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Sociedad

Blythe, la muñeca de melancólica mirada que viaja por el mundo

La arahalense María José Rodríguez Romero crea estas muñecas que vende por varios países del mundo

 

C. GONZÁLEZ

Arahal

Hacer de la creatividad una forma de ganarse la vida no es nada nuevo. La joven arahalense María José Rodríguez Romero (Arahal, 1986) lo sabe desde que empezó su carrera profesional de maquilladora en 2007. Pero encontrar la originalidad y exclusividad entre tanto ruido creativo, ya es más difícil. Ella lo está consiguiendo, creando muñecas que exporta ya a media Europa y a otros continentes, la última se ha ido hasta California. 32 horas de trabajo que pueden superar varios miles de euros en el mercado de los coleccionistas de muñecas blythe.

30 centímetros de altura, rostro de ojos grandes y actitud melancólica. Las muñecas blythe están primorosamente vestidas, con un estilo moderno con toques vintage. Su creación supone tallar, pulir, maquillar y montar las piezas que llegan vía internet desde China, máximo productor de todo lo inimaginable que sirva para entretener.

Después de 32 horas aproximadas de trabajo, están listas para su sección de fotografías. Este periodo de creación hará posible que no haya dos iguales. «Cuando estoy trabajando, cada creación absorbe el momento que vivo y mi estado de ánimo», cuenta Maria José. Hasta tal punto es así, que una de las muñecas que creó llevaba una característica de cada una de sus hijas, el nombre de Alejandra, la cara de Julieta, además del pelo de Nayat (pelo), su niña saharauis que ha compartido varios veranos con la familia.

El sábado, 14 de abril, participa en un evento que se desarrolla en Coslada (Madrid), denominado «La caja de muñecas», con 70 expositores procedentes de distintos puntos de España y de fuera del país. Es uno de los principales encuentros para los creadores de este tipo de muñecas, aunque entre los expositores sólo hay 7 personas que las montan y terminan, el resto son vendedores de complementos. Porque entorno a este mercado, que puede considerarse de frikis, hay todo un mundo comercial que lo abastece.

Construir un vestuario a la medida de una blythe requiere de habilidad y creatividad, al igual que ocurre a la hora de juntar todos los elementos y darle formas a las muñecas porque el material que llega no tiene atractivo. Los diseñadores de complementos han creado un mundo para que esta características muñeca llame la atención por su perfeccionismo, desde pendientes, diademas, camisas, zapatos, vestidos, cinturones, pañuelos, mínimas orquillas.

Llegan embaladas por piezas en cajas, con la mínima forma. Para maquillarlas hay que ser profesional. Cada una parte de un estilo muy definido y acaban siendo como pequeñas obras de arte. María José Rodríguez, después de cuatro años trabajando con ellas, ha avanzado y, antes de comenzar a trabajar en alguna, dibuja su cara para que dirija cada una de las líneas que después dejará en el gesto de la muñeca.

Una de las muñecas creadas por María José Rodríguez.

La maquilladora arahalense tiene diseños por toda la zona de trabajo, muñecas de ojos grandes y nostálgicos en dibujos, único rastro cercano que acaba quedando de sus creaciones. «Me quedaría con todas porque cada una tiene grabado en su rostro la vivencia de ese momento», pero si quiere seguir, tiene que dejarlas ir con su nueva familia.

La última muñeca que salió del taller de María José Rodríguez fue «Alicia en el país de las maravillas», y ha viajado directamente a California. Ha sido una venta por internet y por este medio también han llegado otras muñecas a Bélgica, Francia, Italia y diferentes puntos de España.

El precio de sus creaciones ha ido subiendo y en 4 años ya tienen un nombre en el mundo de las blythe. Y de tallar, pulir y montar ha pasado a dibujar y diseñar ella misma los complementos, que ya adjunta a sus creaciones. Después, se va cargada de muñecas al campo, a un camino rural, a una casa semiderrumbada, a Sevilla, París, Madrid, Lisboa o a donde quiera que viaje con su familia, y les hace fotos que cuelga en las redes.

A veces, cualquier escena cotidiana muestra a sus hijas desayunando, jugando o dibujando junto a unas muñecas, porque, conciliar la vida familiar con una de sus pasiones artísticas, es el objetivo. Por eso, en su estudio hay un espacio para Alejandra (10 años) y Julieta (4 años), que ya diseñan con formas imprecisas las blythe del futuro.

 

Una de las creaciones de María José.

 

Periodista. Directora y editora de aionsur.com desde 2012. Corresponsal Campiña y Sierra Sur de ABC y responsable de textos de pitagorasfotos.com

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