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¿De qué color pongo las cortinas?

“¡Qué color más feo tenían las cortinas del salón!”
“¡Las cortinas no combinaban con el resto del dormitorio!”
“¡Las cortinas estaban súper recargadas!”

Si no queréis ser las protagonistas de estos comentarios tras haber enseñado vuestra casa, no dejéis pasar los siguientes consejos para elegir adecuadamente el color de vuestras cortinas. Tened en cuenta:

El tamaño de la habitación:
- Pequeña: optad por colores como el blanco o beige.
- Grande: el abanico es más amplio.
Los accesorios de la habitación: combinad las cortinas con el resto de tejidos, tales como nórdicos, sofás u otros tapizados.
El estilo de los muebles: no son el mismo tipo de cortinas las que podemos usar para un salón rústico, que para uno más moderno. Para el primero utilizad cortinas lisas, para el segundo, tenéis vía libre, según la intención de cada uno.
El color de las paredes:
- Blancas: ya sabéis que combinan con cualquier color.
- Beiges: rojos, naranjas o amarillos les vendrían muy bien. Los colores neutros, como el gris, también.
- Azules: les va muy bien el blanco, sobre todo para dormitorios juveniles. Otros tonos de azul o el gris, también irán que ni al pelo.
- Amarillas: jugad con ocres, naranjas o verdes, veréis qué resultados.
- Grises: como ya hemos dicho antes, al gris le pega tanto el blanco, como el beige, el amarillo o, ¿por qué no?, el rojo.
Los sentimientos que desprende cada color:
- Colores cálidos: generan armonía. Estos colores pueden dar un toque de modernidad a espacios más clásicos.
- Colores frescos: los azulados y verdosos más suaves otorgan la sensación de romanticismo; sin embargo, los más intensos resultan efectivos para espacios más contemporáneos.
- Blanco y negro: son colores muy elegantes, sobre todo el negro. El blanco consigue frescura.
- Colores metalizados: estos vienen representados por tonos oscuros como marrones, grises o negros. Combinados sobre bases claras en tejidos naturales dan sensación de viveza.