Arahal implanta nuevos métodos de limpieza viaria y conciencia a la población de su uso

Arahal (Sevilla)

C. GONZÁLEZ

La limpieza de un pueblo es siempre un handicap para cualquier Ayuntamiento porque depende de la inversión municipal en este área y de la actitud de los vecinos. Arahal avanza más en un sentido que en otro, tras las últimas actuaciones municipales en materia de infraestructura, cabe esperar una respuesta de una parte de la población que no siempre es la adecuada.

Continuamente en los perfiles privados de vecinos de Arahal salen fotos sobre barrios que aparecen, sobre todo después del fin de semana, llenos de papeles, restos de envoltorios de pizzas o hamburguesas, latas de refrescos, litronas, paquetes vacíos de tabacos o paquetes de chucherías sin contenido. Las fotos muestran que esta variedad de basura está, en muchas ocasiones, a pocos metros de una papelera o contenedor.

Una de las cajas que ponen el fin de semana para que se tiren las bolsas de basura cuando vuelven los vecinos del campo.

Las denuncias en las redes sociales son cada vez más frecuentes y los gobernantes se hacen eco de ellas, especialmente cuando llevan aparejada alguna crítica hacia su gestión. El delegado de Servicios Generales de Arahal, Luis López Minguet, dice que muchas de estas críticas le aportan ideas para que las medidas tomadas en este área estén lo más cerca posible de las necesidades de los ciudadanos.

En los últimos meses, la gestión ha ido encaminada a acabar con el «bolseo», es decir la recogida de basura casa por casa, que no ha estado exenta de polémica. «Todavía quedaba en zonas céntricas un 27% de las viviendas en las que se recogía la basura de esta manera y había que eliminarla porque suponía suciedad en las calles. La bolsa acababa rota por un perro, por un coche que pasaba o por las patadas de algunos jóvenes que se dedicaban a esparcirlas por la vía pública, eso era insalubre», explica el delegado.

Imagen histórica ya en Arahal porque en diciembre se acabó con la recogida de basura puerta a puerta.

Por eso, después de mantener un pulso con el vecindario que insistía en seguir con la bolsa en la puerta, finalmente consiguieron, con mucho diálogo y medidas especiales en esas calles, acabar con el sistema y, por tanto, reorganizar el trabajo de recogida de los residuos.

Nuevos horarios y más limpieza

Antes, tres personas iban en el camión de recogida, un conductor y dos operarios que echaban la bolsa dentro. Ahora sólo son necesarios dos operarios por lo han dedicado un camión de limpieza que adecenta casi a diario los contenedores y la zona del entorno. Además, ya el camión no sale a las 10 de la noche sino a las 6 de la mañana.

«El nuevo horario y la limpieza ha reducido el mal olor alrededor de los contenedores», dice Luis López. Antes, los camiones salían a recoger bolsas y contenedores a las 10 de la noche para terminar sobre las 5 de la mañana, pero había vecinos, sobre todo en invierno, que dejaban las bolsas antes de irse a trabajar a primera hora, como ya había pasado el camión, se quedaba en el contenedor todo el día.

Antes de recurrir a la multas por la aplicación de las ordenanzas de limpieza de la red viaria, el Ayuntamiento quiere tomar medidas que faciliten la recogida y ponérselo lo más fácil posible al vecino.

Y en esa línea de actuación, además del cambio de horario, incorporan en estos días 40 contenedores nuevos con palanca para abrirlos en distintas zonas del pueblo. Incluso, en determinadas zonas del casco histórico, el camión pasa dos veces, a primera y última hora del servicio, para que se reduzca todo lo posible los malos olores en contenedores que están demasiado pegados a viviendas o establecimientos.

A su vez, tienen otro proyecto para realizar 22 actuaciones que sustituyan estos contenedores por soterrado, concretamente aquellos que reciben más críticas por estar cerca de viviendas. En el pleno extraordinario del miércoles 9 de mayo se aprueba una propuesta de modificación de crédito financiado con remanente de 1.451.927 euros, desde el que saldrán dos partidas para este proyecto de contenedores soterrados (114.000 euros) y para la compra de otro camión de limpieza (147.000 euros).

