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Doce escaños para gobernar hasta la docena de años

Miguel Ángel Márquez triunfa con su formación de izquierdas doblando el número de ediles con respecto a las pasadas elecciones de 2011 y provoca el fracaso electoral de todos sus rivales políticos. Es su tercera reelección que le mantendrá al frente del gobierno local hasta, al menos, 2019.

Los 12 concejales de IU. Foto: AI

 

Arahal volvió a vivir este 24 de mayo una nueva fiesta de la Democracia, en la que el pueblo se expresó y de qué manera. Lo hizo de una forma contundente, otorgándole una confianza absoluta al que ha sido su alcalde durante los últimos 8 años. Un Miguel Ángel Márquez, que a pesar de las encuestas y de los sondeos previos, aún estaba «abrumado» en la noche del domingo intentando asimilar estos resultados históricos, que le llevarán, si todo trascurre como es de esperar y acaba este tercer mandato tal y como él ya ha afirmado una y otra vez, a estar al frente de la alcaldía arahalense durante 12 años consecutivos.

Un logro y unos resultados que su partido nunca había alcanzado en la localidad, por lo que la noche fue perfecta para la formación de izquierdas. No solo volvía a ganar otra vez unas elecciones, sino que lo hacía duplicando el número de ediles con respecto a los pasados comicios y alcanzando una mayoría absoluta que le permitirá a partir del 13 de junio gobernar completamente en solitario, sin socios de gobierno como había ocurrido en las dos ediciones anteriores.

Celebración en la sede de IU

 

Se verá, pues, de lo que es capaz este partido que mezcla veteranía con juventud entre sus doce concejales, algunos de ellos sin experiencia política hasta el momento.

Algo que toda su coalición asegura no afectará en el desarrollo de la gestión y política local. Las ganas, el ímpetu y la fe a unos ideales serán las señas de identidad de este nuevo grupo que tomará las riendas del gobierno municipal con la idea de seguir avanzando Arahal.

“Aún hay muchas cosas por hacer en esta localidad”, ha proclamado en diferentes discursos el recién elegido. Motivo por el cual decidió tras unos meses de reflexión presentarse de nuevo como candidato. Convencido, además, de que es posible hacer todas esas tareas con “honradez, trabajo y mucha responsabilidad”, ahora más aún cuando el pueblo le ha brindado una confianza sin precedentes, fruto, según sus propios militantes, “de una buena gestión de lo público, coherente y sensata”. Con un alcalde, además, «cercano y comprensivo» con aquello  que, por pensamientos e ideario, no comparte pero que respeta y e incluso apoya.  Eso se lo ha hecho saber y agradecer gran parte de los ciudadanos, ahora en las urnas y continuamente de forma personal o a través de redes sociales, donde además él se muestra accesible y próximo prácticamente todo el día.

Por todo ello, el partido tiene claro que el pueblo ha sabido ver y valorar la labor realizada durante estos años y, en consecuencia, cada voto de los más de 6000 recibidos por IU ha sido parte de la recompensa a ese trabajo.  Un hecho que supone una satisfacción para todos los simpatizantes de izquierdas, quienes hacían visible en la sede su alegría en la noche del domingo, aunque eso sí sin extralimitarse en las celebraciones. Estaban contentos sí, pero no eufóricos, dado que tal como afirmaba el que es aún Delegado de Hacienda, Seguridad Ciudadana y Deportes Jonatan Morilla a ninguno de ellos “les había tocado la lotería ni nada por el estilo, sino que habían ganando una gran responsabilidad sabedores de lo que ello significaba”.

Principalmente, trabajo y esfuerzo para mejorar Arahal. Así se lo dejaban claro sus vecinos en las propias redes al tiempo que les daban la enhorabuena.

A partir de ahora, como ya ha expresado el nuevo y a la vez antiguo alcalde “serán ellos los responsables para lo bueno y para lo malo”, gracias a esta decisión histórica que el pueblo, en otro acto de Democracia, ha tomado.

Fracaso de todos sus adversarios

El gran éxito de IU en estas elecciones contrasta con el fracaso del resto de formaciones políticas. En primer lugar, el PSOE con Rafael Serrano al frente, parecía ser, según las encuestas, el único partido y candidato que podía hacerle frente a Miguel Ángel. Con experiencia ya en el gobierno local y con el bagaje de un trabajo realizado durante estos últimos cuatro años, el partido socialista esperaba poder dar un vuelco a la situación política actual y convertirse, como tradicionalmente, en la fuerza más votada.

