Un arahalense lleva 32 años en proyectos de investigación para reutilizar recursos naturales

Manuel Brenes Balbuena trabaja en el Instituto de la Grasa donde han iniciado la segunda fase para la revalorización de los vertidos de aderezo de aceitunas

C. GONZÁLEZ

Arahal

Manuel Brenes Balbuena (Arahal, 59 años) es doctor en Químicas y lleva 32 trabajando en el Instituto de la Grasa, uno de los 140 centros que el Consejo Superior de Investigación Científica (CSIC) tiene en España. Es el jefe de un equipo de 13 profesionales y está en el sexto año de investigación para conseguir la revalorización de los vertidos de aderezo de aceitunas, algo que conseguirá mejorar el cuidado del medio ambiente y reducir gastos para las numerosas empresas que trabajan en el sector.

Los vertidos de este tipo de empresas que preparan la aceituna para su consumo, siguen siendo un problema importante. La Junta de Andalucía no quiere aumentar el número de balsas para su almacenamiento porque no es una medida sostenible para el medio ambiente, por su mal olor. Por eso, explica el investigador arahalense, tiene que haber otra alternativa que ‘reutilice y obtenga productos y minimicen el coste a la hora de tratar la aceituna’. Y, lo más importante, que no dañe los recursos naturales.

Manuel Brenes Balbuena.

Hasta 50 millones de litros agua procedente del aderezo de aceitunas se pondrán reutilizar como fertilizantes por temporada. La investigación ha concretado que las planta de tomates y fresas han crecido con más vigor y los frutos son mejores cuando se emplea en ellos el agua procedente del aderezo una vez tratada con el concentrado indicado por los expertos,

La primera parte del proyecto ha durado 5 años y ha conseguido reutilizar el agua de aderezo de la aceituna para fines agronómicos. ‘Se trata de soluciones obtenidas después de aplicar una serie de concentrados químicos, ya se han ensayado en invernaderos, campos de tomates y en fresas plantadas bajo tunel, sirviendo de actividad biofertilizante’.

Ya están en el primer año de la segunda parte del proyecto de investigación. A partir de ahora trabajan para conseguir también almacenar este agua de lavado de las aceitunas sin que pierda las propiedades fertilizantes.

‘Ahora estamos modificando el sistema de elaboración para que la composición iónica de los concentrados sea la idónea’. Las conclusiones servirán para mejorar la calidad de los procesos de la producción y la transformación de productos agrícolas y alimentarios en la región.

El cambio climático está afectando ya a las plantas, la sequía por ejemplo ha atrasado la cosecha de aceitunas y reducido el tamaño del fruto. La industria necesita cada vez más agua y, ‘ la investigación busca reutilizar al máximo las aguas que genera el proceso y aprovechar los concentrados que resultan como biofertilizante‘, dice Manuel Brenes.

Después de 32 años en el Instituto de la Grasa, el investigador arahalense ha visto pasar varias etapas. En la actualidad, dice que la crisis ha afectado a la investigación en igual medida que a otros sectores y, a pesar de todo, ‘se mantiene el nivel de calidad en las ciencias españolas‘.

En su opinión, para quién está peor es para los jóvenes, ‘tienen mucha vocación pero poca salida’. La Junta de Andalucía lleva muchos años sin sacar convocatoria para presentar proyectos de investigación, aunque considera que este es el nivel en toda España.

El Instituto de la Grasa forma parte de la Universidad Pablo Olavide y trabaja en muchos proyectos con los profesionales de IFAPA Centro Las Torres-Tomejil, mantienen líneas de investigación sobre todo relacionadas con los alimentos y la agricultura en estrecha colaboración entre ambas instituciones.

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