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Sociedad

Cocina para todos: Quiche de espinacas y gambas

Pilar M. Labella, experta en Cocina Sin.

 

Esta tarta salada la descubrí por casualidad. Compré un libro de cocina donde hablaban sobre tartas saladas y aperitivos. Consta de una masa quebrada salada de sabor neutro, mientras que el relleno tiene una textura suave y cremosa debido a los huevos y nata con la que se prepara.

El origen de la quiche se localiza en la región de Lorena, en el noreste de Francia, cerca de la frontera con Alemania. Y se remonta al siglo XVII.

Esta tarta se comenzó a preparar solamente con nata y huevos, sazonándola con pimienta y nuez moscada. Años más tarde aparece con otros ingredientes, como bacon fresco o ahumado, que sería lo que hoy conocemos como quiche Lorraine.

Existen algunas variantes como la quiche vosgienne, de la región francesa de los Vosgos, siendo el ingrediente extra de su relleno el queso rallado.

Otra variante es la quiche alsacienne, típica de la región de Alsacia. En esta, el ingrediente estrella es la cebolla pochada.

Aunque la más popular dentro de la gastronomía francesa es la denominada tarte tourangelle, sus ingredientes extras son panceta ahumada y rillettes (una carne especiada deshilachada a modo de crema).

Hoy en día, podemos encontrar esta tarta en los mostradores de cualquier pastelería y confitería. Aunque de momento, no sin gluten. Entre los rellenos más conocidos están el de cebolla y bacon, el de calabacín y queso de cabra, el de espinacas y cherry, y el de espárragos con gambas.

Yo he conseguido probar algunos antes de mi diagnóstico, por eso me decidí a buscar un sustituto para la masa que forra el molde por dentro, y un relleno rico y sabroso.

Ahora el que más hacemos en casa es el de espinacas y gambas a la crema.

Nosotros lo preparamos en un molde metálico, de los que se desmoldan fácilmente, así a la hora de presentarlo y servirlo nos facilita sacar las porciones perfectas.

Ingredientes

* Para la masa quebrada de la quiche

250 gr de harina Mix Pan de Schar

2 huevos M

100 gr de aceite de oliva virgen extra

3 gr de levadura química

5 gr de azúcar

20 gr de sal

* Para el relleno

200 ml de nata, 1 brik comercial sin lactosa

200 gr de queso rallado, yo pongo gouda rallado

4 huevos

200 de espinacas frescas limpias y troceadas

350 gr de gambas frescas peladas y troceadas

3 gr de pimienta negra molida

3 gr de nuez moscada molida

Preparación

En el bol de la amasadora pondremos la harina con la levadura, sal y azúcar, removemos bien. Hacemos como un volcán, y añadimos los huevos y el aceite de oliva. Procesaremos hasta obtener una masa donde todos los ingredientes estén bien integrados. Y dejamos reposar unos 15 minutos

En la mesa de trabajo ponemos un poco de harina y extendemos la masa con un rodillo, para así conseguir la forma del molde.

Pasamos la masa a un molde desmoldable, y la extenderemos con las manos, presionando con los dedos, para pegar bien la masa y rellenar las ondas del molde. Y, después, cortamos con un cuchillo lo que sobresalga del molde, si es diferente al mío. El mío mide 24 cm de diámetro x 5 cm de altura

Ahora, pinchamos toda la superficie y lateral de la masa con un palillo, así evitamos que al hornear suba y le salgan pompas a la masa. Mientras preparamos el relleno, la dejamos reposar.

Para el relleno necesitaremos una sartén. Pondremos un poquito de aceite (como una cucharada sopera) y rehogamos ligeramente las espinacas con las gambas. Este proceso es necesario para evaporar parte del agua que desprenden ambas, y queden bien cuajadas.

En un bol ponemos la nata y los huevos, y batimos bien. Después, añadimos el queso, sal, pimienta y nuez moscada. Removemos y reservamos.

A la mezcla anterior, añadimos el sofrito de las espinacas y las gambas. Removemos bien para integrar todos los ingredientes. 

Precalentamos el horno a 200*

Volcamos en el molde, que ya teníamos preparado con la masa, la mezcla anterior (el relleno) y alisaremos la superficie.

Introducimos en el horno. Yo lo pongo en una bandeja de horno, situada en el medio, y bajo la temperatura hasta 175*. Lo dejamos dentro horneando durante 35 o 40 minutos. Los bordes de la masa deben estar doraditos y el relleno cuajado. Para saberlo podemos pinchar con un palillo para verlo.

Una vez pasado este tiempo, solo tendremos que sacarlo del molde con mucho cuidado de no quemarse, y servirlo en una fuente para cortar las porciones.

Esta tarta también puede hacerse en moldes más pequeños, y servir en platos individualmente.

Se puede hacer con nata vegetal y queso vegetal, si alguien tiene intolerancia o alergia a la leche. El procedimiento es el mismo, también lo hemos probado, en este caso hemos utilizado la marca violife para el queso y nata vegetal de arroz.

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