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Cinco calles de Arahal esperan que llegue el asfalto en el siglo XXI

Los vecinos protestan por la situación de esos lugares, pero el Ayuntamiento afirma que, según la ley actual, no le compete a esta administración arreglar esas zonas, sino a los propios residentes. Aún así, ya están barajando la fórmula para acometer obras en ellas, aunque pasará algún tiempo.

AI

Parte de la calle Murillo sin asfaltar. Foto: AI

Malasmañanas, Murillo y Belén (una parte), Erillas y  Luigi Boccherini son algunas de las cinco calles de Arahal a las que, a día de hoy, todavía no ha llegado el asfalto (al menos en todo su recorrido). Los vecinos llevan tiempo reclamando al Consistorio la mejora de las mismas. El Ayuntamiento busca una solución ya que su habitabilidad no entraba dentro de los planes urbanísticos.

Son calles que no están en el ordenamiento urbanístico y en las que no se debió contruir, pero la falta de control que hasta hace poco se ha llevado por parte de las administraciones locales ha provocado que la situación ahora sea ésta, como ha ocurrido en otras edificaciones del término municipales, tanto dentro como fuera del casco urbano. Ahora el Ayuntamiento se encuentra con un problema, calles que la Ley no les permite arreglar, porque no estaban planeadas y son los vecinos quienes se tienen que hacer cargo de las mismas. Es decir, en estas calles el solar costó mucho menos que en cualquier otra zona del pueblo urbanizada y quienes lo compraron, sabían que esto era así y que, en un futuro, se tendrían que hacer cargo de su arreglo, como el resto de vecinos de Arahal.

No obstante, esto no quita que son una realidad y que cuesta trabajo recorrerlas. Cuando el peatón va por ellas, sobre todo los días de lluvias, parece que se traslada a mediados del siglo XX. Presentan baches, hundimientos, piedras, es decir, el material de la vía es la tierra, lo que supone un peligro tanto para los peatones como para los propios conductores y sus vehículos

Algunas, como es el caso de Malasmañanas, son utilizadas por grandes camiones para dar la vuelta y entrar en una fábrica de aceituna cercana, por lo que la situación empeora. Esta calle es una de las que más cerca está de la A92, una de las vías de entrada al pueblo.

Estado de la calle Jerilla. Foto: AI

Las características de las otras son similares. La calle Erillas incluso está en una zona en la que tiene un salón uno de los catering más importantes de Arahal, Catering Las Torres. La falta de arreglo de la zona da una imagen de dejadez que empeora con el mal tiempo en una calle donde acuden muchos visitantes de fuera de la localidad, invitados a las bodas.

Otra singularidad de estas calles es que hay sobre todo empresas o naves, pocas viviendas, principalmente por el estado en que se encuentran. Cuando los vecinos compraron los solares, el terreno estaba fuera de ordenación. Por lo general han sido más económicas, pero con el tiempo y las circunstancias se han convertido en vías muy transitadas. Tal es el caso de la citada Malasmañanas, donde está el local de ensayo de la Agrupación Musical Santa María Magdalena, por lo que durante muchos meses al año acuden al lugar más de cien músicos a diario.

En la calle Belén (zona de La Torbilla) el tránsito es menor porque las condiciones de una parte de la vía son tremendas, con baches profundos en una de las cuestas que baja para dicho barrio. Pero es una de las calles de acceso a Cruz de la Cava. La Torbilla es un barrio extenso, pero cuya planificación lo ha dejado con una sola vía de entrada y otra de salida, por lo que la calle Belén se convierte en una de las dos posibilidades de salida y entrada; otra es la que lo conecta con la barriada de los poetas y la zona de los centros comerciales de carretera Villamartín, planificada para un futuro pero aún sin avance en su asfaltado.

Calle Belén, una de las entradas y salidas a la Barriada La Torbilla. Foto: AI

Calle de sus propietarios

Según expone el concejal de Urbanismo, José Antonio Cabrera, el Ayuntamiento, tal y como está en estos momentos la situación, no puede intervenir en ellas. “Esas zonas están en suelo urbano no consolidado y pertenecen a sus propietarios. Ahí, con la ley actual, no podemos echar dinero público. Es como si voy yo como Ayuntamiento a arreglarte una parte de tu casa”.

El edil explica que la localidad se rige por las normas urbanísticas de 1994, dividiendo al municipio en unidades urbanizadoras que no se pueden modificar desde la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía de 2002 (solo permite el cambio de categoría de las zonas, según Cabrera).

“Dentro de estas unidades urbanizadoras de titularidad privada, son los dueños de los terrenos los encargados de urbanizar según las leyes del 94. Son los responsables de ello para después entregárselas al Ayuntamiento y encargarse del mantenimiento. Lo que pasa es que antes se edificaba y se vendía las parcelas antes de urbanizar”.

Solución

Calle Malasmañanas. Foto: AI

La principal intención de Cabrera en este tema es aprobar el PGOU del municipio de Arahal, un objetivo que no es fácil y que tardará incluso años, ya que primero tiene que pasar por el pleno municipal y después por la Junta de Andalucía. “Solo el 14% de los pueblos de nuestra comunidad, tienen un PGOU aprobado. Nosotros, de aquí a final de año, queremos aprobarlo, pero después el gobierno autonómico nos lo puede echar para atrás por cualquier aspecto, ya que tiene que pasar por muchas áreas y departamentos que le tienen que dar el visto bueno”.

Dentro de ese PGOU, que evitará problemas de este tipo, la delegación de Urbanismo incluirá un plan de ordenación urbanística para cambiar de categoría estas calles y poder acometer sus arreglos. Es decir, tratará de convertir esos suelos urbanos no consolidados en suelos urbanos. De esa forma, legalmente, el Ayuntamiento sí podría urbanizar estas cinco calles.

Cabrera cree que esto es la mejor solución aunque tarde su tiempo, ya que en zonas como por ejemplo la calle Jerilla hay muchos propietarios con corralones a los que sería difícil poner de acuerdo para pagar entre todos la calle 20 años después, como dice ahora mismo la ley.

“Si yo pudiese, ¿no le hubiese metido mano ya a estas calles durante estos años? Pero las normas urbanísticas nos lo impiden”, termina diciendo el concejal.

Calle Luigi Boccherini. Foto: AI

Calle Murillo. Foto: AI

Calle Jerilla. Foto: AI

 

 

 

 

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