Se inaugura en Marchena una exposición de arte contemporáneo

A.I. Marchena

Tres pintores marcheneros abren hoy una muestra que tiene muchos elementos para ser considerada única o cuando menos, inusual. Del 20 al 26 de enero, de 5 de la tarde a 20.30 puede verse esta muestra, ubicada en las céntricas instalaciones municipales de la Sala Carreras cedidas para la ocasión y que cuenta con un complejísimo y dificultoso trabajo de montaje de infraestructuras desarrollado en solitario por los propios creadores, que con la ayuda de amigos y familia han sacado adelante esta apuesta personal y novedosa.

Dos de los pintores son debutantes, Manuel Cobano, que termina sus estudios en Bellas Artes este año, es la primera vez que muestra sus trabajos. Ezequiel Martín hace veinte años que no expone. Y además es una muestra totalmente autogestionada con el único apoyo de la Escuela de las Artes y dedicada al arte contemporáneo.

Todo esto unido ya sería motivo suficiente para verla pero además, que tres personas se unan en los tiempos que corren, para fomentar la expresión personal y creatividad, sin ningún respaldo institucional, constituyen una ocasión única para disfrutar el arte.

Primero y primordial

Es una de las pocas muestras dedicadas al arte contemporáneo que puede ser vista en la comarca, -además en una zona donde los gustos son más bien tradicionales. Se echa en falta mas a menudo muestras como ésta que une la mirada única de de sus creadores, la herencia de los maestros del arte del siglo XX, toques figurativos, pinceladas sueltas y predominio constante del color.

Manuel Cobano era un niño de cinco años cuando ya despuntaba en el mundo del dibujo. De pequeño prefería ir a  los recreativos de su barrio para curiosear entre los libros de arte del dueño del local Ezequiel. Hoy Ezequiel roza los cincuenta y Manuel los 25 y por primera vez se unen en una exposición.

Considerado como uno de los jóvenes más brillantes de su promoción y de la Facultad, se le augura un futuro prometedor en el mundo del arte, con permiso de la crisis y de las rémoras seculares, tópicos y lugares comunes con que nuestra sociedad castiga a los innovadores y creadores.

Cobano se dejó seducir pronto por la riqueza cromática y agudeza visual de Monet y la  audacia de Francis Bacon. Para él, los nombres y apellidos de los grandes creadores universales; Picasso, Van Ghog, Monet, son  parte de su familia. Tanto los admira y los conoce. Sus retinas atesoran una sabiduría y madurez poco común para un joven de 25 años.

Ezequiel Martín ha trabajado durante décadas como camionero por toda Europa, y cuando llegaba a una ciudad se iba a un museo, preferentemente de arte contemporáneo a beber de los maestros por pura vocación. Su obra quizá sea la más personal y madura de los tres, absolutamente alejada de tópicos, ataduras o servidumbres comerciales. Aporta un toque diferente con sus esculturas en diversos materiales, con referencias al arte prehistórico, y al arte más actual.

Secretos de arte

José A. Suárez siendo adolescente se rodeó de una tertulia de jóvenes ávidos por conocer todos los secretos del arte. Formarse aún estaba de moda, y hasta en las tertulias de bares de los sábados noche se debatía de arte y de pintores. Desde 1989 ha participado en más de una veintena de exposiciones, sin dedicarse plenamente al mundo del arte ya que su profesión está relacionada con la comunicación. Su lenguaje más personal es el conocido Geoarte, aunque en esta muestra se puede ver creación más reciente y comercial.

 Los tres han creado su propio lenguaje artístico y esta muestra es una ocasión única de comprobar estos tres universos artísticos dialogando entre sí, en un diálogo y con una voz  repleta de vida y belleza.

Desde que se ideó la muestra, hasta que se ha convertido en realidad, el grupo ha contado con la única e inestimable  de Macarena García, profesora de pintura de la Escuela de las Artes, en su empeño de fomentar y sacar a la luz  a creadores locales.