Ana Sánchez Bernal: “Me gustaría entrenar a un equipo masculino pero hoy día lo veo inviable”

ENTREVISTA PATROCINADA POR CRISTAL PALACE-PÁDEL SPORT:

Apasionada del deporte desde pequeña, Ana Sánchez Bernal no podría concebir su vida sin un balón de por medio. Pronto comenzaría a darle patadas y a practicar otras disciplinas deportivas mientras fue creciendo.  Así, a sus 18 años decidió prepararse profesionalmente en la Licenciatura de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y hacer de su afición su trabajo. Lleva 6 años de entrenadora del Club Sanel y tres como integrante del cuerpo técnico del 50 % del Sevilla F.C. femenino. Pero la arahalense no quiere quedarse ahí. Es autoexigente y ambiciosa, características que le hacen soñar en un futuro con entrenar en la máxima categoría femenina o incluso ponerse a las órdenes de un equipo masculino de nivel. Aunque esto reconoce que actualmente es bastante “difícil”. No obstante, va dando pasos y, en un mundo dominado por hombres, ya ha conseguido colarse entre los mejores entrenadores también del género opuesto. Así lo han manifestado los votantes de Fútbol Carrasco considerándola la tercera mejor de toda la categoría femenina de Andalucía y parte de Extremadura. También, el Comité de entrenadores ha visto su valía, siendo una de las dos únicas mujeres entre 200 candidatos a las que les ha concedido una beca para aumentar sus conocimientos durante el verano en un club de Alemania. 

A. SOLANO

Ana durante la entrevista en el césped del Sánchez Pizjuán. Foto: AI

Feliz, contenta, alegre… Así nos encontramos, después de unos días intentando quedar con ella, a Ana Sánchez Bernal en la puerta del Ramón Sánchez Pizjuán, el estadio del equipo de sus amores. Lógico. Acaba de llevarse una alegría que confiesa “no se esperaba” al comprobar el apoyo  que le ha brindado el entorno del mundo del fútbol votándola como una de las mejores técnicas de categoría femenina de las comunidades andaluza y extremeña. “Ni me había enterado. Me avisaron mis jugadoras a través de un mensaje que estaba nominada a estos premios de Fútbol Carrasco. Al final quedé la tercera, pero me hubiera dado igual haber sido la décima. Ya el simple hecho de estar ahí con los mejores entrenadores y entrenadoras del fútbol femenino, desde segunda división hasta juvenil, es un premio”.

Eso nos explica una vez que nos adentramos en las entrañas del feudo nervionense y llegamos hasta el área técnica del recién renovado Unay Emery. Allí, nos acomodamos, justo en los asientos que acaban de frecuentar Vicente Del Bosque y sus internacionales en el partido de España ante Bolivia, para charlar con ella en el lugar donde más cómoda se siente: el banquillo.

Ana en el banquillo del Sevilla F.C. Foto: AI

Los datos lo demuestran. A pesar de su juventud, ya lleva 6 años como entrenadora  en el Club Sanel de Nervión y, tres, enrolada en las filas del cuerpo técnico sevillista, consiguiendo verdaderos logros. Sin ir más lejos, esta temporada ha hecho campeón de liga al equipo juvenil y lo tiene clasificado para las semifinales de la Copa Federación, además de conseguir junto a su compañera Maribel Márquez el subcampeonato con el filial rojiblanco: “Estoy muy satisfecha y contenta porque hemos cumplido el objetivo, que no solo es hacer un buen papel en liga sino también subir y formar a jugadoras al primer equipo. Esto está más que cubierto. Y además, individualmente, lo de la nominación ha sido ya el colofón final a la temporada”.

Continuo proceso de formación

Desde que llegó tres campañas atrás al Sevilla, ha ido creciendo en su trayectoria. Entró de la mano de su compañera Maribel en el sub 12 femenino realizando funciones propias de un ayudante técnico y delegado. Pero poco a poco la responsabilidad iba aumentando hasta llegar a hacerse cargo del segundo y tercer equipo de la sección femenina, como entrenadora y preparadora física respectivamente. Lo mismo le ocurrió en su otro club, el Sanel, donde hoy día es la coordinadora. Todo ese proceso ascendente siempre en paralelo con su formación personal, complementándola con nuevos estudios de postgrados como un Máster en Educación y otro en Fútbol.

Actualmente, Ana sigue en ello con el aprendizaje del inglés y el curso de entrenador nivel 2, además de la beca para desplazarse a Alemania en unas semanas para incrementar su formación técnica, algo que pocos han conseguido después de un duro proceso selectivo. Sabe que es fundamental la preparación porque hoy día el fútbol femenino está “a años luz del masculino” y no pueden vivir de este deporte. Ella, junto a sus 40 jugadoras, tienen que compaginar sus estudios o trabajo con el deporte: “En Sevilla, las jugadoras no son profesionales. Por el norte, los salarios sí están mejor y las jugadoras son medio profesionales, pero hasta donde yo sé también compaginan la vida futbolística con la laboral. Aquí no ocurre como en el norte de Europa o EEUU, donde sí son profesiones y viven de ello”.

Ana dando órdenes a sus jugadoras. Foto: A.B.

