Once días sin noticias de José Ternero Benjumea

Once días sin noticias de José Ternero Benjumea. Este vecino de Marchena desapareció el 1 de diciembre y, de momento, la familia dice no tener ni una sola pista de su paradero. Pide ayuda e insiste que el hombre puede tener ya abundante barba para que lo tengan en cuenta al ver la foto.

Once días llevan buscando a José Ternero Benjumea, un vecino de Marchena de 83 años. Su familia ya ha traspasado los límites locales y comarcales para trasladarse a Sevilla. Cada vez están más convencidos de que “el abuelo” ha cogido un autobús o se ha montado en un coche para ir a algún lugar porque no hay otra explicación. Pero lo extraño es que a nadie le ha dicho nada, sólo salió a dar un paseo mañanero.

Miguel Ternero, hijo de José, preguntó a la Guardia Civil cómo era posible que desapareciera de esa manera, “como si se lo hubiera tragado la tierra”. Desde el día 2 de diciembre, lo han buscado hasta seis kilómetros entorno a la localidad.

Han peinado la zona. Familias, Guardia Civil, voluntarios de Protección Civil, 112 Emergencias, más de un centenar de vecinos. Decenas de personas que se han echado a los caminos, carreteras, parando en casas abandonadas, inspeccionando puentes, arcenes, gavias, ríos y campos. Ayer, tanto agentes de la Guardia Civil como su familia continuaban por la Vía Verde y la Vereda de Sevilla. En muchos lugares incluso han repetido, y no hay rastro de este hombre que salió a dar un paseo.

El último vecino con el que habló

El último día que lo vieron fue el 1 de diciembre, sobre las 9:30 horas. Salió de su casa en la calle Carreño y bajó por la Vereda de Sevilla que acaba en la avenida que recorre el recinto de Feria, a un paso del campo. La última persona con la que habló es el “Bili”, un vecino de Marchena que sufrió un accidente y con el que se paró un momento. Después, de lejos, lo vieron otros dos vecinos, “José Harry y El Veneno”, en ese momento ya estaba junto al camino de las Horucas, perpendicular a ese recinto de feria. Eran entre 10:15 y 10:30.

Precisamente en este camino fue donde comenzó la búsqueda de la familia, y de la Guardia Civil el día 2 de diciembre cuando comenzó oficialmente su búsqueda.

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Este fin de semana, la familia ha estado en Sevilla.Después de tantos días sin rastro de José Tenero la única posibilidad que ya les queda es pensar que se hubiera montado en un autobús o en un coche para irse de Marchena. Una posibilidad que no han tenido en cuenta, porque, según cuenta su familia, “no hay motivo”.

José Ternero vive entre Ibiza y Marchena. Pasa temporadas en estas dos localizaciones donde están repartidos sus cinco hijos. En Ibiza está con su hija Encarnación y llegaron el 2 de octubre para pasar las fiestas navideñas.

El hijo no ha vuelto a trabajar desde la desaparición

Físicamente está bien, “aunque desde que se cayó en la playa de Ibiza, no se fía mucho de las piernas”, cuenta el hijo. Por eso y por la lluvia registrada en los últimos meses, salía menos. “Muchos días se subía a la azotea para aprovechar el solecito y bajaba a la hora de comer, por la tarde me espera para ir a la Plaza Ducal, donde vive mi madre y me acompañaba”, explica su nuera, María del Mar Guerrero. Al momento se echa a llorar.

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Miguel trabaja en el campo y desde que desapareció el abuelo, no ha vuelto. Dice su mujer que le está afectando tanto que hay momentos que no sabe lo que dice. Pero sigue buscando. Asegura que si encuentran a su padre se hará voluntario de Protección Civil. “Se ha volcado todo el pueblo y no puedo ni salir a la calle sin que me paren continuamente para preguntar”, apunta.

La familia ya contempla que se haya ido en autobús o en un coche alguien lo haya montado y esté en Sevilla o en algún lugar. Después de once días, quiere que la gente tenga en cuenta que en la foto no tiene barba y “a esta hora, si está desorientado en algún lugar, ha podido cambiarle la cara porque le crece mucho”. Por eso pide que si ven a un anciano tapado “porque debe tener mucho frío, se fijen bien”.

13 kilómetros por Sevilla

En Sevilla, la familia ha recorrido estaciones y plazas, repartiendo carteles con su foto, hablando con todos los policías locales. Han ido a Santa Justa, al Prado, por los alrededores, “hemos hecho 13 kilómetros andando” y ni una pista de José Ternero.

El desaparecido es un hombre fuerte, “que habla con todo el mundo”. Si se empeña en ir lejos, lo hará aunque tenga que preguntar a mucha gente”, asegura su hijo.  Por eso piensa que cabe la posibilidad de que se haya ido, pero, al mismo tiempo, siente incertidumbre “porque a nadie le ha dicho nada, llevaba la cartera con su documentación y 20 euros”.

Solo salió a dar un paseo. Y once días después nadie sabe nada de su paradero.