¿Controlar la información? No, gracias

Foto: A.I.

@Arahal_Informa

Que los políticos atrasen la información e intenten controlarla y canalizarla es algo normal y hasta lógico, por nuestra parte, lo vivimos a diario. Para todo periodista que se precie, librarse de este control también es lógico. Pero esto trae algunas veces determinadas consecuencias, la primera es que esa información pueda llevar una incorrección porque la fuente principal pone fecha a una confirmación que ya es pública y se niega a hablar con este medio.

Esto son gajes del oficio y se repite continuamente, no sólo en Arahal, los pueblos se han convertido en el lugar idóneo para controlar una información que debe siempre ser oficial. Hasta ahora no ha sido motivo de explicación por parte de este medio. Sin embargo esta semana, en el pleno, la edil de Servicios Sociales (María José Borrego) ha hecho referencia a un error que hemos cometido.  Y, aunque no ha citado, el nombre, desde aquí  lo hacemos público para quienes oigan la grabación. La información debe estar lo más completa posible, al menos esa es la excusa que siempre nos ponen cuando se empeñan en ponerles fechas y lugar. Pues este dato faltaba. No, no han sido medios locales quienes cometieron el error, ha sido un medio local, Arahal Información, desde el que se anunció que la concejala dejaba el cargo y no la dedicación exclusiva. Error que fue corregido en poco tiempo porque un componente del grupo municipal que la representa, PSOE, envió a la redacción un mensaje por whastApp, el primero en los últimos nueve meses.

Dos fuentes fiables

La información sobre la marcha de las funciones del área por parte de la edil, llegó a este medio a través de dos fuentes fiables. El error fue sin duda de transcripción o bien un lapsu para el que no hay excusa. No obstante, decirles que, como la principal fuente de  información era la propia concejala, a ella nos dirigimos. Su respuesta fue que no confirmaría nada hasta la celebración del pleno. Es decir, que había que esperar una confirmación que no era necesaria porque ya se había publicado el orden del día del pleno donde indicaban exactamente el traspaso de retribuciones en el área de Servicios Sociales.

Una vez que ya está reconocido, vamos por la segunda parte. Desde que Arahal Información existe, hay concejales que no contestan las preguntas de este medio o ponen trabas continuas al derecho a la Información que reconoce la misma Constitución Española. A veces, no se trata sólo de que no respondan los whastApp enviados pidiendo determinada información, sino que conscientemente hacen a otros medios locales más fácil su trabajo en detrimento de los demás (incluso en el plano económico, del que en esta ocasión no vamos a hablar).

Eso sí, cuando por parte de este medio se pide algo, saltan las alarmas. Por lo que la estrategia es atrasar la información, organizar una rueda de prensa o simplemente no darla. Y no entendemos por qué, ya que todos cometemos fallos, a veces incomprensibles. Pero resulta que los nuestros se «tridimensionan» hasta convertirse en comentarios en un pleno. Es extraño cuando otro medio en el mismo mes ha realizado una entrevista a un ex concejal que ya no está en política poniendo en entredicho la honestidad del alcalde y de un concejal de la corporación, como mínimo, sin pedir explicación al respecto en la misma entrevista. Si eso mismo lo hace AI, ni pensar queremos el escenario que utilizarían para hacerlo público.

Esto del favoritismo también es legítimo, claro está hay gente que te cae mejor, gente que está más dispuesta a  publicar sólo tu versión, gente a la que les pagan por hacerlo, en fin hay todo tipo de periodistas en el mundo u otro tipo de personas que se dedican a esto del periodismo. A nosotros  no nos hace falta que nos paguen para informar, pero para informar cuando consideramos necesario, no cuando al político de turno le convenga. Por lo tanto, vamos a seguir corriendo el riesgo de equivocarnos porque, si no lo hacemos así, seriamos los voceros oficiales del Ayuntamiento y, de momento, por ahí no pasamos. O nos convertiríamos en la hoja parroquial, con periodicidad trimestral. No se enteran de que los autónomos no podemos ir al ritmo de los funcionarios, no tenemos horario, ni días de asuntos propios, ni vacaciones, ni si quiera derecho a ponernos malo. Es decir, hay todos los días que buscar el trabajo, y, el sueldo a final de mes, nunca es fijo, ni concreto.

