Arahal

Arahal vuelve a los 25 contagios en las últimas dos semanas

De nuevo Arahal cuenta hacia atrás en la cifra de contagios. Ha pasado de 30 a 25 desde la última actualización de ayer, en las dos últimas semanas. Durante los días festivos lo mismo subía que bajaba, aunque en menor número que cuando la curva de la segunda ola de coronavirus estaba arriba.

Ha pasado un puente festivo, el primero temido de diciembre. Es pronto para saber si ha tenido efecto en las estadísticas porque el virus tarda dos semanas en dar la cara. Es decir que, en los días previos a Navidad, se sabrá si la población ha hecho las cosas bien o mal.

Disfrutando del alumbrado

En las jornadas del puente festivo, lógicamente se ha salido más. Familias enteras se paseaban por el centro y las calles colindantes disfrutando del alumbrado y del Belén instalado en la Plaza de la Corredera.

Las restricciones en el cierre de establecimientos, tanto tiendas como bares, a las 6 de la tarde, obliga a los vecinos y vecinas a salir antes, comer para que dé tiempo a café y copa. Poco más. Porque a partir de esa hora, en la calle hay poco que hacer, sobre todo con la bajada de temperaturas que ha llegado con diciembre para quedarse.

Arahal vuelve a tener buenos resultados es las estadísticas. La cifra de la última semana alienta de nuevo la esperanza, bajando de 18 a 11 contagiados y la tasa por cada 100.000 habitantes pasa de 153,6 a 128. Aún así, los responsables municipales y del resto de administraciones siguen pidiendo cautela a la población. El máximo mandatario provincial, Fernando Rodríguez Villalobos, incluso ha asegurado que oye la palabra Navidad y «se me pone la pie de gallina». Y es que no es para menos, después de lo vivido en los últimos meses.

La Covid relegada por el agua

Las redes han estado entretenidas este fin de semana con la ya denominada «crisis del agua». En menos de una semana, la población de 15 pueblos del Consorcio Plan Écija, entre los que se encuentra Arahal, ha pasado por no beber agua de la red por niveles de benceno superiores a lo que indica la normativa, a coger agua de camiones cisternas o hacer colas en los supermercados, para terminar volviendo a la casilla de salida con la duda de si lo que dicen las autoridades sobre el agua del grifo es fiable o no, porque desde ayer martes se puede volver a consumir.

Quién iba a decir que el agua, uno de lo bienes de la naturaleza más preciados, desterraría a la Covid-19 de las conversaciones o, al menos, la relejaría a simple objeto de comparación en segundo plano. En la calle, supermercados, comercio local, la pregunta más realizada hoy era: «¿Que más puede pasar?». Mejor no tentar al diablo con esta pregunta, que el ser humano ha demostrado a lo largo de la historia que es un experto en sobrevivir.