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Sucesos

Casariche se echa a la calle exigiendo tranquilidad y seguridad para su pueblo

Casariche se echa a la calle exigiendo tranquilidad y seguridad para su pueblo. Menos de 24 horas después de que dos individuos entraran en una vivienda y huyeran por los tejados ante la aparición de la Policía Local y Guardia Civil.

Más de la mitad de la población de Casariche ha acudido a una concentración en la Plaza del Ayuntamiento a raíz de los incidentes ocurridos la noche anterior. Dos individuos, de origen rumano, entraron en una vivienda. Su propietario los descubrió y llamó a la Policía Local, en pocos minutos los agentes los buscaban por los tejados que hay entre la Travesía calle Río Yeguas y la Plaza de Triana. Uno de ellos fue detenido y el otro está en paradero desconocido.

En Casariche piden más seguridad y protección. Y por eso gran parte de la población ha acudido a expresar públicamente su malestar antes los hechos. Piden al alcalde, Basilio Domingo Carrión, y a las fuerzas de seguridad, que se tomen medidas para que el pueblo siga siendo, como hasta ahora, «muy tranquilo».

Entre las medidas, apuntan a que haya más efectivos en el pueblo, sólo cuentan con una pareja por turno de la Policía Local, «la Guardia Civil tarda en llegar cuando ocurre algo». Además piden que, a la hora de alquilar viviendas en el pueblo «se investiguen si los que viene de fuera tienen algún tipo de antecedentes». Así lo concretaba en unas declaraciones realizadas a AIONSur.

 

Más de 300 personas, avisadas por whastapp, se echaron a la calle

A última hora del día de Reyes, cuando les llegó el aviso por mensaje de whastapp y redes sociales de que intentaba robar en una vivienda y los había cogido dentro, más de 300 personas se echaron a la calle. Primero hicieron un cordón humano para que no escaparan por el descampado por donde habían accedido y cuando oyeron que uno de ellos había caído en el patio de la vivienda del cura, acudieron a la puerta de la casa situada en la Plaza de Triana (justo detrás de la zona por donde habían entrado).

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Ya por la mañana había una tensa calma en Casariche. La Guardia Civil estaba en la casa de José Manuel Romero, vecino que dio el aviso poco antes de las diez de la noche del día de Reyes. Su vivienda está situada en la calle Río Yeguas, estaba fumando un cigarro en la cochera cuando escuchó el golpe. Los asaltantes, dos hombres de origen rumano, habían roto la reja de una ventana y estaban en el interior de la vivienda. Su propietario se encerró, dentro estaba su mujer, Lidia, y sus dos hijos, de 9 y 5 años de edad. Llamó a la policía y a su familia.

En pocos minutos, los agentes llegaron y subieron a la azotea. Al mismo tiempo, numerosos vecinos del pueblo, avisado por mensajes de whastApp, se concentraron alrededor de la vivienda viendo cómo los asaltantes intentaban escapar pasando de una azotea a otra.

El detenido cayó el patio de la vivienda del cura

Los vecinos formaron un cordón por el descampado que hay junto a la casa de José Manuel, viendo como la Policía Local, alumbraba con linternas a los asaltantes. Una vecina asegura haber visto a uno de ellos tirarse desde una casa a la calle y huir hacia las vías del tren cercanas a la zona. El segundo de los asaltantes fue saltando de tejado en tejado, los mismos vecinos desde sus balcones indicaban que iba dirección Plaza de Triana. En una vivienda de esta Plaza, la del cura del pueblo, jubilado ya, cayó al patio, donde lo encontraron detrás de una planta de jazmines.

Cuando se corrió la voz, cientos de vecinos se concentraron en la puerta, increpando e insultando al detenido. Ya estaban en el lugar varias patrullas de la Guardia Civil, llegadas desde diferentes puntos de la comarca, para evitar peores consecuencias a la tensa situación que se vivía.

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La reacción de los vecinos se debe, según indican, a que lo ocurrido «se veía venir». Al día siguiente de la intrusión en las viviendas protagonizadas por estos dos individuos, en el Bar El Costalero, varios vecinos decían que no paran de registrarse robos en la localidad, incluso hace poco intentaron agredir a dos niñas. Y, según cuenta José Manuel Romero, ayer ya la Policía Local estuvo en su casa por la mañana porque había encontrado en su azotea varias pisadas en la pared que no eran de la familia. Los agentes le dijeron que estuviera pendiente. Unas horas después, asaltaron su casa.

Con incertidumbre y miedo

Tanto José Manuel, como parte de su familia, aseguraban que acabará pasando «una desgracia». «Estoy con incertidumbre y un poco de miedo porque sabes que han entrado en tu casa, no sabes si hay más como ellos, si son bandas organizadas, qué es lo que intentan, en Estepa hace unos días ya han agredido a un vecino que está muy mal el pobre. Sólo sabemos que la situación va a peor», comenta.

Tanto en la concentración de por la tarde como durante todo el día, los vecinos insistían que «Casariche no es una pueblo racista». Hay familias inmigrantes llegadas de distintas zonas de África que están integradas en el pueblo, trabajando en las granjas de pavos y con los niños escolarizados. Con ellas nunca ha habido problemas y llevan muchos años aquí. «Son los rumanos, no quiero decir que sean todos, los que vienen armando jaleo, intentos de robos, intimidación a las vecinas».

Después de los ocurrido van a estar más pendiente de exigir que la administración tomen las medidas necesarias para que el pueblo siga siendo tranquilo.

 

Periodista. Directora y editora de aionsur.com desde 2012. Corresponsal Campiña y Sierra Sur de ABC y responsable de textos de pitagorasfotos.com

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