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D’Oro, un rincón de Arahal en El Arenal de Sevilla

El bar se ha convertido en menos de 7 años en lugar de peregrinaje para todo el que quiera ver a los «araheños», con trato cercano e igualitario, y comida casera de El Calerillo.

Manuel Sánchez (a la derecha) con dos camareros de Arahal y Curro Romero.

 

C. GONZÁLEZ. Arahal/Sevilla

Hay en El Arenal de Sevilla un bar conocido como el rincón de Arahal, aunque su nombre real es D’Oro. Sus propietarios son empresarios del sector de la hostelería, Manuel Sánchez y Antonio Miguel Ruiz. Este lugar se ha convertido en poco menos de 7 años en lugar de referencia y en un sólo día se pueden juntar para comer trabajadores de la ferralla de la comarca con la «jet set» andaluza. El éxito está en tratar a todo el que entre con cercanía y cordialidad, hacerlos sentirse como en casa sobre todo a la hora de comer.

«El Calerillo nunca hace una guiso igual, aunque le eche los mismos ingredientes», dice Manuel Sánchez, uno de los propietarios, conocido por el Niño de Arahal o Cepero. Desde los 12 años trabajando en la rama de la hostelería. Empezó en el emblemático bar Los Cristales, perteneciente ya a la historia de este pueblo. «Estuve allí cuando sólo había hojas de árboles y me acuerdo de lo que pesaban las sillas de hierro», cuenta Manuel.

Han pasado muchos años desde entonces, ha hecho muchas ferias detrás del mostrador y sigue teniendo claro una cosa: Lo auténtico es lo que vale. D’Oro está en la calle Adriano, zona de El Arenal, una de las más típicas de Sevilla, conecta el río Guadalquivir con el centro histórico de la capital. A un paso de la emblemática Plaza de Toros de Sevilla. Allí confluyen los que van por temporadas y los que viven cerca y lejos.

Lo mismo entran trabajadores de la ferralla que proceden de La Puebla de Cazalla o San José de la Rinconada. O reciben la visita de famosos como Los Morancos, Ernesto Neyra, Curro Romero o personajes de la aristocracia sevillana. «Tratamos a todos por igual, cuando llegan diciendo soy fulanito, le digo encantado, son 33 euros», explica.

D’Oro, en calle Adriano de Sevilla.

5 camareros de Arahal, cuadros de la Semana Santa de Arahal, «hasta la máquina del tabaco» es de Arahal. Manuel dice que «a mi bar van la gente a hacer fotos a los Cristos de Arahal y nos llaman los araheños«. Se ha convertido en el embajador del pueblo en Sevilla, «hay gente que no sabía ni por donde estaba el pueblo, ahora vienen buscando las tapas y el trato». Y a partir de las 8 de la tarde, el bar es un hervidero de gente.

El «Calerillo» es el cocinero del bar, donde se entra a media mañana y no se sale hasta las dos de la madrugada. Nunca hace un guiso igual y tiene anécdotas para aburrir. «El otro día hizo un guiso de arroz con menudillo (asaduritas y cerones de pollo) y le echó tagarninas. Llegaron dos policías y se comieron unas tapas, al poco teníamos tres coches más en la puerta, había llamado a sus compañeros por el wlakie para que probaran el arroz», cuenta el empresario arahalense o araheño, el gentilicio popular muy utilizado. El arroz se acabó y se quedaron con ganas de más, emplazados para otro día, dice Manuel para sí: «A ver cómo hacemos para que al «Calerillo» le salga igual, imposible!!!».

Tienen clientes fijos a los que les gusta especialmente el trato cercano, entre piropos y bromas tanto a mujeres como hombres. «Llamamos a todos por su nombre, a veces no lo inventamos», pero allí todo el que entra empieza a formar parte de una familia como las de antes. El balcón del bar es además un lugar privilegiado para ver la salida de la Hermandad del Baratillo, con la que colaboran todo el año y especialmente, en las Cruces de Mayo. Por eso, Manuel lo pone a disposición de los vecinos cofrades de Arahal, «suben con una nevera y lo ven en un lugar privilegiado». No es difícil tampoco pasar, cualquier día, y ver grupos de amigos del pueblo desayunar o comer en la puerta, es lugar de encuentro en la capital, un cachito de Arahal con nombre propio.

Tiene junto a su socio Antonio Luis, vecino de El Coronil pero conocido en Arahal como «El Padrino», otros bares, Bar Los Cabales en Arahal, otro emblemático, y D’Oro Pista, frente al recinto de feria de Sevilla, además de un salón de celebraciones en la calle Real de Carretería. Y en todos, llevan el nombre del pueblo por bandera.

Si aún no los conoces, empieza por la calle Adriano. Lugar de paso y de encuentros, espacio robado a los sevillanos en el que se siente como en casa.

Periodista. Directora y editora de aionsur.com desde 2012. Corresponsal Campiña y Sierra Sur de ABC y responsable de textos de pitagorasfotos.com

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