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Sociedad

‘No se escucha ni una mosca’, dice Paqui Suárez, una arahalense que vive cerca de Barcelona

Barcelona C.G.

Cuatro horas después de que un atentado yihadista sacudiera el corazón de Barcelona, Paqui Suárez Barrera, una vecina de Cornellá de Llobregat (muy cerca de la ciudad Condal) aunque originaria de Arahal, decía que ‘no se escuchaba ni una mosca’. Hasta la hora de redactar esta información, el atentado se ha cobrado al menos 13 muertos y más de 80 heridos, 15 muy graves. El Gobierno de la ciudad ha decretado tres días de luto.

Una conversación posible gracias a las nuevas tecnologías, a través de la que esta mujer de 62 años, desde los 15 en Barcelona, casada con dos hijos, contaba a esta web la tarde vivida, de las peores de su vida. En el momento del atentado estaba en casa, ‘cuando vimos sobre las 5 de la tarde las primeras imágenes, lo primero que pensé fue en mis hijos’.

Y lo primero que hizo fue intentar localizarlos, porque ambos trabajan en la Diagonal de Barcelona y, ante la incertidumbre de los primeros minutos, necesitaba saber si estaban bien. Y después llamaron a más familiares y amigos para comprobar que todos estaban bien.

Se veía venir

Después comenzaron las reflexiones. ‘Esto se veía venir desde hace tiempo, Las Ramblas es un lugar emblemático rodeado del barrio gótico, Plaza Cataluña, el paseo de Colón, estos lugares son imposibles de blindar’, explica.

Paqui cree que ya no es sólo cuestión de seguridad porque poco más se puede hacer. En el día de hoy ‘debido al control policial y a los avisos que tenían, se ha controlado el orden dentro del pánico’ y explica que esta zona ‘siempre está sembrada de mossos (policía autonómica)’. A ella últimamente no le agrada pasear por el barrio Gótico ‘porque me recuerda a los lugares sitiados por la policía en zonas de conflictos, iban con las metralletas y me sentía insegura, lo comprobé la semana pasada’.
Piensa que no pueden vivir con miedo, pero ya llevan tiempo tomando una serie de precauciones. ‘En metro no viajamos por miedo’, aún así tiene que convivir con la inseguridad, aunque esto es un sentimiento porque las fuerzas de seguridad autonómicas y del Estado están siempre presentes.  ‘El otro día había una mochila en nuestra portería y creó el pánico’, cuenta, aunque fue una falsa alarma. Después del atentado, esta sensación se incrementará, ‘el miedo te invade y te atenaza’.
Los primeros datos que ella recibía de los que estaba pasando en Las Ramblas también eran confusos. Pegados a los medios de comunicación y pendiente de recibir información de personas cercanas. Conforme pasaban los minutos, contaba a esta web que los taxis estaban dando servicios gratis, los hoteles recogiendo a todos los turistas que estaban por la calle ,las cadenas de cafeterías llenas de personas y las puertas cerradas y todos los accesos a la ciudad han sido cortados, incluso la Diagonal. Nivel 4 de alerta antiterrorista en el país.
En días como hoy, echa de menos más si cabe su tierra, su pueblo, sus vecinos, poder sentarse al fresco en la puerta para hablar de cómo le ha ido el día. Pero ‘tengo dos hijos, niño y niña, y ya un nieto, cada vez está más lejos volver’.

Periodista. Directora y editora de aionsur.com desde 2012. Corresponsal Campiña y Sierra Sur de ABC y responsable de textos de pitagorasfotos.com

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