Manuel Suárez Catalán: “A las 9 de la noche del sábado antes de una boda tiene que haber 0 problemas”

Manuel Suárez y Catering Las Torres. Si los lectores oyen su nombre, Manuel Suárez Catalán, lo mismo no saben quién es. Pero si leen Catering La Torres o Manolito el del las Bodas, todo Arahal lo ubica. 25 años al pie de una empresa que ha crecido paso a paso pero sin volver la vista atrás más de lo necesario. Referente en las empresas de celebraciones, inicia arriesgando una nueva etapa.  Y lo hace con nuevas instalaciones justo el año en el que se cumple su 25 aniversario.

“Vamos a intentar habituarnos a esto y después veremos”, dice Manuel Suárez cuando habla de las instalaciones que tiene Catering Las Torres en el Polígono Industrial Los Pozos. Allí han montado una gran cocina, almacén y zona de trabajo donde se pueden desenvolver utilizando las últimas tecnologías: tren de lavavajillas con capacidad para lavar 4.000 platos en una hora (a la mínima velocidad), horno de convención, abatidores de temperatura, túnel de congelación. Nueva tecnología que incluyen sistema de ahorro energético, maquinaria eficiente y compromiso con el medio ambiente.

Orígenes

Los orígenes de este catering se sitúan en una tienda de charcutería que en la actualidad regente José Suárez, hermano del gerente y propietario de Las Torres. Eran los tiempos en los que las bodas se celebraban casi en familia, a través de encargos concretos. Una celebración entonces no era un evento profesional. “Me pedían dos jamones para una boda por ejemplo y poco a poco comenzaron a llamarme, entonces me di cuenta que había una deficiencia y que mi trabajo tenía que ir en ese sentido”, cuenta Manuel Suárez.

Foto: Twitter de Catering Las Torres.

De ahí a la organización actual, han pasado muchos años y muchos cambios. Hoy en día, el mundo de la celebración, sobre todo de bodas, está en continua evolución, lo que vale este año, se ha quedado antiguo para el próximo. Catering Las Torres tiene 12 personas trabajando todo el año y unas 350 en plena campaña durante los fines de semana, de marzo a octubre. Varios departamentos: Administración, cocina, camareros, Investigación y Desarrollo (I+D), Decoración. Han buscado la fórmula para ser capaz de depender sólo de ellos mismos, de un completo equipo humano de trabajo que hace posible que todo vaya sobre ruedas, se enfrentan a eventos que son los días más importantes de la vida de los clientes.

“Es una profesión muy estresante, date cuenta que a las 9 de la noche del sábado tiene que haber problemas 0. Si se presenta alguno, hay que solucionarlo sí o sí. Generalmente, no pasa porque llevamos todo muy controlado”. Los lunes hay prueba de menú. La pareja de novios informan sobre los invitados, preferencias, menús especiales. Y hablar de “menús especiales” es tener en cuenta que vienen invitados con intolerancia a la lactosa o al gluten y que un fallo puede atentar contra su salud. También se tienen en cuenta las preferencias por menús vegetarianos. Cada día aumentan este tipo de peticiones, es una evolución social que va conjuntamente unida a la de cualquier detalle de la decoración o gusto de los clientes.

Catering Las Torres cumple 25 años con un recorrido que ha llevado a estos profesionales de la restauración por la mayor parte de Andalucía. Comenzaron organizando bodas en Arahal y su comarca, ahora han pasado por haciendas de Trujillos y Motril (Granada),  Badajoz, Rociana (Huelva), Jerez de la Frontera y Zahora (Cádiz) y Córdoba, entre otras. Únicamente les falta por conquistar Almería y Jaén porque en estas ciudades es costumbre celebrar las bodas en hoteles y restaurantes, no en haciendas, habría que cambiar esta cultura de celebraciones, pero todo se andará.

Empresario con gusanillo

Foto: Twitter Catering Las Torres.

Manuel Suárez Catalán es un empresario al que, como él mismo dice, “pica el gusanillo”, es decir, no se puede quedar quieto. Sin prisas, pero sin pausas, invierte, innova, busca, observa y tira para delante. Hasta ahora no se ha considerado un empresario al que le guste el riesgo, pero hay que reconocer que ampliar instalaciones con la que está cayendo, no lleva a pensar en otra cosa: “Era un proyecto necesario, porque ya donde estábamos no cabíamos”, comenta.

La elaboración de los menús ahora no se centra como antes en los ibéricos y los mariscos, sino en platos preparados con esmero, presentaciones inmejorables, camareros que atienden un máximo de 12 comensales, 150 tipos de aperitivos diferentes fríos o calientes, dulces y salados y, si quiere el cliente, elaborados delante del público, cocina en vivo y en directo.  Mantelerías, cuberterías y detalles para la celebración sea más que un recuerdo, una experiencia inolvidable.

La crisis llegó también para el Catering Las Torres. “No se ha notado en el número de bodas, sólo en el número de invitados que ha pasado a la mitad o menor de los que había antes». Manuel Suárez es consciente de que la situación en el tema de las celebraciones va cambiando, “no sabemos si en el futuro habrá bodas o si la gente seguirá celebrándolo”, por esta razón tiene en mente ya nuevos proyectos, que de momento será mejor no revelar. En este momento, sale la prudencia, justa para poder cumplir otros 25 años más.