Día Mundial del Alzheimer: Una fecha para no celebrarla

C.G.

Manolo, Narcisa, Carmen, Lola, Francisco, Antonio, José, Rosario o Manuela, son parte de los ancianos que están en la Asociación Alzhei-Arahal de Enfermos de Alzheimer y otras demencias. Ayer se celebró el Día Mundial del Alzheimer, una onomástica de la que ellos ni se enteraron pero que sirve un año más para saber las dificultades y los avances de una enfermedad cuyo principal remedio es la paciencia.

Una alimentación sana, factores intelectuales, hereditarios son los condicionantes que barajan las autoridades sanitarias sobre la enfermedad que afecta a más de un millón de personas en España y sobre la que existe mucha desinformación. Incluso en las mismas familias que atienden a los enfermos, que aprende a golpe de práctica.

Por esa necesidad se formó la Asociación Alzhei-Arahal. Trabajan con los ancianos y ancianas y con las familias, aunque nunca es suficiente. Durante cuatro horas intentan que su mente esté activa con ejercicios, trabajos manuales, puzzles. Muchos de ellos incluso llegan a aprender números y letras, las mismas que les negó el clasista sistema educativo de su infancia.

Este año, el Día Mundial del Alzheimer ha caído en sábado y, de momento, no lo han celebrado. Está prevista para el próximo 19 de octubre la I Marcha Solidaria en beneficio de la Asociación. Porque lo único que pueden celebrar a estas alturas es que entre dinero para sostener el servicio al que los recortes han dejado al borde del precipicio durante el último año.

Una subvención concedida por la Obra Social de La Caixa de 28.000 euros consiguió salvarlos en el último momento, así como la disposición del Ayuntamiento a adelantar la que destinan al año para su mantenimiento (casi 9.000 euros). Pero la situación de precariedad continúa cuando falta poco para que este servicio sufra un cambio en el funcionamiento.

Centro de Día

A la Asociación Alzhei-Arahal se le ha concedido la gestión del Centro de Día, unas instalaciones realizadas en los bajos de la Guardería Campanilla. Está previsto que sea un Centro Concertado al que llegarían ancianos con diferentes tipos de demencias a través de un proceso de selección de la Consejería de Salud. De momento, a pesar de que en la última reunión mantenida con las autoridades municipales estaba cerca el traslado desde el Centro Cívico, donde ahora están ubicados, al nuevo centro, existen determinados problemas burocráticos para la licencia de ocupación.

Mientras estos problemas se solucionan, los 15 ancianos y ancianas viven cada día el deterioro que conlleva padecer la enfermedad. La crisis ha reducido el número de asistentes al taller de estimulación cognitiva porque las familias que antes trabajaban, ahora los cuidan y sus pequeñas pensiones se convierten en la ayuda suplementaria, en algunos casos para la superviviencia.

Una parte de estas personas, sobre todo los que llevan menos tiempo enfermos, no se han visto beneficiada por la Ley de Dependencia cuyos fondos se han recortado hasta dejarlos prácticamente paralizados. Solo cobran quienes las tenían concedidas y se había hecho efectiva. Y también estas ayudas las han menguado en un 20 por ciento.

En todos los casos, los enfermos son ajenos a estos problemas sociales. Sus días suelen ser similares, salen poco de la rutina y no atienden a celebraciones. Viven más que nadie el instante porque, si no es así, se difumina en la nebulosa de su mente.

El próximo día 19 se organiza por ellos una Marcha Solidaria para recaudar fondos. En su organización colaboran el Club Ohmio y el área de Deportes del Ayuntamiento de Arahal. Desde la Asociación piden, una vez más, la participación de toda la ciudadanía. La solidaridad hoy en día se ha convertido en el camino para sobrevivir a situaciones que se repiten a diario: la incertidumbre de saber si hay mañana para aquellos a los que se les ha olvidado el ayer.