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Sociedad

Cómo evitar errores comunes en la logística interna del almacén

Gestionar un almacén no es solo cuestión de espacio y organización. Hay muchas decisiones pequeñas que pueden marcar la diferencia entre un flujo de trabajo eficiente y un caos absoluto. Aunque cada almacén tiene sus particularidades, hay errores que se repiten una y otra vez en casi cualquier tipo de instalación. Identificarlos y corregirlos a tiempo puede suponer una mejora importante en la productividad y en la seguridad de los trabajadores.

Mala distribución del espacio

Uno de los fallos más habituales es no aprovechar bien la superficie disponible. No se trata solo de colocar estanterías altas o compactas, sino de pensar en la operatividad diaria. Muchas veces se colocan productos en zonas de difícil acceso, se crean pasillos demasiado estrechos o se dejan áreas sin utilizar. Todo esto afecta al movimiento de mercancía y ralentiza el trabajo. Una buena distribución debe facilitar los desplazamientos y evitar maniobras innecesarias. El uso adecuado de una carretilla elevadora, por ejemplo, puede simplificar mucho el movimiento de cargas pesadas si hay espacio suficiente para maniobrar sin riesgos.

Falta de planificación en la reposición de stock

No tener un control preciso del inventario puede provocar interrupciones constantes. A veces se pide material de más por miedo a quedarse sin stock, lo que genera problemas de almacenamiento y desperdicio. Otras veces se descubre tarde que un producto está agotado, lo que paraliza pedidos y genera retrasos. Un buen sistema de gestión ayuda a prever la demanda y a mantener niveles óptimos de existencias sin acumular productos innecesarios. También permite identificar artículos de baja rotación que ocupan espacio sin aportar valor.

No definir rutas de circulación claras

Si los operarios y las máquinas comparten los mismos pasillos sin un orden definido, es fácil que haya accidentes o atascos. Marcar rutas diferenciadas para peatones y vehículos dentro del almacén reduce riesgos y mejora la fluidez del trabajo. Es importante señalizar correctamente cada zona y asegurarse de que todos los trabajadores conocen las normas de circulación interna. Una buena organización también ayuda a evitar movimientos en falso y a reducir el tiempo que se pierde en desplazamientos innecesarios.

Descuidar la ergonomía y la seguridad

Muchos problemas logísticos empiezan cuando los trabajadores no tienen las herramientas adecuadas o no reciben formación sobre su uso. Levantar pesos de forma incorrecta, hacer esfuerzos innecesarios o trabajar en posiciones incómodas puede provocar lesiones y bajas laborales. Para evitarlo, es fundamental contar con equipos diseñados para facilitar el trabajo. Una carretilla elevadora bien utilizada no solo mejora la eficiencia, sino que también reduce el riesgo de lesiones al evitar que los operarios manipulen cargas pesadas de forma manual.

No mantener el orden y la limpieza

Parece algo básico, pero la realidad es que muchos almacenes descuidan este aspecto. Un espacio desordenado dificulta la localización de productos, aumenta los tiempos de búsqueda y genera confusión. Además, la suciedad y los residuos pueden causar accidentes, como resbalones o caídas. Mantener un entorno limpio y ordenado no solo mejora la imagen del almacén, sino que también ayuda a que el trabajo sea más ágil y seguro. Implementar rutinas de limpieza y revisión periódica evita la acumulación de materiales innecesarios y mejora la eficiencia general del equipo.

No actualizar los procedimientos de trabajo

El día a día en un almacén puede llevar a adoptar hábitos poco eficientes sin que nadie se dé cuenta. A veces se sigue un mismo proceso solo porque «siempre se ha hecho así», sin cuestionar si hay formas mejores de hacerlo. Revisar periódicamente los procedimientos de trabajo permite detectar ineficiencias y aplicar mejoras. Invertir en formación y en nuevas tecnologías también ayuda a optimizar el rendimiento y a mantener el almacén actualizado frente a las necesidades cambiantes del mercado.

Corregir estos errores y emplear correctamente la maquinaria para almacén adecuada puede suponer un gran avance en la operativa diaria y evitar problemas que, con el tiempo, acaban afectando al rendimiento general del almacén. La clave está en prestar atención a los detalles y en estar siempre dispuesto a mejorar.

Periodista corresponsal de la Agencia EFE, El Correo de Andalucía, eldiario.es... entre otros medios. Cubre principalmente Huelva y Sevilla en varios medios radiofónicos y prensa digital.

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