Cientos de vecinos despiden con tristeza, resignación y dolor a Rosario y Rosa

La puerta de la ferretería donde trabajaba Rosa con ramos de flores y velas. Foto: AION

AION Arahal

La mañana acompañó con su frialdad el ánimo de los vecinos y vecinas de Arahal en estas horas sepelio. Rosario Brenes y Rosa Portillo, descansan ya en paz después de haber sido víctimas de la peor de las tragedias, la que ocurre entre miembros de la misma familia. Cientos de arahalenses han acompañado en su despedida a tres hijos que soportan el sufrimiento de la sinrazón.

A las 9:30 horas ya había vecinos dentro de la iglesia de Nuestra Señora de la Victoria donde se ha celebrado la homilía para despedir a las dos vecinas de Arahal que perdieron la vida el pasado lunes presuntamente a mano de uno de los hijos y hermano de la familia Portillo Brenes, Juan Antonio. En estos momentos continúa ingresado en la unidad de penitenciaria del Hospital Virgen del Rocío a causa de las heridas que él mismo se realizó principalmente en cuatro partes del cuerpo. Su estado ya no reviste gravedad, según fuentes cercanas a la investigación.

La casa en la que ocurrieron los hechos ha amanecido con velas encendidas en la puerta. Foto: AION.

A las 10:04 horas llegaban tres coches fúnebres a la puerta del templo arahalense, dos con los féretros de Rosario y Rosa y uno con coronas de flores. De amigos, hermanos costaleros, distintos familiares, caseta de feria, compañeros de trabajo, no ha faltado nadie a esta triste cita.

Los féretros entraron a hombros de hermanos, jefe de trabajo de Rosa y otros familiares. A un lado y otro, a los pies del altar, los colocaron mientras ante ellos y la familia pasaban cientos de vecinos y vecinas que mostraron sus condolencias durante más de tres cuarto de hora. A un lado, los estandartes de dos hermandades, la de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Santa Caridad y Misericordia, de la que eran hermanas Rosa y Rosario.

Oficiaron la misa el párroco Miguel Ángel Badía acompañado del vicario parroquial José María Soto. Después de mostrar la consternación por lo ocurrido, Miguel Ángel tuvo palabras para la esperanza y el juicio. «Creemos que ellas continúan aquí, viviendo en una dimensión distinta, para nosotros incomprensible, pero no por eso menos real», dijo. En el otro sentido, añadió que «no tenemos derecho a juzgar la conducta de ningún hermano, sólo ante Dios tendrá que rendir cuentas».

Cuando terminó la homilía, en el exterior había empezado a llover. La tristeza había caído aún más sobre las calles. La Policía Local y Guardia Civil estaban regulando el tráfico para que los coches fúnebres no tuvieran problemas en el trayecto de calles que tenían que recorrer hasta el cementerio. Autoridades municipales asistieron también a las exequias, algunos concejales y el alcalde Miguel Ángel Marquez.

Familias y amigos más cercanos acompañaba los féretros para decir el último adiós a estas dos mujeres que, incluso en su desesperación, no habían perdido la esperanza de sacar adelante a un hijo, a un hermano, metido en un camino lleno de sombras y muerte.

Concentración contra la violencia

El Ayuntamiento de Arahal ha convocado a los vecinos y vecinas de la localidad esta tarde del día 14 de diciembre, a partir de las 19:00 horas, en la Plaza de la Corredera, para una concentración contra la violencia.