Ecologistas en Acción denuncian que la depuradora de Arahal «incumple las normas de aguas residuales»

Los ecologistas aseguran que «las muestras superan las concentraciones de fósforo y nitrógeno estipuladas por las normas aplicables al tratamiento de las aguas residuales»

Aqualia, empresa gestora de dicha instalación, asegura que la autorización de vertido de la EDAR de Arahal no incluye el fósforo por lo que no puede haber incumplimiento de este parámetro al no estar establecido un máximo legal permitido

Instalaciones de la depuradora de Arahal. Foto: AION.

C.G. Arahal

Ecologistas en Acción denuncian en una nota de prensa que la depuradora de Arahal «incumple la norma de aguas residuales urbanas». Aseguran que, según los datos analíticos facilitados por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, las muestras superan las concentraciones de fósforo y nitrógeno estipuladas por las normas aplicables al tratamiento de las aguas residuales. Por su parte Aqualia, empresa gestora de dicha instalación, asegura que la autorización de vertido de la EDAR de Arahal no incluye en el fósforo por lo que no puede haber incumplimiento de este parámetro al no estar establecido un máximo legal permitido. En cuanto al nitrógeno, dicen haber informado a la administración titular «que las instalaciones no están preparadas para eliminación de nutrientes y que necesita una modificación».

Los ecologistas se refieren a los datos analíticos facilitados «hace un par de semanas» por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Terrotorio correspondiente a los años 2014/2015 de todas las depuradoras de Andalucía. En ellos figura la de Arahal y dicen que «no cumple» con el Real Decreto 509/1996, de 15 de marzo, por el que se desarrolla el Real Decreto-Ley 11/1995, de 28 de diciembre, sobre las normas aplicables al tratamiento de las aguas residuales urbanas. «Y no lo cumple porque en gran parte de las muestras tomadas en el año -entre seis y ocho meses-, los datos de salida (mg/l) del Fósforo Total y del Nitrógeno Total superan las concentraciones estipuladas en el Anexo I del RD 509/1996. Concretamente los 2 y los 15 mg/l respectivamente», explican en la nota.

El fósforo que se encuentran en las aguas residuales urbanas, según los datos aportados por los ecologistas, procede principalmente de detergentes y productos de limpieza, de las excreciones humanas y de animales; también, de los fertilizantes eliminados del suelo. Por su parte, el nitrógeno también tiene su origen en los detergentes y fertilizantes. «Ambos compuestos tienen un papel fundamental en el deterioro de las masas acuáticas», afirman.

Así pues, aseguran los ecologistas, Arahal «está vertiendo agua depurada con concentraciones de fósforo y nitrógeno superiores a las permitidas, cuyo origen procede de detergentes y fertilizantes, y que está afectando a la calidad del agua del cauce receptor».

En este sentido, dicen ignorar si este incumplimiento de la normativa «ha sido objeto de incoación de expedientes sancionadores por parte del Organismo de cuenca». Para esta asociación, la contaminación de las aguas a causa de los nitratos «ha sido tradicionalmente uno de los principales problemas de la calidad en la cuenca del Guadaíra, así como los vertidos de aguas residuales procedentes de la industria del aderezo, afortunadamente cada vez menos por las medidas tomadas en los últimos años para evitarlos».

Aqualia responde

Por su parte, responsables de Aqualia consultados por esta web, aseguran que las competencias del control del efluente de la EDAR Arahal corresponden a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), que es la administración pública competente, y que, en ningún momento, ha notificado incumplimiento de la autorización de vertidos. 

Asimismo, Aqualia explica que esta autorización de vertido es concedida por la misma CHG, y «en ella se estipulan los límites máximos que el agua, una vez descontaminada en la depuradora, puede tener antes de devolverla al medioambiente». Además añade que «estos límites los determina la autoridad competente según sea la clasificación de la zona de vertido y las características de la población y la autorización de vertido de la EDAR de Arahal no incluye el fósforo, por lo que no puede haber incumplimiento de este parámetro al no estar establecido un máximo legal permitido».

Técnicos de Aqualia en las instalaciones. Foto: AION-

Nitrógeno

En cuanto al nitrógeno, Aqualia, dice que ha informado a la administración titular de la misma que la EDAR Arahal «no está preparada para eliminación de nutrientes y que necesita una modificación». No obstante, según los datos de analíticas de la EDAR aportados por Ecologistas, los responsables de Aqualia «observan que en el año 2015 los incumplimientos de nitrógeno son minoritarios (3 en el año), en gran parte gracias al trabajo del personal de Aqualia para maximizar los recursos disponibles en la EDAR».

En este sentido, Ecologista en Acción admiten, basándose en el mismo informe, que «tanto la carga orgánica medida a través de la Demanda Biológica de Oxígeno (DBO5) y la Demanda Química de Oxígeno (DQO), así como los Sólidos en Suspensión (SS), sí son correctamente depuradas, casi todos los datos de salida se encuentran por debajo de lo permitido por normativa». 

Según informan los ecologistas, los últimos datos facilitados hasta la fecha eran los de 2013, y estos ya apuntaban a problemas de estos dos parámetros en algunas muestras durante el año. «No ha sido hasta ahora, después de numerosos escritos de solicitud, denuncia al Consejo de la Transparencia y concentración antes de la celebración del Consejo Andaluz de Medio Ambiente, cuando la Consejería no ha tenido más remedio que remitirnos esos datos, cuya publicación era obligatoria desde la entrada en vigor de la Ley de Transparencia a mediados de diciembre de 2015, cuando se ha ratificado el incumplimiento de las normas de depuración de las aguas residuales urbanas que ya sospechábamos».

Los ecologistas exigen que para reducir la carga contaminante del efluente que llega a la depuradora «es necesario racionalizar el uso de fertilizantes, mediante un programa de Buenas Prácticas Agrarias y Medioambientales aplicable en el sector agrario y ganadero».  Al respecto aseguran que el uso inadecuado de los fertilizantes nitrogenados, bien sea por un empleo excesivo o bien por el inadecuado momento de aplicación, unido a la facilidad de lixiviación de los nitratos en el agua de lluvia o riego, «está causando un aumento considerable en el cauce receptor».

Para ellos también es preciso controlar, mediante la Ordenanza municipal para el vertido de aguas residuales no domésticas a la red de alcantarillado, «los vertidos puntuales de origen industrial que también contribuyen a la carga contaminante que llega a la depuradora». «Ignoramos si el consistorio está obligando a las industrias con vertidos incompatibles con el sistema biológico de depuración a instalar las arquetas de registros (Art. 23) y a tener la correspondiente autorización de vertido (Art. 7). Tampoco sabemos si se ha incoado algún tipo de expediente administrativo por vertidos puntuales superiores a lo permitido» añaden.

Para terminar, Ecologistas en Acción consideran que cumplir con las exigencias comunitarias de consecución del buen estado ecológico de los ríos, «es imprescindible corregir los problemas de depuración detectados en las analíticas de los dos últimos años, de lo contrario nos arriesgamos a ser sancionados duramente, no es ni razonable ni sostenible que la sociedad esté pagando lo que es responsabilidad de unos pocos».