Sin embargo, la sensación en su sede con el escrutinio finalizado era de decepción. El resultado electoral deparaba un importante descenso de votos (solo 2231 obtenidos) que los llevaban a perder un concejal con respecto a 2011 y, por ende, a salir de la Corporación sin opciones algunas. Un duro palo que, entre otros motivos, ha venido provocado por las disputas internas. Sus militantes están convencidos de que esa fractura socialista que ha vivido el partido recientemente ha pasado factura en las urnas.

Además, “la fiscalización por parte de IU del trabajo realizado por él y los compañeros en el Ayuntamiento durante la última legislatura ha influido mucho en que el pueblo no haya podido ver con más claridad el esfuerzo invertido por nosotros”, señalaba el propio Serrano como una de las causas de la caída tras conocer los resultados.

Por su parte, el PSIA ya ha calificado de “derrota sin precedentes” estos resultados que le han hecho perder en torno a 1000 votos y dos concejales con respecto a 2011 y cuatro con las elecciones de 2007, confirmando así la tendencia descendente de esta formación.

Todo ello ha provocado, además, que su candidata, Alicia Guisado, haya decidido dos días después de los comicios renunciar a su cargo de concejal en la oposición al entender que “los ciudadanos no han valorado como ella esperaba su presencia como cabeza de lista”. Así, la sucesora de Manuel Bravo da un giro a su vida para dedicarse a sus tareas laborales y personales, dejando  su cargo a Rafael Santos, número 2 y ya miembro de la Corporación en la anterior legislatura.

Seguirá así otros cuatro años más defendiendo los intereses de su partido y de sus votantes, que en estas elecciones solo han sido 518. Eso sí, ahora tendrá que hacerlo en solitario, sin la compañía de la pieza fuerte y angular independiente: Bravo.

El fundador de la formación decidió dar un paso atrás en los presentes comicios, algo que quizás sus antiguos simpatizantes no han entendido. Su historia y trayectoria política aún pesa entre un sector del censo electoral que esta vez no han confiado en las siglas de su partido ni en las personas que ha dejado en los puestos de salida para coger el relevo.

Además, las polémicas en torno a la formación con octavillas repartidas por la localidad pocos días antes de la consulta se suman a los motivos de este desplome electoral que sumerge en una incógnita el devenir del grupo. A ello, se une la inadecuada comunicación llevada a cabo por el propio partido, enfrascándose en disputas fuera de lugar con ciudadanos particulares bajo las siglas de la coalición a través de las redes sociales.

Este compendio de factores casi lleva al PSIA a un atropello aún mayor: el de perder todo tipo de representación en el gobierno local, algo que a punto estuvo de ocurrir. Por momentos, ese concejal logrado estuvo en poder del Partido Popular, pero finalmente 31 votos de diferencia hicieron que este recayese en el grupo de la única mujer candidata. Aún así, el descontento en la sede independiente era generalizado tras conocer los resultados.

Aún mayor descontento fue el del PP, que perdió los dos concejales ganados en 2011. Su candidato Mariano Alberto Moreno se ha quedado a las puertas de formar parte de la nueva Corporación y, por tanto, su formación desaparece del mapa político de Arahal. El desgaste de su partido en el hemiciclo nacional, sus problemas a la hora de confeccionar la lista y, sobre todo, la falta de apoyo hacia la candidatura del aspirante más joven (apenas contaron con interventores y apoderadores en la jornada electoral) pueden apuntarse como causas principales en este revés y hundimiento popular.

Por último, ‘Por Arahal’, partido instrumental de Podemos con José Manuel Ojeda al frente, no ha estado ni tan siquiera cerca de acercarse al escaño. Las ganas e ímpetu de apostar por un partido nuevo como está ocurriendo en otras partes de España no se trasladaron a la localidad arahalense, que vio que la alternativa política podía ser diferente pero no su cabeza de lista, que ya venía de ocupar un sillón en la Corporación a través del Partido Andalucista, formación que al poco tiempo abandonó.

Además, como en otros casos, esta nueva coalición también se vio afectada por divisiones en cuanto a la candidatura del grupo, algo que ha hecho también que solo 189 personas hayan confiado en ellos.

Así, el número de partidos presentes en el Ayuntamiento se reducen a tres: uno con amplia representación para gobernar a su manera y una tímida oposición compuesta por los socialistas (4 PSOE y 1 PSIA).

Es lo que ha querido el pueblo, que siempre es soberano. A partir de ahora, lo que quiere es que no le fallen. Y en esto tendrá mucho que decir lo que haga o sea capaz de hacer la mayoría de Izquierda Unida.

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