Aparece un documento en el Archivo de Protocolos de Sevilla de 1888 sobre el Casino Universal de Arahal

Carmen González

Arahal

Pocas instituciones han resistido el paso del tiempo y los cambios de la sociedad como el Casino Universal de Arahal. Cuando se creó hace más de 130 años, había en la localidad 18 centros de estas características, prácticamente «cada familia o grupo social tenía el suyo», concreta el investigador de la historia local, José Manuel Camacho Cintado, que ha avanzado un poco más en la localización de documentación que avala la teoría de que esta «sociedad de recreo» data, como mínimo, de la década de 1880.

El documento más antiguo encontrado de la historia del Casino Universal es unos estatutos firmados en 1886. Convenientemente archivados, aparecen en un papel cuya tinta casi se ha vuelto ilegible por el paso del tiempo. Para reforzar esa teoría, José Manuel Camacho ha conseguido ahora otro documento más, del que un amigo le ha enviado copias desde el Archivo de Protocolos Notariales de Sevilla. «Se trata de un requerimiento notarial del 25 de diciembre de 1988 en el que exigen a los responsables del Casino que aporten una documentación concreta».

La redacción de los estatutos de 1886 ya aparecía en su libro Historia del «Casino Universal Arahal. 1881-2006», publicado en este último año citado.  En el libro también cita otros estatutos posteriores redactados en 1895. Por todo lo estudiado y por los volúmenes de libros que se conservan en la biblioteca del lugar –una de las más antiguas de la localidad-, ya el historiador adelantaba que la creación de esta institución podría datar de los primeros años de 1800.

Como corresponde a un estudioso de la historia y conservador de muchos documentos que ha plasmado en varios libros sobre Arahal, José Manuel Camacho ha hecho copia de este documento junto con una orla con los nombres de los 26 presidentes del Casino Universal, desde Luis Torres (1918) al actual, Antonio García, para que la guarden en las instalaciones y puedan documentar parte de sus orígenes.

Aunque lo que él quiere es que se resalte el valor de una institución, de las pocas de estas características que quedan en la provincia de Sevilla. «El Casino ha pasado por muchas fases desde que se creó y ha resistido la evolución de la sociedad», explica.

Y se refiere a cuando el edificio sirvió como dependencias municipales los primeros meses de la Guerra Civil Española o cuando fue el improvisado hospital para atender a los 30 heridos y reconocer a los 12 fallecidos en el accidente del tren con el autobús de las 10 de la noche el 30 de junio de 1965. Entre los muertos de este siniestro, el peor de la historia de la localidad, se encontraba Antonio Jiménez Pérez, el que fuera en estos años corresponsal de ABC en Arahal.

Tanto José Manuel Camacho (también fue presidente desde 2010 al 2013) como Antonio García reconocen que la labor de tener abierto durante años el Casino Universal es dura porque se trata de un edificio antiguo, construido en 1918, sobre dos casas antiguas y con un valor arquitectónico considerable que requiere de mucho mantenimiento.

«Los azulejos de las estancias son anteriores a la Exposición Universal de 1929, fueron una prueba que hicieron en el edificio para después emplearla en Sevilla». Si el visitante entra en una de estas estancias, podrá comprobar que los azulejos recuerdan la cerámica utilizada en la capital de provincia y que hoy son conjunto monumental y legado arquitectónico. En uno de los laterales de las ventanas que dan al exterior, aparece la fecha de construcción: 1918.

El historiador cuenta que parte de los muebles más antiguos y libros que se encuentran en la biblioteca proceden del antiguo Casino Agrario, uno de los 18 que había en la época junto, por ejemplo, con el Casino Liberal, el Conservador, la Filarmónica, el Republicano… De hecho el Casino Universal fue el último que se incorporó a esta lista de centros recreativos y culturales que definían a sectores concretos de la población de Arahal de finales del XIX.

Camacho considera que es un edificio emblemático en Arahal, situado en la Plaza de la Corredera, que durante años fue, por ejemplo, «el único lugar de noche abierto donde los viajantes y representantes comerciales esperaba tomando café para seguir su camino».

Hoy es un espacio recreativo donde puedes leer una edición en doble tomo de «Don Quijote de la Mancha», de Miguel de Cervantes y Saavedra, con preciosas letras capitulares y dibujos de escenas que son verdaderas obras de arte. O echarle un vistazo a un ejemplar de 1892 en el que cuentan la historia del descubrimiento de América por Cristobal Colón en su 400 aniversario.