Alfonso Pereira viste con sus diseños productos que ya están en estanterías de medio mundo

#ElValordeloNuestro

Arahal.

Fotos: pitagorasfotos.com

Texto. C.GONZÁLEZ

Cuando comienza el calor en Andalucía, el diseñador Alfonso Pereira Dominguez (Arahal, 1982), recibe los primeros encargos de diseños para vestir la campaña de mantecados de Estepa. Este tipo de empresas, y no es la única, ha hecho que el arahalense ponga sus trabajos en estanterías de tiendas gourmet, supermercados, restaurantes y bares de todo el mundo. Su meta ahora son los premios y ha empezado con uno a nivel internacional, el SIP AWARDS 2017 a la mejor cata (para la Destilería Joaquin Alonso) y mejor botella por su diseño de la gim Bruni que se entregó a los representantes de la marca en California. Nada mal para un joven que lleva sólo 6 años creando.

Alfonso Pereira acaba de estrenar estudio en la céntrica calle Nueva de Arahal, a pocos metros de la Plaza de la Corredera. Un espacio pequeño donde un sofá estilo francés y un frigorífico vintage le dan el toque exacto del gusto decorativo de su propietario. Tres estanterías cargadas de cajas, botellas, botes, latas, resumen seis años de diseños. Hoy se llama a este trabajo packaging, y para encargar sus diseños vienen desde diferentes puntos de la provincia, región y resto del territorio nacional.

Seis años que han cundido. Alfonso no tiene tiempo de echar la vista atrás pero dice ‘horrorizarse’ de los primeros trabajos. Sus diseños han evolucionado y están siendo reconocidos por empresas con proyección nacional e internacional. Como Agerul, Mantecados Moreno, Salsas Asturianas, Jamones Benito, Enoro, Ginoro, Legumbres El Valle, Manzanilla Olive, Semillas Jarad, Salditos, Los Artesanos, Cartering Las Torres, La Reina del Verdeo. Gracias a estas empresas, con las que trabaja a diario, consigue que, por ejemplo, toda una línea de sus diseños esté en las estanterías de dos de los principales centros comerciales de España, El Corte Inglés y Carrefour.

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A su puerta llaman cada día empresas de todos los sectores, mantecados y pastas, entremeses, pescado, fruta, aceites y aceitunas, hostelería, catering, legumbres, comida para animales, comunicación. Hay pocos sectores en los que aún no haya entrado y su forma de trabajar ya lo obliga a ir escogiendo entre los proyectos que más lo ilusionan. Además sigue pendiente de la actualidad del diseño, de cada congreso en el que se traten sus tendencias. Alfonso va siempre con los ojos abiertos estudiando las líneas decorativas, las fotografías, la imagen de las empresas.

Una de las últimas líneas que trabaja es la adaptación del etiquetado y presentación de los productos a los países árabes. Un trabajo que se identifica por el estilo porque el arahalense no pone autoría a sus diseños. ‘No me gusta quiero que se me identifique por el trabajo, por el boca a boca’, dice. Sólo de vez en cuando, no siempre, pone en su perfil de Facebook algo de la trayectoria del trabajo diario, lo más llamativo.

En esta línea sigue, no quiere crear una gran empresa con muchos trabajadores. ‘Esa no es mi aspiración, ya sólo quiero reconocimientos, premios’, reconoce el diseñador. Sobre todo porque el acto de crear es para Alfonso algo íntimo, no necesita entretenimientos externos, desconecta el teléfono y se sumerge en líneas, formas, colores, tipografía, busca y encuentra.

Y hasta que el diseño no está refinado, no está contento. A veces, hay trabajos especiales en los que emplea pasión y conocimientos (esos que adquirió en el Universidad CEADE durante tres años) pero sobre todo aquellos que ha ido absorbiendo con el paso del tiempo de otros creadores y tendencias de la vanguardia del diseño.

En ello está en la actualidad, pendiente de la escuela del diseño catalán, en Barcelona se concentra las empresas más innovadoras del sector. ‘Los colores van ya de paso, la última línea tira por lo natural, por utilizar papel reciclado y pocas tintas, sobre todo en el sector de la alimentación, todo el mundo quiere comer sano y ésto lo tiene que reflejar el diseño’, explica.

Este mes ha empezado con la puesta en escena de sus diseños de dos empresas de mantecados, Mantecados E. Moreno, con los que ya ha trabajado en campañas anteriores, y Dulces Gamito, una empresa estepeña que ha apostado por su trabajo. Y, aunque la temporada del mantecado es desde septiembre a diciembre, cada vez más las empresas de este sector apuestas por abrir nuevos mercados y mantener la producción de dulces en distintas variedades durante todo el año. Por ejemplo, su introducción en el mercado árabe con la elaboración del producto sin utilizar uno de sus ingredientes, la manteca de cerdo.

Nuevas líneas de mercado para las que Alfonso Pereira tendrá que crear el packaging que encontrará el consumidor en las estanterías de cualquier parte del mundo. Y poca gente sabrá que lo que ha llamado su atención para que escoja esa caja o paquete, se ha creado en un pequeño estudio de la calle Nueva de Arahal, al calor de las ideas de un diseñador.