Arahal, pionera en formación para la fabricación de elementos aeroespaciales en fibra de carbono

Carmen González

Arahal

María Salvador es una de las dos alumnas, en un grupo de 15, que realizan el primer curso de la Junta de Andalucía para la «Fabricación de elementos aeroespaciales con materiales compuestos». Está cada día en una de las naves de la Fundación para el Desarrollo Agroalimentario o centro de formación CAFA, ubicado en Arahal. Aunque ella prefiere trabajar en el sector de la aeronáutica, con la formación que recibe, estará preparada para entrar en toda aquella empresa en la que se utilicen materiales de fibra de carbono, de vidrio o kevlar, es decir, fábrica de elementos automovilísticos, bicicletas, paletas eólicas o espinilleras para deportistas de élite.

La joven se afana con patrones de piezas para aviones en una gran mesa que han instalado en la nave donde dan el curso. Desde marzo, los 15 alumnos, han recibido clases teóricas pero los cuatro monitores que lo imparte -tres de ellos trabajadores de las empresas Alestis y Airbus- decidieron aumentar las clases prácticas en 200 horas.

El curso contiene, del total de 660 horas, otras 80 que realizarán en empresas del sector aeronáutico de Sevilla y Cádiz a partir del 3 de agosto. Uno de los profesores es Antonio Villazán Arriaga, trabaja desde hace 28 años en Alesis, dice que el alumnado «solo debe tener una cualidad y es ser un poco habilidoso porque es un sector de trabajo manual, deben ser personas mañosas».

Lo cierto es que tanto el director del CAFA, Daniel Navarrete, como el profesorado coinciden en resaltar que lo novedoso del curso es que preparará a jóvenes para trabajar en un sector en alza en Andalucía. El material lleva más de 30 años utilizándose, principalmente en el sector aeronáutico, aunque ya hay empresas que innovan para fabricar maquinaria o equipamientos para deportes como el automovilismo, ciclismo o el fútbol. «De fibra de carbono es el volante del coche que lleva Fernando Alonso», apunta Villazán.

Dos de los alumnos construyendo una pieza.

Trabajar con un material así ha supuesto preparar en Arahal una nave con una serie de características técnicas que han dirigido los profesores. Tienen varias neveras porque la fibra de vidrio es un material «delicado» y hay que almacenarlo en frío. Han colocado una gran mesa y varias pequeñas para trabajar en los patrones y grandes perchas para manejar los tejidos. Además, han instalado un sistema manual con el que realizan el vacío en las piezas.

«Nos encontramos la nave llena de distinto material y la hemos adaptado para que el alumnado sea capaz de aprender a manejar el material en un ambiente ordenado y limpio», dice este profesor. Un curso subvencionado por la Junta de Andalucía que en esta primera convocatoria ha recibido casi un centenar de solicitudes desde distintos puntos de Andalucía para 15 plazas.

El alumnado se mueve de una mesa a otra de la nave diseñando piezas que irán en la panza, alas, colas, estabilizador o suelo del pasillo de un avión. A simple vista parece algo sencillo, y ellos afirman que «lo es». Para otro de los alumnos, Álvaro Fernández, lo más complicado son los tecnicismos que hay que aprender, igual piensa su compañera María Salvador.

El alumnado procede de distintas ramas de FP de los municipios de Arahal, San José de la Rinconada, Sevilla y Alcalá de Guadaíra, aunque se han quedado fuera más de ochenta solicitantes, dato que da a entender el interés que existe en la provincia por trabajar en el sector aeronáutico.

Para Antonio Villazán las posibilidades de inserción laboral dependen de la época, «es un sector con altibajos que depende de pedidos, hay épocas que hace falta mucha mano de obra y otras menos». Por eso la utilización de este tipo de materiales en más procesos de fabricación, supone una buena perspectiva de inserción laboral para jóvenes que lleguen de las ramas de Formación Profesional y sean habilidosos.