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Sucesos

Un «depredador sexual», vecino de Arahal, que actuaba por Internet acepta 68 años de prisión

Los autores llegaron a acumular un archivo de pornografía con más de 300 vídeos y fotografías

sevilla.abc.es

La Audiencia Provincial de Sevilla había señalado para varios días el juicio contra dos jóvenes, acusados de delitos de pornografía infantil y abusos sexuales, uno de ellos vecinos de Arahal. Según publica sevilla.abc.es, la vista oral se iba a celebrar ayer a puerta cerrada para proteger la intimidad de las víctimas, menores de edad. Finalmente han llegado a un acuerdo. El vecino de Arahal ha aceptado una condena de 68 años de cárcel y otro de los acusados, vecino de Madrid, 10 años.

Pero no ha hecho falta que estos jóvenes tengan que pasar por el difícil trance de declarar contra el pederasta que los engañó y el cómplice que les ayudó; un acuerdo entre la Fiscalía y las defensas cerraba el caso sin necesidad de celebrar juicio. M. A. E. C., de 26 años y vecino de Arahal, y S. P. A., de 31 y de Madrid, aceptaban 68 y diez años de cárcel, respectivamente.

Unas abultadas condenas que dan una idea de la gravedad de los hechos cometidos por unos delincuentes en internet, que llegaron a acumular un archivo de pornografía infantil con más de 300 vídeos y fotografías.

La Policía Nacional de Cádiz definió en 2013 a M. E. C. como un auténtico «depredador sexual». Fue en la provincia gaditana donde se inició una investigación que acabaría con este ciberdelincuente entre rejas. Desde este año está en prisión provisional.

Una investigación que arranca en Cádiz

La madre de un chico de 11 años acudió a la Comisaría Provincial de Cádiz después de recuperar del ordenador de su hijo una conversación que había mantenido, vía chat, con una joven de 16 años que decía ser de Sevilla. Le preocupaba el tono y dudaba de la veracidad de la identidad de la supuesta chica.

Los agentes sacaron de dudas a esta madre al comprobar que su hijo había entablado relación con un perfil falso. El grupo de delitos telemáticos de la comisaría gaditana se hizo cargo de la investigación y exploró al menor en presencia de su progenitora.

Así supieron que esta primera víctima había aceptado grabarse por webcam. También les dijo que esa misma chica, que se hacía llamar María Pérez, había contactado con otros amigos suyos de la capital gaditana y que con algunos se había visto en directo.

El juzgado de Instrucción nº 4 de Cádiz abrió las diligencias, aunque al final se inhibió en un juzgado de Marchena porque el pederasta es vecino del Arahal y desde su casa de esta localidad sevillana cometió la mayoría de los delitos.

La investigación llevada a cabo por la Policía Nacional fue ardua porque siguiendo el rastro de la llamada María Pérez por la red. Localizaron a 700 chicos, de edades comprendidas entre los 11 y los 15 años y de distintos puntos de la geografía española, con los que había conversado.

Si bien la principal prueba de cargo del caso la encontraron los agentes en su domicilio del Arahal. Allí hallaron 300 vídeos y fotografías de contenido pornográfico donde aparecían hasta 90 menores distintos. Sin embargo, la Policía centró su atención en 17 de esos archivos donde el ahora condenado aparecía practicando sexo con los chicos.

Fue en ese momento cuando los investigadores supieron que este ciberdelincuente había dado un paso más y había consumado los abusos sexuales en la vida real.

Para avanzar en esa línea necesitó de la ayuda de un cómplice, S. P. A., que ha aceptado diez años de prisión. Este procesado también se hacía pasar por una adolescente y convencía a los chicos para que acudieran al domicilio de la falsa María Pérez.

También participó activamente en los vídeos al darle instrucciones a los menores de qué debían hacer durante las filmaciones mientras los observaba a través de la webcam de su ordenador.

No cumplirá más de 20 años

Desde 2013 que fue arrestado, M. E. C. se encuentra en prisión provisional. Aunque ha sido condenado a 68 años de cárcel, el tiempo de cumplimiento efectivo en prisión será mucho menor. Como establece la legislación española sólo podrá permanecer recluido como máximo el triple de la pena más alta que se establece para el delito más grave por el que ha sido condenado.Y nunca podrá superar los 20 años.

Esta limitación temporal ha sido clave para que los acusados aceptaran unas condenas tan elevadas. Por su parte, para la Fiscalía era importante que se impusiera un castigo ejemplar y evitar la doble victimización de los menores, según fuentes judiciales.

Periodista. Directora y editora de aionsur.com desde 2012. Corresponsal Campiña y Sierra Sur de ABC y responsable de textos de pitagorasfotos.com

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