Dos millones de kilos de pasta de ajos desde Pedrera para los paladares alemanes

El producto sale de la fábrica de una empresa instalada en la localidad sevillana, propiedad de dos hermanos hijos de emigrantes en este país

C. GONZÁLEZ

Pedrera

De la Serranía de Ronda a Stuttgart (Alemania), pasando por Granada y vuelta a Pedrera. Si a esta extraña combinación de caminos se le añaden años y una historia relacionada con la emigración por razones laborales que tuvo lugar en los años 60 en España, se obtiene la trayectoria empresarial de José Juan y Cristobal Manuel Guzmán Naranjo, dos hermanos cuya fábrica exporta dos millones de pasta de ajo a Alemania, además de pepinos, tomates, calabacín, berenjenas, tomates… y 35.000 quesos de cabra al mes.

Cuentan que su familia se fue a Alemania en 1968, su padre salió dos años antes para trabajar en una empresa de fundición. Cuando estaba establecido y el trabajo era seguro, llegó su mujer. Allí nacieron y se criaron los dos hermanos, Gúzman y José Juan, aprendieron uno el oficio de fontanero y otro de mecánico industrial. Dos españoles con relaciones en este país y dominando su idioma, fue la base para que hace 18 años vinieran a instalarse a Pedrera, donde un amigo empresario les ofreció su propia nave industrial para empezar la actividad.

En la actualidad, manejan ya las cifras antes mencionadas. La empresa se llama Apostels Hispano, y tiene también sede en Garbsen, ciudad situada en la región de Hanóver en Baja Sajonia. Hasta esta ciudad va a parar la pasta de ajo para hacer una salsa muy conocida en tierra germana, el Zaziki, que se emplea prácticamente para todo, ensaladas, carnes o pescados, incluso se come untada en pan o patatas. La salsa, cuyos ingredientes principales son yogourt, pepino y pasta de ajos, vuelve envasada para abastecer a supermercados andaluces, sobre todo de zonas con turismo alemán.

Pero una vez abierto los canales de distribución, sólo tenían que elaborar o cosechar productos con el mismo fin, abastecer a un mercado al que le encanta todo lo que tenga que ver con el ecologismo.

Juan José Guzmán con la caja de las tres variedades de quesos que envía a Alemania.

De esta manera, se dedican en la misma fábrica a la producción de seis variedades de quesos. Tres se elaboran sólo para sus clientes alemanes, el natural, de finas hierbas o el de aceite de oliva. Los envían presentados en una caja negra, donde figura el nombre «Die Schwarze Ziege», lo que sería en España, queso de La cabra negra. 35.000 al mes que son distribuidos por todo el país.

Para el mercado español, elaboran otras tres variedades bajo la marca La Montejaqueña, el curado, semicurado y fresco. Y todo en una fábrica situada en las afueras del casco urbano de Pedrera.

«Es un lugar bien comunicado, mejor que Ronda, y gracias al contacto con un empresario local, nos establecimos aquí, donde estamos muy contentos». 20 puestos de trabajo han creado en la fábrica y otros 30 en los viveros de Motril. Lo de fabricar quesos, fue una idea posterior a la pasta de ajos. El propietario de la fábrica de Garbsen tenía la maquinaria, sólo era necesario trasladarla a Pedrera y comenzar a producir, y así lo hicieron.

La empresa ha innovado en la elaboración de estos productos. Hace unos meses se les ocurrió añadir a la receta del rulo de queso de cabra un ingrediente dulce, para paliar la acidez propia del producto. Y añadieron piña y mango, frutas que van deshidratadas y trituradas finamente. El queso resultante recibió un primer premio en la feria quesera del pueblo gaditano de Villaluenga del Rosario.

6 millones de pepinos para Garbsen

Esta empresa tiene además viveros en Motril (Granada) desde donde salen 6 millones de kilos de pepinos al año, toda la producción, para el país teutón. Además de distintas variedades de tomates, pimientos, berenjena, calabacín, cebolla, manzana verde y roja, aguacate, nectarina, pera, uva, lima, naranja, limón y col.

Y pensaron hace cuatro años qué debían hacer con toda la producción de verduras que no podían entrar en las exigencias de formas del mercado, pero cuya calidad se equiparaba al resto. Entonces inventaron el Guzino, un snaks elaborado con pasta de verduras, un poco de sal, acto para veganos o personas con alergias alimentarias.

Los Guzinos  llevan sólo 6 meses en el mercado alemán, tampoco se venden en España. Han trabajado en el proyecto los últimos cuatro años. «Tirábamos miles de kilos de verduras cada año porque simplemente eran más grandes del estándar permitido, ahora ya tienen salida con un producto bien acogido». En 4 semanas han enviado 177 display para dos cadenas de supermecados, Edeka, la mayor red de comercio minorista de Alemania, y Rewe, un grupo de venta al por menor y turismo.

¿Tienen previsto crecer elaborando más productos? Dice José Juan que de momento no. No tienen espacio en la fábrica ni tiempo. Estos dos hijos de emigrante español tiraron de la nostalgia para volver -aunque Cristobal Manuel sigue viviendo en Alemania- y crear riqueza en su tierra, con pasta de ajo, verduras y quesos.

Apostels Hispano fabrica seis variedades de quesos, tres de ellas sólo se venden en Alemania.