El ducado, origen de las devociones medievales de Marchena y Paradas

El origen de la devoción a San Eutropio en Paradas y la Inmaculada en Marchena se debe a dos señores medievales Don Pedro y Don Rodrigo Ponce de León, padre e hijo, que se encomendaron a sus respectivas devociones antes de entrar en batalla. Don Pedro es el fundador de la villa de Paradas. Marchena celebra en septiembre la Magna Mariana con origen en los Ponce de León.

A menudo los señores medievales imbuidos por grandes ideales se veían a sí mismos como predestinados y protegidos por la divinidad especialmente los militares en tiempos especialmente convulsos,  violentos e impregnados de una fierte religiosidad.

San Eutropio de Paradas

En este contexto dos señores de Marchena, Don Pedro y Don Rodrigo Poncde de León padre e hijo, se vieron especialmente conmovidos por la devoción del obispo mártir frances San Eutropio, el primero y de la Inmaculada el segundo, origen de las fiestas y devociones medievales de Paradas y Marchena.

Don Juan Ponce de León VI señor de Marchena sentía «grand devoçión» por el «glorioso mártil Santo Ystropo», a quien había dedicado una iglesia en la localidad de Paradas, y le había puesto su nombre a uno de sus hijos.

Esta devoción se debe a la etapa en la que Don Juan estaba luchando en La Rochela  Francia –origen de su familia- cerca la ciudad de Saintes,  donde murió martirizado el obispo San Eutropio en tiempos de los romanos. Don Juan se encomendó a este santo y tras ganar una batalla le prometió dedicar una iglesia en la villa de Paradas –erigida sobre restos romanos- de la que puso la primera piedra y le dio el nombre de uno de sus hijos tal y como recoge la publicación Glorias de Paradas  de 1758.

Don  Juan ordenó en su testamento el 10 de septiembre de 1469 que sus descendientes mantuviesen la celebración a San Eutropio que se hacía en Marchena y Paradas según Juan Luis Carriazo experto en historia medieval junto con las de la Inmaculada que celebraba en San Agustín de Sevilla, -hoy iglesia de la Anunciación- lugar de enterramiento familiar.

Tras el terremoto de Lisboa el Ayuntamiento de Paradas pide confirmación el patronazgo de San Eutropio el 6 de diciembre de 1755, pero el Arzobispado sevillano alegó ausencia de datos para negarse. Finalmente la autorización llegó en forma de bula papal y el pueblo lo celebró con unas fiestas extraordinarias de más de una semana de duración.

Las Fiestas de la Inmaculada de Marchena se inciaron en 1429

El 18 de septiembre se celebra en Marchena  el 400 aniversario del Dogma de la Inmaculada Conepción en Marchena impulsado desde los inicios de la Casa Ducal de Arcos

El heredero y sucesor, de Don Juan, Don Rodrigo,  mantendrá las fiestas de San Eutropio solo en Paradas, desapareciendo la de Marchena y amplía las fiestas de la Concepción a todas sus villas.  “Mando que las dos fiestas de la Conçebçión de Nuestra Sennora,  (..)  e la fiesta de Sant Ystropo, quel conde mi sennor mandó por su testamento que se fiziese en cada vn anno, (..). E las dichas fiestas de Nuestra Sennora las fagan en todas mis çibdades e villas e logares en vna yglesia de cada vna dellas”, “ E la fiesta de San Ystropo, en su yglesia de mi lugar de Paradas”.

La primera referencia a las fiestas de la Inmaculada de Marchena  está en 1429 y se hace coincidir la entrega del título de conde de Medellín a don Pedro Ponce de León con el Dia de la Inmaculada según el cronista de la casa ducal.

En el testamento de Pedro Ponce de León,  el 9 de enero de 1448  ordenó a sus descendientes  “que la fiesta que yo hazýa de cada anno de la Conçebçión de Santa María que la hagan este anno de la fecha deste mi testamento”.

Además el padre de Don Rodrigo ordenó en sus testamentos que se continuaran  las fiestas de la Concepción en el convento de San Agustin y el Carmen de Sevilla lugar de enterramiento familiar.

Don Rodrigo Ponce de León, era especialmente devoto de la Inmaculada, según los cronistas ducales debido a que él mismo nació el día de la Inmaculada y que según estos cronistas la Virgen se le apareció según  la “Historia de los hechos del marqués de Cádiz”.

Según esta crónica la Virgen se le aparece para  anunciarle sus victorias en la significativa batalla del Madroño y en la toma de Alhama; o simplemente protegiéndolo en el campo de batalla.

La gratitud del marqués de Cádiz le lleva a consagrar la mezquita mayor de Alhama como iglesia de Santa María de la Encarnación, a celebrar misas y actos piadosos, e incluso a poner en marcha una particular cruzada contra el juego en sus señoríos.

Inmaculada de Pedro de Mena en la Iglesia de San Juan de Marchena

Su propio escudo llevaba una imagen de la Inmaculada y en el lienzo del copatrón San Miguel que se conserva en el Ayuntamiento de Marchena aparece con un escudo que también representa una Inmaculada y peregrinó al monasterio de Guadalupe con cincuenta cabalgaduras porque así lo habia prometido .

Andrés Bernáldez, el cura de Los Palacios y cronista ducal elogia la religiosidad del marqués e insiste en su devoción personal hacia la Virgen, que se traducía en importantes celebraciones en todas las localidades de sus estados señoriales.

Además la festividad religiosa anual daba paso a una fiesta civil en la que se hace partícipe a la población, pero de la que Rodrigo es inspirador y organizador.  Estas primeras fiestas luego fueron precedente de la adgesión de la familia y sus ciudades al dogma de la Inmaculada.

Por este motivo Marchena jura en 1616 el dogma inmaculista con fiestas, ya barrocas, con toros, juegos de cañas, fuegos artificiales, cohetería y fuentes luminoas en las que participan vecinos de todos los pueblos del Estado de Arcos que “permitirán a los duques de Arcos seguir exhibiendo su fe y su poder en Marchena” según Carriazo.

Por este motivo  Marchena celebra el IV centenario del voto inmaculista con la procesión Magna Mariana.

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