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Sociedad

Carlos el Granaito y una propuesta de los Reyes Magos de Oriente

Juan Carlos Gil, Carlos El Granaito, en la esquina de la calle Madre de Dios. Foto: A.I.

C.GONZÁLEZ

Carlos, el Granaito, así es como ha entrado en la historia de la cotidianidad Juan Carlos García Gil. Por su familia, ubicada en un bar de la calle Madre de Dios cuando los negocios daban para vivir, poco más (tal como ahora) y por él mismo. Ha recuperado la tradición de la venta de canastos en la esquina del Bar (es decir en su calle de siempre) pero no sólo ofrece una tira a un euro, sino un rato de conversación y unas palabras amables y comprensivas porque tiene la firme convicción de que todo lo que das, vuelve. Y él quiere tener en su vida positividad y tranquilidad. Los Reyes Magos de Oriente le han hecho este año una proposición: ser su Cartero Real. Y comienza a vivir el papel.

Mañana tiene la primera cita con ellos, a las seis de la tarde. Están a la espera de que lo acepten en su comitiva. Carlos ya ha contactado con muchos niños y niñas del barrio para que se acerquen, es hora de entregar la carta a los Reyes Magos de Oriente. La ilusión es un componente que quiere también para su vida, sobre todo si es compartida.

Cada día pone su “chiringuito” a las 8:30 de la mañana. Un carro lleno de productos básicos, comprados en Super Magosa Covirán –“porque así también fomento la compra en nuestras tiendas”-, un pequeño mostrador donde expone cupones y loterías y una gran sombrilla en la que cuelga publicidad que le regalan. Se sienta en un banquillo y espera el paso de la vida de un pueblo.

Confluencia de caminos

La zona del Bar es una confluencia de caminos, como siempre ha sido. Incluso cuando su padre regentaba el bar del Granaito, varios metros de largo más que de ancho. Antonio, en la barra, Ana en la cocina elaborando su famosa tapa de ensaladilla. Hay quienes dicen que no han vuelto a probar otra igual, su sabor se quedó en la memoria colectiva hasta hoy. Allí se criaron cinco hermanos, hoy dedicados a la hostelería y al comercio. De cara al público, conviviendo con sus vecinos y la clientela. “Nací bajo las tablas, como las cucharachas”, apostilla.

Carlos tiene 43 años y, como todos, ha pasado por diferentes épocas, algunas tumultuosas, con sus pérdidas en el camino. Ahora está “tranquilo”, es pensionista y anuncia a quien lo quiera saber que cobra 306 euros al mes. Convive con su hermana pequeña que está a su cargo y tenía que inventar algo para ampliar sus ingresos cada mes. La crisis acabó con todas las posibilidades de ganarse la vida en la tienda que regentaba hasta hace poco. 333 tiras a un euro rifa cada semana. Y las vende todas. El carro le cuesta 200 euros por lo que es fácil ajustar las ganancias.

Tres semanas lleva con una cuenta abierta en facebook para darles los buenos días a todo el que lo quiera seguir y escuchar, siempre con un mensaje: Aprovechar cada minuto del día.  Y lo hace igual que en su esquina, al leerlo se le presupone la sonrisa y su voz amable detrás de cada palabra, sus seguidores le perdonan hasta las faltas de ortografía antes incluso que él pida disculpas por tenerlas.

Carlos echa de menos a su madre cada segundo. “Creo que me parezco a ella” dice con nostalgia, tenía 11 años cuando murió. El padre, Antonio, pasó del bar de la calle Madre de Dios a estar 8 años en el Bar Cristales, en los paseos de la Fuente. “Le montaron una mercería a mi hermana y ellos se trasladaron de sitio”, explica. Después de dejar el negocio de la hostelería, fue “corredor” otra época, hasta que se jubiló.

“Me gusta lo bueno, pero conforme envejezco prefiero tener calidad espiritual antes que material”, comenta. Por eso para Carlos El Granaito es tan importante levantarse cada mañana y saludar uno a uno a cada vecino o vecina que pase por la esquina del bar y ofrecerles su positividad.

Y por eso ahora está tan ilusionado con la propuesta que le han hecho los Reyes Magos: ser el Cartero Real. Podrá transmitir a los niños y niñas de Arahal la importancia de llevarse bien, de ser comprensivo con los demás y de tener siempre una sonrisa preparada para saludar, porque es la mejor puerta de entrada a los corazones.

Ya sólo queda una pregunta: ¿Creen que sería un buen Cartero Real?

 

Periodista. Directora y editora de aionsur.com desde 2012. Corresponsal Campiña y Sierra Sur de ABC y responsable de textos de pitagorasfotos.com

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