Las recetas de los dulces de Cuaresma que sobreviven en Arahal a cuatro generaciones de la misma familia

En estos días de comienzo de Cuaresma, Ildefonso Mendoza, actual propietario de la Panadería La Venta, recuerda más que durante el resto del año la receta con la que hace uno de los dulces tradicionales de la víspera de Semana Santa: la empanadilla. En realidad, esta y otras recetas las tiene apuntadas en un sencillo cuaderno cuyas hojas están casi gastadas por manos manchadas de aceite y harina. En ella, han recopilado los ingredientes y métodos de elaboración de dulces artesanos basados en recetas centenarias de una familia dedicada al negocio desde hace cuatro generaciones.

La historia de esta familia de panaderos y pasteleros comenzó en El Coronil en 1890 cuando José Cataluña Martínez, bisabuelo de Ildefonso, montó una panadería conocida entonces como ‘Ministrín’. Las razones del nombre eran obvias para los vecinos de esta localidad, en aquellos años el panadero del pueblo ayudaba al alcalde en las labores del gobierno municipal y hacía pan artesano para alimentar a los coronileños.

José Cataluña estaba casado con Pepa del Valle y tuvieron siete hijos, todos dedicados en principio al negocio familiar. Finalmente, de los siete, sólo tres siguieron los pasos del abuelo José, una de ellas fue Mercedes, la madre de José Mendoza, padre de Ildefonso. Cuentan que en los años 60, debido a la cantidad de pan fiado que tenían en la calle, Mercedes junto a sus hermanos Francisco y Antonio, montaron una cooperativa uniéndose a los demás panaderos de El Coronil. Una aventura que duró diez años mientras los hijos de cada uno iban creciendo y decidiendo si finalmente se dedicaban al trabajo de panadero.

Repartidos por la provincia

Después de este tiempo, y con la negativa experiencia de la cooperativa, los hermanos se separan y cada uno monta negocio propio en un lugar diferente (El Coronil, Gines, Sevilla). José Mendoza fue el último en establecerse por su cuenta y lo hizo en Arahal, en el año 1975. “Recuerdo que aquel día pasamos por el Barriete (antigua carretera nacional) y Emilio, un representante de harina, me dijo que había una panadería en venta. Pero me advirtió que era muy pequeña, eso es lo que yo buscaba. Me costó varios intentos porque el propietario no se decidía a venderla”. 

Así fue como nació la Panadería La Venta. “El pueblo nos acogió muy bien, con mucho cariño, como si fuéramos hijos del pueblo. Recibimos mucha ayuda de todos”, cuenta José Mendoza. Hasta cuatro generaciones para llegar a la actualidad, con experiencia en la elaboración del pan y los dulces tradicionales cuyas recetas han pasado por todas  las generaciones. 

De este recetario proviene el zumo de naranja recién exprimido que Ildefonso echa poco a poco en la amasadora mientras se elabora la base de las empanadillas que en estos días salen del obrador por docenas. «Unas cuatrocientas diarias, y si no le echamos el zumo de naranja no saben igual». Además del zumo, las empanadillas  llevan harina, especias (no se dice cuántas ni cuáles), azúcar y cidra. Base que se repite casi idéntica para roscos y pestiños, con algunos cambios en el proceso.

Parte del equipo de trabajo de Panadería La Venta elaborando dulces de Cuaresma

Dos barrios con raigambre y futuro

José Mendoza nació en una casa en la que no faltaba el olor a pan tierno para años después llevar a Arahal, a sólo 24 kilómetros de su pueblo, una nueva saga de panaderos y pasteleros que hoy continúa en la Avenida del Verdeo, justo a escasos 100 metros de donde tuvieron su primer despacho de pan.

Este panadero, hoy ya jubilado, tiene cuatro hijos con Magdalena, dos de ellos viven fuera, pero los otros dos, Ildefonso y José Antonio, han trabajado con él hasta su jubilación en el obrador arahalense. Allí se hicieron con la clientela de un amplio y nuevo barrio que heredó el apodo del propietario de las tierras donde se ubica, ‘el gallo’, así son las cosas en los pueblos. 

Este barrio se sumó a otros dos con raigambre e historia a sus espaldas, La Venta y El Pulpejo, donde hay una plaza de abasto, una de las promociones de viviendas de triple planta más antiguas de Arahal y, lo más importante, la famosa fuente del Pulpejo reliquia que marcaba los confines del pueblo en la década de los años 40 del siglo pasado. Además, antes de que llegaran los gobiernos democráticos, esa avenida fue el paseo principal de la famosa Feria del Verdeo de Arahal. 

José Mendoza no tuvo mal ojo al elegir este barrio por su posibilidades presentes pero, sobre todo, por las del futuro, ya que ha sido una de las zonas más importantes de crecimiento del pueblo, y está a un paso de dos entradas a la Autovía del 92, principal vía de comunicación con Sevilla y el resto de provincias andaluzas.

Tradición centenaria

En la actualidad, después de la jubilación del padre, Ildefonso Mendoza se ha hecho cargo de la panadería ubicada en la Avenida del Verdeo, con despacho en el barrio del Arache. Y su hermano, José Antonio Mendoza, elabora en el mismo obrador los famosos piononos de La Venta que vende por toda Andalucía.

La panadería La Venta ha cubierto en los últimos 50 años las necesidades de pan de este barrio y hoy en día se ha adaptado a los tiempos, con un despacho moderno y la última maquinaria necesaria para ayudar a hacer un producto siempre artesano. 

En estos días, son protagonistas los dulces de Cuaresma cuyas recetas aguantan desde hace cuatro generaciones sin cambios en los ingredientes. Pero es famoso durante todo el año su casero de pan con masa madre elaborado con miel y nueces y los dulces temáticos que crean con motivos de las diferentes fiestas del año, halloween, Semana Santa (con nazarenos de chocolate según los colores de las hermandades del pueblo o torrijas cubiertas de azúcar, crema pastelera o chocolate) y Navidad.

Seguro que si José Cataluña Martínez y Pepa del Valle pudieran ver a su bisnieto, estaría feliz de saber que sus recetas se han convertido en una tradición centenaria para una familia de panaderos y pasteleros.