Arahal pide más competencias en las licencias de obras a la Junta para evitar la despoblación del centro urbano

C. González

Arahal

El centro urbano de Arahal empieza a sufrir despoblación. Esta es la consecuencia de las restrictivas medidas que la Junta de Andalucía impone a los ayuntamientos para conservar el Patrimonio Histórico Artístico de los pueblos. Medidas que pueden llevar a esperar una licencia de obras hasta dos años y medio, con suerte. Después de la experiencia de aquellos ciudadanos valientes que se han atrevido a comprar una casa en casco histórico, que pasa de boca en boca, pocos son los que se atreven a adquirir los inmuebles que después de años sin mantenimiento, corren peligro de caerse.

En la actualidad, hay en Arahal 33 licencias de obras pendientes de aprobarse. La media de espera es de un año, los propietarios de viviendas que quieren hacer reformas importantes tardan desde 4 meses a dos años y medio en tener los permisos correspondientes.

La desesperación de los responsables municipales en esta materia ante la presión de los propietarios que esperan años para recibir licencia de obras, los ha llevado a pedir la delegación de más competencias de autorización de obras o actuaciones que se desarrollen o ejecuten en el Plan Especial de Protección del Casco Histórico de Arahal (PEPCHA), al amparo de lo dispuesto en los artículos 30.4 y 40 de la Ley 14/2007, de 26 de noviembre, de Patrimonio Histórico de Andalucía.

Estas actuaciones incluirán «demoliciones que afecten a inmuebles dentro del Conjunto Histórico, Lugares de Interés o Zonas Patrimoniales no inscritos individualmente en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz ni forme parte del entorno de Bienes de Interés Cultural -en Arahal no hay ningún inmueble catalogado en este apartado- , punto aprobado en la última sesión plenaria, extraordinaria, celebrada recientemente.

14 pueblos con protección oficial en la provincia

Sólo 14 pueblos de la provincia de Sevilla declarados Conjuntos Histórico Artísticos, Arahal es uno de ellos. Por esta razón han tenido que elaborar el PEPCHA, aprobado en verano de 2015 y publicado en el BOJA en enero de 2016. Esto permite a los municipios crear una comisión local que se reúne una vez al mes para dirimir cuestiones relacionadas con este las licencias de obras presentadas y donde se informa desde el punto de vista de conservación del patrimonio.

No obstante, en el momento en que la obra supone la demolición aunque sea de un metro de pared, el expediente pasa a la Comisión Provincial de Patrimonio de Sevilla. Y aquí empieza la odisea para las autoridades locales y para el propietario de la vivienda. Porque el proyecto de restauración o reforma va y viene hasta varias veces en algunos casos, con el consiguiente retraso en el inicio de las obras.

AIONSur ha hablado con uno de los propietarios de una vivienda en el centro que lleva esperando más de dos años licencia de obras para una vivienda en esta zona y asegura que «si tuviera que volver a empezar, ni loco compraría una casa en el centro, hay días que me planteo abandonarla porque esto no tiene sentido ya». Y mientras esto ocurre, cada vez hay en el casco histórico más casas en estado ruinoso, con vallas colocadas por el Ayuntamiento de Arahal porque la fachada supone un peligro para el transeúnte o con letreros de «se vende», expuestos durante meses, mientras la vivienda se deteriora cada vez más.

Estas restricciones no afectan a los 14 pueblos por igual. Según informa el delegado de Urbanismo, José Antonio Cabrera, aquellos que aprobaron antes que Arahal el Plan Especial de Protección, tienen esta competencia para decidir sobre demoliciones en las viviendas no contempladas en el catálogo antes mencionado ni que pertenezcan al apartado de Bienes de Interés Cultural. Una sentencia judicial, después de una denuncia presentada por una asociación conservacionista, en contra de una demolición, provocó que la Junta de Andalucía pusiera más restricciones a los proyectos de licencias de obras en los cascos históricos, según cuenta el delegado.

«Cuando se aprueba el Plan de Protección nos dan pocas competencias, sólo las de las obras del Conjunto Histórico en las que no existe ninguna demolición, es decir, tenemos lo mínimo que se despacha», y lo normal -cuenta- es que las obras en estas zonas, con viviendas antiguas, «lleven algún tipo de demolición», asegura el delegado de Urbanismo.

El Ayuntamiento de Arahal se ha llevado 20 años para elaborar y aprobar el PEPCHA y «después de tanto tiempo, volvemos al punto inicial». La comisión local de este plan tiene que enviar a Patrimonio cada uno de los proyectos que incluyen una demolición, por pequeña que sea.

El alcalde de la localidad, Miguel Ángel Márquez, se reunió hace un mes y medio con el delegado provincial de Cultura en Sevilla, José Manuel Girela de la Fuente. Cabrera dice de dicha reunión que el delegado reconoció «que estos expedientes provocan un cuello de botella en Patrimonio». No obstante, la amplitud de competencias en esta materia en una localidad conlleva una «orden del consejero», razón por la que se ha solicitado, por medio de un acuerdo plenario, a la consejería del Cultura.

Lo más injusto de estas medidas proteccionista impuestas por la Junta, para el delegado de Urbanismo, es que el resto de los pueblos que aprobaron su plan de protección de manera definitiva antes de 2016, sí tienen las competencias para poder dar licencia de obras cuando existen demoliciones en viviendas que no entren en los dos ámbitos antes mencionados.

Y la cuestión es tan importante, que, además del despoblamiento que sufre el centro de Arahal, la ralentización de estos proyectos influye en el mercado de trabajo y economía local, porque el sector de la construcción arrastra a muchas empresas con él, como se ha podido comprobar en la última crisis económica sufrida en España. Arquitectos, decoradores, electricistas, marmolistas, empresas de materiales de construcción, fontaneros, pintores y, para terminar, mobiliarios y todo lo que se necesita en una nueva vivienda, llevan años pendientes de que se agilicen estas licencias de obras. Algo que en otros pueblos no está ocurriendo a pesar de tener la misma protección de patrimonio que Arahal.