Donación de óvulos: ¿Qué debes saber?

Uno de los recursos más utilizados por aquellas mujeres que no pueden convertirse en madres de forma natural es realizar un tratamiento de inseminación artificial haciendo uso de una donación de óvulos.

Las mujeres poseen una reserva de óvulos de forma natural que hasta los 40 años aproximadamente (edad a partir de la cual llega la menopausia) van desprendiéndose para poder ser utilizados para fines reproductivos.

La ciencia hoy en día permite que, una mujer que no planea ser madre tenga la posibilidad utilizar esos óvulos en forma de donación, para que otra mujer que no tenga la capacidad de engendrar un hijo pueda utilizarlos en su lugar.

¿Dónde se puede realizar una donación de óvulos?

En nuestro país es un procedimiento muy habitual y, prácticamente todas las ciudades de mediano tamaño tienen clínicas que ofrecen este servicio. Entre las más destacadas están algunas como IVI, Eugin, Comparte Felicidad, Dexeus, …

Los requisitos para poder someterse a un proceso de donación son simples. La mujer debe estar en edad reproductiva (idealmente entre los 24 y 32 años) y tener un nivel de salud óptimo. No se permite donar óvulos a las menores de edad ni a las mujeres mayores de 35 años.

¿Resulta molesto donar óvulos?

A pesar de que resulta un procedimiento que no supone ningún tipo de riesgo para la mujer, si hay que considerar que genera algunas molestias fruto del seguimiento y la medicación que hay que seguir para poder conseguir una donación con éxito.

Para obtener los ovocitos, se comienza por una estimulación ovárica que se combina con un tratamiento hormonal y cuyo objetivo es que sean varios óvulos los que maduren en un único ciclo menstrual. Esta estimulación dura algo menos de 2 semanas, durante las cuales la donante tiene que acudir en varias ocasiones a la clínica de fertilidad.

Además, en una fase posterior cercana al momento de ovulación, se realiza una punción folicular, que no es más que una pequeña intervención quirúrgica que permite extraer los óvulos de los ovarios y que suele durar unos 30 minutos.

Este proceso puede causar algunos efectos tales como irritación de la piel, cambios hormonales que afectan al ánimo y a la personalidad, dolor abdominal y, en ocasiones, sangrados vaginales leves tras la punción.

¿Cuánto cobra una donante de óvulos?

No se considera que las donantes cobren por donar óvulos, sino que la ley les permite recibir una compensación para mitigar las molestias ocasionadas durante el tratamiento y abordar los costes que hayan podido tener durante el proceso (desplazamientos, dietas, etc.). Es decir, los óvulos no se compran ni se venden, no hay rendimiento económico detrás de este proceso.

La compensación por las molestias se establece según Real Decreto-ley 9/2014, de 4 de julio. Según la normativa vigente, en el Artículo 3: Gratuidad y carácter no lucrativo del Capítulo I, del Real Decreto ley 9/2014, de 4 de julio.

En la referida ley se refleja de forma literal lo siguiente: “la donación de células y tejidos será, en todo caso, voluntaria y altruista, no pudiéndose percibir contraprestación económica o remuneración alguna ni por el donante ni por cualquier otra persona física ni jurídica. Los donantes vivos de células o tejidos podrán recibir una compensación de la institución responsable de la extracción, limitada, estrictamente, a cubrir los gastos e inconvenientes derivados de su obtención en concepto de dietas, restitución de ingresos económicos perdidos o similares”.

La cantidad de esta compensación puede variar de un lugar a otro. No todas las clínicas abonan lo mismo, ni siquiera es igual si se realiza una donación en Madrid que si se va a donar óvulos en Valencia. Eso sí, bastará con consultar con la clínica antes de comenzar el proceso ya que es un detalle que estará siempre claro y pactado.

A modo de ejemplo, la mayoría de las compensaciones oscilan entre los 700 y los 1.000 euros por cada proceso donativo.

Pero por encima de esto, la mayor satisfacción para una donante es el lado solidario por el que se podrá hacer feliz a una pareja cuyo principal deseo es tener un hijo y que, por cuestiones naturales, no tienen esa posibilidad.