive se queda sin el pueblo líder en producción de aceituna de mesa

La Sociedad Cooperativa Andaluza Labradores de la Campiña decide, después de 8 años, salirse de este grupo donde están representadas otras 9 cooperativas del sector
Los resultados de las votación en asamblea extraordinaria celebrada ayer han sido 139 votos a favor de irse, 51 en contra, 8 abstenciones, 7 votos en blanco y 1 nulo, con la no participación de un 36,52 % de los socios
Carmen González

Arahal

La Sociedad Cooperativa Labradores de La Campiña ha decidido por 139 votos a favor, 51 en contra, 8 abstenciones, 7 votos en blanco y 1 nulo, solicitar su salida del Grupo Manzanilla Olive donde estaban desde 2010 con otras empresas del sector aceitunero de la provincia de Sevilla.

La decisión se tomó ayer en una asamblea extraordinaria que duró hasta bien entrada la madrugada desde las 17:30 horas. Este encuentro, al que estaban convocados los 356 socios y en el que no participó el 36, 52 %, sí provocó el enfrentamiento entre dos partes claramente opuestas, aquellos que consideran «nefasto» el paso por Manzanilla Olive y los que exigen «más información» sobre la gestión realizada y denuncian que no han tenido más que una versión de lo que ha sucedido en estos años y es «la del Consejo Rector» de la cooperativa arahalense.

En la asamblea de ayer estuvieron presentes, además del presidente de Labradores de La Campiña, Francisco Humanes, y todos los componentes del consejo rector, Antonio Jiménez, gerente de Manzanilla Olive -que se tuvo que ir antes de terminar la reunión-, el notario de Arahal y el abogado de la cooperativa arahalense.

Manzanilla Olive había planteado a la cooperativa de Arahal «una especie de ultimátum» como consecuencias de la falta de relación entre las gerencias de ambas entidades y después de haber manifestado el Consejo Rector local su intención de abandonar el Grupo.

Labradores de La Campiña podía quedarse acatando las normas y decisiones, causar baja voluntaria o baja obligatoria. Por lo que, después de someterlo a votación, un 61,5 % de los asistentes a la asamblea (226 socios) han votado solicitar la baja voluntaria y un 22,5 %  no hacerlo.

Rafael Rodríguez, perteneciente al Consejo Rector de la cooperativa de Arahal, explica que las liquidaciones de la venta de aceitunas en los últimos años han sido muy malas, «especialmente la de 2016» y asegura «que el precio pagado era menor que en el mercado». Por lo que, en su opinión, lo que «empezó siendo un sueño, se ha convertido en una pesadilla». Este agricultor apunta que, incluso, las aceitunas ecológicas, que supone una parte de su propia producción, «se han menospreciado, pagándolas más barata todavía».

Labradorees de La Campiña está situada en la carretera El Coronil, km 2.

En este sentido, Rodríguez explica que desde Manzanilla Olive han hecho la liquidación de la cosecha de 2016 «y en la cooperativa quedan 10 millones de kilos sin vender, han liquidado con precios muy bajos y cuando vendan esas aceitunas, quién se queda con ese dinero», pregunta. Por lo que considera que «hay otros intereses empresariales que no revierten en el agricultor».

Para el Consejo Rector de la cooperativa arahalense,  en Manzanilla Olive, a lo largo de los años, se ha impulsado a unas cooperativas más que a otras y, apuntan, «que nunca han tenido en cuenta la opinión de los agricultores arahalenses». Y para demostrar esto, se refieren a cómo se ha enviado la producción de otras cooperativas del Grupo, como la de Fuentes de Andalucía (Nuestra Señora del Rosario) o La Campana (Olivarera la Campana SCA), a las dos cooperativas de La Puebla de Cazalla, Nuestra Señora de las Virtudes, «cuya participación es de un 70 %, y han sido las que más han crecido».

Otra de las razones que apuntan desde este sector, es que con la entrada del Grupo Manzanilla Olive en la red de Entidades Asociativas Prioritarias de Andalucía (EEAAPAS) «desaparecen las cooperativas de primer grado y nuestra capacidad de decidir queda diluida, es decir, las decisiones que alguien de fuera tomará se llevarán a cabo en nuestras instalaciones». Labradores de la Campiña termina de sanear sus cuentas el próximo año después de muchos apuros económicos resultado de malas gestiones. Rodríguez apunta que esto ha supuesto «un gran esfuerzo que ha salido de las espaldas de los agricultores de Arahal».