De cara a la galería

Para que quede claro, una vez que tenemos la información, hay que publicarla. Y se publica porque de cara a la galería, todos los concejales están dispuestos a dar información pero es, simplemente, mentira. ¿Y quieren saber aún más? Que si hay algún concejal -que lo ha habido- dispuesto a confirmar  la información que la mayoría de las veces conseguimos en la calle, a través de numerosas fuentes, no tardan mucho en llamarlo al orden porque es “peligroso” el descontrol. También hay advertencias a los trabajadores municipales para que no den esa información porque creen (y se equivocan la mayoría de las veces) que ellos son nuestras fuentes. O, aún peor, levantan el teléfono para llamar a empresas que trabajan para el Ayuntamiento y les exigen que elimine del muro de las redes sociales de Arahal Información fotos o entradas que no les conviene que se hagan públicas, con comentarios poco afortunados. Ya saben, hay que organizar ruedas de prensa y presentaciones oficiales a lo grande para vender el producto.

Por estas situaciones vividas en los dos años y siete meses de esta web, la mayoría de las veces, si no responden a las preguntas o quieren ponerles plazo, seguimos adelante con los datos que tenemos, para no correr el riesgo de que se convierta en una web municipal. Porque en realidad lo que persiguen es que todos los medios locales publiquen la información al mismo tiempo, vayamos todos a una, todos controlados. O, finalmente, cuando no lo consiguen, darle las “exclusivas”, como hace poco un concejal se echó a la boca, al medio que más le convenga desde el punto de vista político (la casualidad es que nunca es este).

Las reglas en este trabajo siguen un criterio profesional pero de subsistencia, es en lo que se ha convertido el periodismo en los pueblos; dichas reglas no son las que quieren imponer quienes no entienden nada de periodismo y lo hacen con palabras “la información tiene que ser correcta” por no decir “la información tiene que estar controlada”. En esta posición, no va sólo la pulcritud en hacer un trabajo bien hecho, van también cuestiones personales. Puede que estas reglas estén equivocadas, pero da la casualidad de que hasta ahora no nos fiamos de un político para tomar nota de los errores y corregirlos. Sí lo hemos  hecho con otras personas que nos merecen confianza y no llevan otro interés más que el común.

Puertas cerradas

En Arahal hace ya más de año y medio se llegó al acuerdo de que la información municipal se ofrecería a todos los medios locales al mismo tiempo. Aparentemente es así, pero también es mentira. Por una sencilla razón, ¿quién puede controlar eso? Teniendo en cuenta que dos partidos políticos forman el Equipo de Gobierno, la pretensión es todavía más difícil. En este sentido, hay que decir que no es algo que nos preocupe porque, acudir a un medio muchas veces, se convierte en un camino para la propaganda y, simplemente, en muchas ocasiones no nos interesa lo que quieren vender.

Eso sí, la cosa se complica cuando llega la hora de preguntar por temas no vendibles, porque entonces las puertas están la mayoría de las veces cerradas (no todas, afortunadamente). Con esto sólo pierde el lector pero parece que es algo inevitable y que este hecho no tiene importancia para los políticos, a pesar de nos recuerdan continuamente en sus discursos los  valores de la democracia.

Llegados a este punto pedirles perdón por los errores que podamos cometer de aquí en adelante, es un riesgo que estamos dispuestos a correr e intentaremos que sean lo menos posible. Que quede claro que siempre vamos a asumir una, dos o las equivocaciones que sean necesarias, siempre hay la opción de corregir, la esencia de este medio son las palabras que quedan registradas, no se las lleva el viento. Pero nos negamos a trabajar con la sensación de formar parte una agenda marcada por los intereses de quienes no entienden que el periodismo tiene que ser claro, conciso y correcto, pero nunca interesado.

¿Controlar la información? No, gracias.