Un mes y medio sin ver a su hija después de que la madre se la llevase a Siberia

Un mes y medio sin ver a su hija después de que su madre se la llevase a Siberia. Un hombre natural de Lepe (Huelva), José Antonio F., ha pedido ayuda al Gobierno español para poder ver a su hija de cuatro años, nacida de una relación con una ciudadana rusa en Vietnam.

Según la denuncia presentada, la tiene retenida en Siberia desde hace mes y medio sin que él pueda verla.

Según ha explicado el propio padre, conoció a la madre de su hija en Vietnam, a donde se había desplazado a trabajar desde el municipio onubense, y donde nació la niña el 7 de octubre de 2014, produciéndose enseguida los primeros problemas en la pareja, además de que tuvo también problemas para conseguir la nacionalidad de la menor, que ahora es rusa-española.

Se fue mientras él trabajaba

La situación que vive en la actualidad sin poder ver a la niña ya la vivió en su día “cuando al regresar del trabajo me encontré con que no estaban, sin nota que informada de donde estaba ni nada parecido, y la busqué por todos sitios, embajadas y consulados, pero no tenía nada que acreditase que era mi hija, hasta que finalmente la pude inscribir oficialmente”.

En esta situación, hace semanas la madre le comunicó que se había llevado a la niña a Siberia, donde trabaja en una guardería -en la foto mientras José Antonio intenta ver a la niña-, y con un visado de tres meses se marchó a la ciudad rusa de Krasnoyarsk para estar cerca de la niña, “a la que podía ver siempre con la condición de que le entregase el pasaporte a la madre mientras la niña estaba conmigo, cosa a la que accedí”.

En esta situación ha estado durante tres años y medio, con viajes esporádicos a Siberia, hasta que ahora, con un visado de estudiante de un año, ha alquilado un piso en la ciudad ciudad, donde se estableció el pasado 6 de octubre, y el 18 del mismo mes recogió a la niña en la guardería y la pequeña le pidió dormir con él esa noche, lo que hizo contra la voluntad de la madre.

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Según su relato, a la mañana siguiente la madre se personó en la vivienda junto a la abuela de la niña y dos personas más que intentaron entrar por la fuerza y de forma violenta en la casa, y tras llegar la Policía, ya en el cuartelilo, interrogaron a la pequeña para que ella dijese con quién quería vivir, “y con cuatro años ella dijo que con su madre”.

La mañana de ese 19 de octubre fue la última vez que vio a la niña hasta ahora, ya que todas las veces que ha acudido a la guardería le han dicho que no estaba, no responde el teléfono ni le abren la puerta de la casa, “y lo he denunciado, el consulado ha emitido una petición de búsqueda de la niña, pero yo sigo sin verla desde hace un mes y medio”.

José Antonio ha pedido amparo al Gobierno español para solucionar su caso, ya que tanto él como la niña son ciudadanos españoles, “y es incomprensible que la Justicia rusa no me ampare, así que espero que mi gobierno sí me ayude y ponga las cosas en su sitio”.