Una persecución de madrugada deja seis policías heridos y cuatro patrulleros destrozados

La persecución policial de la madrugada del martes acabó con seis policías heridos y cuatro patrulleros destrozados. Todo lo provocó un conductor drogado, que llegó a circular por varias zonas de la ciudad a 130 kilómetros por hora. El sospechoso, de 43 años y vecino de Camas, terminó detenido y el vehículo que llevaba fue intervenido. Cuatro agentes de la Policía Nacional y dos de la Local sufren lesiones de distinta consideración.

Los hechos ocurrieron a las cuatro de la madrugada. La sala del 091 recibió una llamada de los vigilantes del polígono Store, que alertaban de que había un BMW Serie 3 en actitud sospechosa desde una hora antes. Varios patrulleros, tanto uniformados como camuflados, de la Policía Nacional acudieron al recinto industrial y localizaron el coche en la calle Nivel, girando hacia la calle Alcayata.

Los agentes dieron el alto al vehículo en la calle Destornillador. A pesar de ello, el conductor no se detuvo sino que aceleró y comenzó a circular a gran velocidad. Salió a la calle Alcayata y luego hacia Nivel, que recorrió en dirección contraria. Se inició entonces una persecución que continuó por las calles Serrucho y Gramil, que hizo también a contramano. Varios coches de la Policía Local se unieron también a la persecución.

El conductor llegó a poner el coche a 130 kilómetros por hora en esta zona, desoyendo continuamente las indicaciones acústicas y luminosas de los policías que lo perseguían. En todo este tramo, el sospechoso hacía movimientos bruscos de izquierda a derecha y daba frenazos, para así tratar de evitar que los policías lo alcanzaran. En el transcurso de la persecución llegaron a chocar un coche de la Policía Nacional con otro de la Local. La fuga continuó por varias calles más del polígono y salió a una glorieta, que hizo también a contramano, para incorporarse después a la calle Gramil.

En ese punto, el BMW se cruzó por delante de uno de los patrulleros de la Policía Nacional, que impactó contra él. A pesar del choque, el vehículo no llegó a detenerse y continuó acelerando. Otro de los coches de la Policía Local le cerró el paso desde la parte trasera. Lejos de detenerse, el conductor dio marcha atrás para intentar escapar otra vez, colisionando ahora con el vehículo policial que le cerraba el paso y destrozándole la parte delantera.

Ya se vio atrapado y decidió continuar la huida a pie. Un policía local le dio alcance y el sospechoso arremetió contra él, causándole distintas lesiones. Uno de los agentes sufrió la fractura de un dedo. Finalmente el hombre fue detenido. Presentaba síntomas evidentes de que había consumido drogas y accedió voluntariamente a someterse a la prueba de detección de estupefacientes, que arrojaron un resultado positivo por cocaína. El conductor reconoció que había consumido varias dosis de esta sustancia. El BMW fue intervenido y trasladado al depósito municipal de vehículos.