Sucesos

Cinco asaltantes roban en la iglesia de la Victoria de Arahal y causan importantes daños

Cinco individuos entraron a primera hora de la tarde de este lunes en la iglesia Nuestra Señora de la Victoria de Arahal para robar. Todavía el párroco de la misma, Miguel Ángel García, no sabe si se han llevado algo de valor. No ha podido revisar bien las instalaciones. Pero han causado importantes daños para acceder.

Los hechos ocurrieron pasadas las cinco de la tarde. El cura no se encontraba en ese momento en su vivienda, contigua a la iglesia. Un joven que tiene en acogida escuchó fuertes golpes y llamó al Servicio de Emergencias del 112 que a su vez avisó a la Guardia Civil.

Estado en el que han dejado una de las puertas

Forzaron cuatro puertas

Cuando los agentes llegaron, los individuos se habían ido. Hay un testigo, un amigo del joven que Miguel Ángel tiene en acogida llegó cuando los autores de los hechos salían. Según su descripción, iban cuatro y uno esperaba fuera en el coche. Llevaban mascarillas y un gorro por lo que apenas se les veía la cara.

Para acceder a la vivienda y patios contiguos al tempo, forzaron la puerta de entrada con un gancho, causando daños en la cerradura y en la madera. A su vez, buscando algo para llevarse, han destrozado otras dos puertas más de madera que sirven de almacén, y otra de hierro por la que se accede a la iglesia. El párroco de la Iglesia de la Victoria de Arahal describe que se ha encontrado cajones abiertos de diferentes estancias, el altar desordenado y la puerta del Sagrario con las llaves puesta.

En una primera revisión no han echado de menos nada, pero uno de los autores de los hechos al salir llevaba un maletín y otro el gancho con el que han roto y forzado las puertas.

Cámaras de seguridad iglesia Arahal

La iglesia de Arahal tiene instalada por dentro cámaras de seguridad que han grabado a los asaltantes por lo que mañana intentarán visionarlas.

El párroco llegó recién ocurrido los hechos y se llevó un «buen susto» que no se le quitó del cuerpo en parte de la tarde. No obstante, no quiso dejar de dar misa a las ocho, como cada día. En la homilía rogó «por estas personas que han hecho estas fechorías, pido que encuentren algo en lo que ocuparse», dijo.

Ya por la mañana, con más tranquilidad, revisará todo para saber qué se han llevado. Pero las vitrinas con algunas de las figuras de más valor están intactas y, en un primer vistazo, no ha echado nada en falta. Seguramente, los autores de los hechos oyeron a la Guardia Civil razón por la que huyeron.