Diez mil visitantes han pasado ya por la Casa Palacio “Carmen de los Arrayanes” de Paradas

Se ha alcanzado esta cifra tres años después de su apertura al público.

El Carmen de los Arrayanes recibió a su visitante número diez mil el pasado jueves y, por este motivo, la familia de José Luís Romero preparó un obsequio especial para celebrar el acontecimiento. Se trataba de una visita guiada de vecinos de la localidad de Isla Mayor.

Diez mil personas han visitado ya esta Casa Palacio de estilo andalusí desde que abrió sus puertas en el mes de septiembre del año 2013, hace poco más de tres años.

En poco tiempo se ha convertido en todo un referente en para nuestra localidad y en uno de los atractivos turísticos más destacados de toda la provincia de Sevilla.

Su propietario se llama José Luís Romero Núñez, tiene un sueño hecho realidad. Ha construido en pleno centro de Paradas, en el número 8 de la calle Larga un palacio nazarí al que ha llamado “Carmen de los Arrayanes”.

Tal fue el clamor y movimiento creado en las redes sociales a raíz de un video realizado por Televisión Futuro de Paradas con motivo de la visita del Consejero de Turismo y posteriormente subido a YouTube, que despertó el interés de personas de todo el mundo. Aunque en principio fue un poco reacio, decidió abrir sus puertas para su visita después de ocho años viviendo en ella.

Lo primero que despierta esta casa es sorpresa y admiración en una reacción que te deja casi sin palabras. Doce años de obras, de esfuerzo, de ilusión y de entusiasmo es el resultado de tanto esfuerzo, cariño y amor por el arte de su tierra.

José Luis Romero, hoy jubilado, regentó desde siempre un comercio de telas y ropa frente a la parroquia de San Eutropio de Paradas. El pequeño comercio ha sido desde siempre la forma de vida que eligió para sacar adelante su familia, mujer y dos hijos. Toda una vida de esfuerzo, entrega y sacrifico.

El único capricho que se ha permitido ha sido tener un sueño, “mi locura” como él mismo califica. El sueño de reproducir en su Paradas natal lo mejor de la arquitectura nazarí granadina, la época de mayor esplendor de la cultura andalusí.

Ha conseguido dar un nuevo atractivo turístico a Paradas con la apertura de su casa a las visitas sirva para, junto con el majestuoso templo parroquial de San Eutropio que alberga un interesante museo en su interior con el lienzo de La Magdalena de El Greco, la ermita de San Albino, la capilla de San Juan de Letrán o la Fuente de El Cañuelo.

Un esfuerzo y una tarea titánica para una sola persona, que ha levantado con la ayuda de albañiles y escayolistas de Paradas, con la participación de artesanos de toda la comarca y de numerosos rincones granadinos.

En 1993 adquirió una casa, la derribó y dejó libre un terreno de 500 metros cuadrados en el centro del pueblo para construir a su antojo. Sin tener conocimientos de arquitectura, ideó y diseñó él mismo todos los detalles de la casa.

En 2005 terminaron las obras, y desde entonces su familia reside en esta pequeña Alhambra ubicada en el centro de la campiña sevillana, que se está dando a conocer después de tomar la decisión de abrirla a las visitas turísticas.

Doce años de obras, 125.000 piezas de azulejos traídos de Granada y más de cien moldes distintos de silicona para las yeserías, algunas de varios metros de alto, se han empleado para la construcción. La principal premisa era ser lo más fiel posible al estilo nazarí granadino. Solo en los últimos tres años de las obras visitó unas 140 veces la Alhambra de Granada para tomar dibujos y hablar con artesanos y expertos en el tema. No solo quería belleza, también fidelidad histórica.

Su pasión comenzó ojeando un pequeño libro sobre la Alhambra que perteneció a su madre. Después de 30 años leyendo sobre arquitectura y arte andalusí encontró que el estilo nazarí, del antiguo Reino de Granada, era el periodo de mayor belleza y esplendor en la historia de Andalucía. Por este motivo no quiso inspirarse en otros monumentos o periodos de la historia andaluza, sólo le interesaba la Alhambra. En Granada visitó y tomó contacto con los mayores expertos en el tema.

José Luis Romero no quiere que su casa sea un museo, sino que está viva, como lo estuvo la Alhambra en su día. Ha sido construida para ser habitada y vivida, con todas las comodidades de una casa moderna, pero fiel a la historia hasta el más mínimo detalle.

En la tarde-noche, la iluminación monumental realza el esplendor y la belleza. Además, los olores de las plantas que se esparcen por la casa y el murmullo del agua, nos hacen vivir un auténtico sueño andalusí.