Gabi, el galgo tirado en un río de Arahal, ha vuelto a nacer para ser tratado como un rey

Gabi, el galgo tirado en un río de Arahal, ha vuelto a nacer para ser tratado como un rey

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Cuando los dos niños de Arahal liberaron a Gabi del saco dentro del río Guadaíra a donde lo habían tirado después de apalearlo, salió huyendo pero volvió, porque quiso saber qué había pasado con sus dos compañeros que, como él, sufrieron el mismo maltrato pero no la misma suerte. Porque este galgo color canela clara desde que lo encontraron en una calurosa tarde de este mes de julio, no ha tenido más remedio que aceptar que no todos los humanos quieren hacerle daño. Hoy, bajo la seguridad de la protectora El Amparo del Sur, parece otro animal, aunque sigue mirando con desconfianza a los hombres. Sólo se relaja si lo acarician mujeres.

El caso de los dos galgos muertos y uno maltratado encontrados en un río a su paso por la localidad sevillana de Arahal ha sido objeto de publicación en medios de varios países del mundo después de que PACMA, el partido que defiende a los animales, lo publicara en sus redes, con la ayuda de El Amparo.

Gabi tiene ya un futuro, porque aunque de momento está bajo la tutela de la protectora arahalense, esperando que el juez dictamine su cesión definitiva, la prestigiosa asociación SOS Galgo, que consigue adopciones por todo el mundo, ya se ha interesado por este animal que supera poco a poco el pavor que tiene especialmente a los hombres. Hasta aquí ha llegado después de estar casi un mes ingresado en la clínica Cruz Verde de Morón de la Frontera.

Sólo se relaciona con mujeres

«Vamos avanzando poco a poco. Con mucha dependencia porque no quiere estar solo. De momento, sólo se relaciona con mujeres», explica Luz Pérez, una de las voluntarias que más tiempo lleva en la protectora, fundadora de esta asociación junto con Olga Diana. Ambas han estado muy pendiente de este caso, no porque sea extraordinario, sino por la crueldad con la que han tratado a tres animales, apaleados, metidos en un saco y hundidos en el río.

Gabi se salvo porque el destino quiso que pasaran dos niños por ese inhóspito lugar donde fue encontrado, un paraje conocido oficialmente como Gil Gómez pero pegado al Molino de La Rubia. Iban en bicicleta y vieron que uno de los sacos se movía. Gabi, guiado por el instituto de supervivencia, había sacado el hocico por una pequeña apertura que había dejado el lazo que cerraba el saco, gracias a eso y a la actuación de estos menores, consiguió sobrevivir.

Según contaron, en ese momento, salió corriendo asustado, pero poco después volvió. Entonces pensaron que había ido en busca de sus compañeros, porque el único momento en el que consiguió incorporarse y superar el agotamiento, fue al sacar los dos agentes de la unidad del SEPRONA de la Guardia Civil los dos sacos del agua con los otros dos galgos muertos.

Gabi, el día que fue encontrado mirando a otro de los galgos que apareció muerto.

Caso extraño

Desde primera hora, el caso es cómo mínimo extraño. Tres galgos apaleados y tirados a un río con microchip a nombre de la mismas persona. Según comentaron los agentes del SEPRONA en el lugar de los hechos, era la primera vez que estaban ante un caso así. Porque maltrato animal encuentran casi a diario, pero dejar una pista que identifique al dueño y responsable de los animales, es muy raro.

Sobre las diligencias no se sabe más, salvo que en días posteriores llamaron para declarar a la personas cuyos datos figuraban en el microchip y a los menores que encontraron a los animales. Y, también, como resultado de estas pesquisas, comunicaron, a través del gabinete de prensa de la Benemérita, que estaba siendo investigado un hombre de 60 años vecino de Arahal.

De momento, se han personado en la causa por la muerte de los galgos y por infringir heridas graves a otro, las protectoras El Amparo y Galgos del Sur, y el Partido Animalista PACMA que pedirán la máxima pena en estos casos para el responsable.

Síndrome de ansiedad

Mientras la justicia actúa, la principal preocupación de El Amparo es que Gabi se recupere totalmente. «En casa es muy cariñoso, no se despega de la persona, lo que refleja el síndrome de ansiedad por separación que tiene. No quiere estar solo».

En estos días están a la espera de que analice su estado un etólogo (ciencia que estudia el comportamiento de los animales) «para que nos haga informe de valoración psicológica de Gabi y poder aportarlo al Juzgado».

Las diligencias de la Guardia Civil siguen en Fiscalía, a la espera de que trasladen a Juzgado y las partes personadas puedan acceder a ellas, según ha informado a las voluntarias de El Amparo, la abogada que lleva el caso, del bufete Bolonia Abogados.

Investigado un vecino de Arahal por presunto maltrato a tres galgos, dos de ellos muertos