El fútbol femenino… muy lejos aún del masculino

Y es que el fútbol masculino lo eclipsa prácticamente todo dejando muy a la sombra su homólogo femenino. Ana lo sabe y es consciente de que hasta que no ocurran una serie de elementos todo va a seguir igual: “El fútbol femenino va avanzando pero muy poco a poco. Uno de los inconvenientes que lo impiden crecer es la concepción cultural que seguimos teniendo en la sociedad con muchos prototipos, prejuicios…  Tendría que cambiar la cultura y mentalidad desde edades pequeñas y también haber más apoyos de patrocinadores, medios, federaciones, clubes profesionales masculinos y de los iconos y estrellas mundiales del fútbol como Iker, etc”

Por eso y aunque le gustaría, ve muy complicado a día de hoy poder sentarse en un banquillo de hombres: “Me gustaría entrenar a un equipo masculino pero actualmente es inviable. Un hombre puede entrenar a cualquier equipo pero la mujer está encasillada en lo femenino. Es verdad que ahora ha salido un caso de una entrenadora portuguesa que se hará cargo de un equipo profesional de la Segunda francesa. Pero en España es difícil. Aún sigue habiendo muchos prejuicios. Yo soy entrenadora de equipos masculinos de benjamines y alevines y no he tenido ningún problema, pero es solo a nivel local. Cuando el círculo se amplia, todo va cambiando”.

Ana Bernal en un entrenamiento con uno de sus amigos: el balón. Foto: A.B.

Autoexigencia, clave para crecer y conseguir los retos

Aunque eso es algo que para Ana no supondría problema. No le asustan los retos y tampoco le teme a la exigencia. De hecho evade esa “cierta tranquilidad o comodidad” que podría tener la entrenadora  al contar con menos presión o repercusión: “Por el simple hecho de ser mujer no quiero ser cómoda. Yo quiero seguir avanzando y hay que exigirnos como al género opuesto. El fútbol es fútbol para todos y al final lo que queremos son rendimientos”.

Lo tiene claro. La exigencia, para ella, va de la mano del trabajo y es fundamental para avanzar en la vida. Por eso, cuando le propusieron hacerse cargo junto a su compañera Maribel del segundo y tercer equipo viniendo de categorías inferiores no dudó en dar el paso. Y ahora también lo daría para seguir creciendo: “Estoy disfrutando de esta experiencia actual, pero como mujer ambiciosa que soy me gustaría llegar a un primer equipo nacional. Sé que la mayoría de los banquillos están ocupados por hombres pero creo que estamos formadas y tenemos capacidad para obtener buenos resultados. Ojalá pueda ser en un futuro aquí, en mi ciudad, con mi equipo, con mi club y con mis jugadoras”.

Ana junto a su compañera Maribel durante un partido.

Sería una de sus máximas ilusiones. Ser entrenadora en Primera en el deporte que siempre le apasionó. No obstante, no fue el único. Gracias a esa afición por este mundo, inculcada por su familia, fue una deportista casi completa desde pequeña: “Mi pasión me viene de mi familia. Es lo que he vivido. En verano, en mi campo, son 24 horas de deporte, tanto en la tele como practicándolo. Siempre he jugado con mis padres, primos… todos hacen deporte y ahora incluso más porque soy yo la que les inculco los conocimientos que he adquirido para que sigan practicando y aumentar su calidad de vida”.

Esa pasión hizo que su práctica deportiva no se limitara a una modalidad, sino que su contacto con el deporte fuese a través de diferentes disciplinas: “He hecho balonmano, atletismo, natación y, fútbol, fútbol sala”.

Su trayectoria en el Arahal F.S. femenino

En este último compitió durante 6 años formando parte del entrañable equipo femenino de Arahal, viviendo una etapa que recuerda perfectamente  y en la que compartió vestuario con una de las mejores del mundo: la arahalense Amparo Jiménez.: “Es una crack mundial. Soy seguidora suya. Recuerdo un gol que nos metió en una final de un campeonato contra el Universidad Planta. Era una falta para una zurda cerrada y ella siendo diestra la clavó por la escuadra con un auténtico golazo. Desde ese momento, yo sabía que podría conseguir lo que se propusiese en el fútbol. Ahora tiene mucha repercusión. Cuando digo que soy de Arahal, me la mencionan y yo presumo de ser su amiga”.

Ana, como jugadora, golpeando el esférico.

Para Ana, fueron especiales esos momentos en el equipo viviendo ascensos y buenos resultados. Por eso, se alegra mucho de que en la localidad se haya creado este año un equipo de fútbol femenino y otras chicas puedan repetir una experiencia similar: “Me enteré por vosotros, por Arahal Información. Cuando leí la noticia pregunté a la Delegación para ayudar en todo lo que pudiera. Me gusta que no se pierda el fútbol femenino en Arahal, del que ha salido Amparo y varias jugadoras más compitiendo en Segunda y en  Provincial”.

Un mensaje para las chicas que vienen por detrás

La arahalense conoce perfectamente qué significa competir en este deporte. Ha jugado campeonatos de Andalucía y de España con la Universidad Pablo de Olavide, siendo la capitana. Sabe lo bonito qué es pero también los obstáculos que pueden originarse, sobre todo ahora al principio. Por eso, ella las anima a seguir adelante: “Deben disfrutar y ser constantes con aquello que les gusta. Así seguirá el grupo unido. Yo espero ir a Arahal y enfrentarme a ellas. Mi apoyo lo tienen desde el primer momento”.

Son palabras de una actual campeona de liga. De una joven arahalense ambiciosa y exigente, pero a la vez humilde y familiar que disfruta de la vida con aquello que siempre amó: el deporte.