Mientras que duren las obras para instalar los contenedores soterrados, al menos durante el verano, el área va a implantar una medida que consistirá en retirar durante el día los que existen ahora mismo en estas zonas, que reciben las quejas población por el mal olor no sin antes informar convenientemente a la población. «Entendemos que el mal olor en zonas céntricas por las que hay que pasar cuando hace mucho calor es insoportable, así que se dejarán sólo a primera hora de la mañana y a última de la noche», aclara el delegado.

Acabar con imágenes como esta durante el día, es uno de los objetivos de todas las medidas tomadas por el área de Servicio Generales.

En los últimos meses, además, el concejal ha mantenido reuniones con los comerciantes de Arahal para establecer dos días, martes y jueves, de recogida de cartones, de manera que se acabe con los contenedores de basuras rodeados de grandes cajas, por la mala imagen y, además, el peligro.

Asimismo, les ha dejado un número de teléfono por si un día necesitan de este servicio especial. Y para sumar, ha colocado en la zona comercial de la carretera Villamartín, una especial de jaula para que todos los comerciantes echen ahí también los cartones. Hasta ahora, la zona con dos contenedores se veían desbordada de este tipo de residuos urbanos.

Sumando y observando el comportamiento de la población, la semana pasada tomaron otra medida. Hasta ahora habían recibido muchas críticas por los contenedores instalados cerca de dos colegios de Primaria, El Ruedo y Rodríguez Aniceto. Debido a que los vecinos no respetaban el horario de recogida, echando las bolsas a cualquier hora del día, el paso de las familias junto a estos contenedores era motivo también de protesta en las redes sociales por el mal olor y las condiciones insalubres del entorno que pisaban menores.

«Se trata de zonas que estaban cerca de dos entradas de Arahal, la carretera de Morón y Villamartín, eran contenedores utilizados por los vecinos que vienen del campo con la bolsa», explica López Minguet. La solución ha sido la retirada de estos contenedores y, a cambio, han puesto dos enormes cajas el fin de semana para que echen la basura y no saturen los instalados en el casco urbano, además de intentar acabar con la costumbre, también extendida, de dejar la bolsa en las cunetas.

Para Luis López la clave no está en multar, que será siempre el último recurso, sino en poner toda la infraestructura posible y dar un buen servicio, aunque hay que ir concienciando a la población poco a poco para que no caigan en saco roto estas medidas y, por tanto, el dinero público que se emplea en ellas.

A parte de ir lanzando en las redes oficiales mensajes solicitando a la población mantener limpio el pueblo, también han llegado a un acuerdo con la Asociación El Amparo del Sur para, aprovechando una marcha canina que se celebra el 18 de mayo, repartirán unos folletos avisando sobre la necesidad de recoger las cacas de los perros, otro de los problemas de limpieza del pueblo.

De todas las actuaciones llevadas a cabo, informan a la población utilizando todos los canales posibles. Los vecinos ven poco a poco el cambio en la recogida de basuras, la limpieza de los contenedores y la zona de alrededor o comprueban como en zonas de compras o de paso instalan nuevas «jaulas» para cartones o basura situadas estratégicamente.

El delegado explica que sin la colaboración de la plantilla de este área municipal «no hubiera sido posible hacer estos cambios» por lo agradece la dedicación y el esfuerzo «realizado especialmente al técnico y al encargado». Y pide colaboración a la ciudadanía para mejorar la efectividad de todas las medidas tomadas.

Ahora falta que esta gestión tenga su recompensa y la población se conciencie para garantizar que mantener un pueblo limpio no dependa solo de tomar las medidas necesarias y oportunas, sino en hacer uso de ellas. O lo que es lo mismo, entender de una vez por todas que no es más limpio el que más limpia sino el que menos ensucia.