Otra de las razones principales que aducen los que están a favor de salir es que «obligan a desaparecer la propia imagen» de la cooperativa arahalense al integrarse en una entidad en la que «se imponen a la fuerza las decisiones sin tener en cuenta las opiniones de esta cooperativa», concreta Rafael Rodríguez; opinión que comparte el resto de representantes del Consejo Rector y, como mínimo, una parte de los agricultores, el 29% del total de socios, según los votos a favor de salirse -de los votos emitidos, el 76 % no quiere estar en Manzanilla Olive-.

Según los asistentes a la asamblea, Antonio Jiménez presentó en un primer momento la versión del Consejo Rector de Manzanilla Olive y aseguró que se tenía muy en cuenta el voto de Arahal y la opinión de su cooperativa, aunque no pudo rebatir todo lo que se expuso después por parte del abogado en contra de esta explicación porque tuvo que marcharse por temas personales. Puestos en contacto con Antonio Jiménez, gerente de Manzanilla Olive, no ha querido hacer comentario alguno sobre el tema.

Parte de las instalaciones de Labradores de La Campiña.

Liquidaciones malas, por cosechas malas

Por su parte, Francisco Manuel Fernández, actual presidente de la COAG en Arahal, y también socio de Labradores de La Campiña, dice estar «desolado» con una decisión que, a su parecer, se ha tomado en la «ligera» y era «demasiado importante para plantear una asamblea extraordinaria que duró horas, donde los agricultores estaban cansados y se presentó información manipulada».

Fernández asegura que lo único que han pedido a lo largo de muchos meses es «tener toda la información, las dos versiones porque los agricultores de Arahal sólo han sabido lo que piensa el Consejo Rector de aquí pero no lo que ha pasado realmente». Esta es la razón por la que solicitaron una reunión con el presidente de Labradores de la Campiña, reunión que se negó a aceptar «porque éramos sólo 7 agricultores y no reuníamos cuórum suficiente».

Por esta razón, dicen, han presentado un escrito a todos los socios en el que explican los pasos dados para solicitar información. En este comunicado, se pide también al presidente la convocatoria de una asamblea general extraordinaria, con la asistencia de la dirección de Manzanilla Olive y más información sobre las EEAAPAS.

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El representante de la COAG asegura que las últimas liquidaciones han sido malas «porque la cosecha lo ha sido, el tanto por ciento de aceituna de baja calidad ha subido y lo que no podemos es pretender que la paguen cara».  «Le he dicho al presidente de la cooperativa, que cuando llegue septiembre, tal como se presenta el futuro del sector, si no son buenos los resultados, me tendrá enfrente», refiriéndose a las consecuencias de los aranceles impuestos por EEUU a la aceituna negra española y a la necesidad de pertenecer a un grupo fuerte para conseguir buenos precios.

Para otros dos agricultores que asistieron a la asamblea, Antonio Sánchez y Manuel Brenes, la decisión tomada era demasiado importante para hacerlo con prisas. «Por mi experiencia sé que en caliente no se pueden tomar estas decisiones, tenían que haber informado a los agricultores en grupos, reposar esa información y después votar, porque una vez que se vota, ya la decisión está tomada», comenta Manolo Brenes un agricultor que lleva más de 50 años trabajando la tierra.

Igualmente, Antonio Sánchez dice que, por su experiencia, «estar en la calle vendiendo es muy duro», es también empresario del sector con la marca La Prieta. Sánchez quiere pensar que todo lo que se dijo en la asamblea es verdad «pero quien nos asegura eso y ya se ha votado»

Todos enfrentan el futuro de manera pesimista. Ahora, se quedan a la espera de saber en qué influirá la salida de Labradores de la Campiña del Grupo Manzanilla Olive donde están representadas otras 9 cooperativas de la zona y un total de 6000 socios.

De momento, cuando la decisión pase por todos los trámites, se quedan sin fábrica envasadora para un pueblo que es el principal productor de aceituna de mesa del mundo pero que está en la cola con respecto a la industrialización de este producto. Por eso, los que no ven clara la decisión tomada, aseguran que «los buitres del sector se han puesto muy contentos» porque la cooperativa ha quedado en posición de debilidad para defender un precio que tiende siempre a la baja.

 

Periodista. Directora y editora de aionsur.com desde 2012. Corresponsal Campiña y Sierra Sur de ABC y responsable de textos de pitagorasfotos.com

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