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Coronavirus

«Los políticos se están preocupando de que no haya más enfermos, no de curarnos»

«Los políticos se están preocupando de que no haya más enfermos, no de curarnos»

[hierros]

 

Rosario tiene 37 años. Hace más de un mes le confirmaron que está contagiada de COVID-19. Desde entonces, está sufriendo un calvario absoluto para conseguir no solo un tratamiento que mitigue los síntomas en su casa, ya que no ha sido ingresada, sino que recorre cada día centros de salud y urgencias de hospitales en busca de, al menos, mejorar los síntomas que padece.

Ayer, estalló, tras leer en un periódico el titular “Sevilla mantiene a raya el coronavirus con solo 12 casos nuevos”, porque justo acababa de salir del servicio de urgencias del hospital Virgen Macarena sin una solución. Otra vez sin una solución.

A urgencias del Macarena

“Me mandaron de urgencias al Macarena, y me metieron por una puerta trasera a la sala de espera, la cual han habilitado a pacientes Covid. Allí había siete personas más, todos alrededor de mi edad excepto dos señores que podrían rondar los 60. Unos ya sabíamos que éramos positivos, otros estaban allí por síntomas muy compatibles con ello, de todos nosotros solo a dos personas le hicieron el test, y uno de ellos se quedó ingresado (era uno de los señores mayores)”. Así comienza su relato, en el que ya hay al menos cinco personas que se han ido a casa con síntomas de coronavirus pero sin que se les haga la prueba que lo confirme. En realidad, solo en este hospital fueron más, ya que “hubo gente que se fue antes de que yo ingresara con su papelito en mano y sin prueba COVID, por lo que en todo el día de ayer no solo fuimos ocho los que pisamos el Macarena para esto”.

Señala que las personas que allí estaban antes que ella “llevaban entre 11 y 9 horas esperando resultados, personas enfermas, que no habían comido, no habían bebido agua en estas horas, ni máquinas expendedoras para poder usar de ningún tipo, aislados, atrapados y abandonados, porque había momentos en los que no había ni médicos en las consultas, a las cuales llamamos y abrimos las puertas en varias ocasiones buscando sanitarios para pedir explicaciones”.

Sin una máquina para tener agua

“Gente enferma, abrigadas con sábanas del hospital (no podemos olvidar que muchos acudimos con fiebre) mareada, deshidratada, cuando lo que más que te recomiendan en estos casos es beber agua. Hubo quien pidió irse por propia voluntad pero nos informaron que no podían dejar que nos fuéramos ¿cómo? ¿Además estamos secuestrados? Los que se fueron con su alta en la mano no podían con la indignación: diez horas esperando un análisis de sangre rutinario y sin prueba Covid y les dicen que todo está bien, puedes irte a casa y no salir en 14 días”.

Ella, concretamente, salió de urgencias en torno a las 2.30 de la madrugada. “Me quedé solo acompañada por uno de los jóvenes que estaban allí desde el mediodía y seguía esperando su resultado de RCP cuando yo me fui con mi diagnóstico, y mis papelitos repletos de más medicamentos de prueba. Ahora añadimos corticoides, ‘ensayo-error’. Esto no es más que otro síntoma a sumar del maldito virus que me amarga la existencia”.

Una insoportable hinchazón en las piernas

A los síntomas ya conocidos de la enfermedad, a ella se le une la hinchazón y picazón en las piernas en cuanto comienza a caminar, algo que están desarrollando algunos enfermos. Solo el recorrido en los pasillos del hospital para buscar ayuda era un calvario. “Si no ando, no pasa nada. Si lo hago, el picor es insoportable”. “No es que tener el virus te haga parecer una bomba nuclear andante y continuamente los médicos te recuerden que puedes contagiar a la gente, a tus vecinos, que si estás bien confinada, que no uses zonas comunes o qué incluso te reprochen que esa mascarilla que llevas no es la adecuada (cuando has pagado por ella lo que te han pedido) pero era la mejor que había en la farmacia. Lo peor de tener el COVID-19 es que lo que más importa, no es curarte a ti, que tienes el bicho pegado a tus pulmones desde hace más de un mes, sino que no se contagien los demás”.

Por eso, lamenta que todo se esté reduciendo a dar datos. “Hoy celebran en Sevilla que hay pocos positivos e ingresos. Pues claro que hay pocos positivos, no se hacen los test. Felicidades a nuestros políticos que hacen que los enfermos de COVID seamos tratados así por nuestra sanidad para un recuento tan positivo.

Periodista corresponsal de la Agencia EFE, El Correo de Andalucía, eldiario.es... entre otros medios. Cubre principalmente Huelva y Sevilla en varios medios radiofónicos y prensa digital.

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