El Museo de Bellas Artes de Sevilla acoge durante tres meses un recorrido por la obra de Francisco Pacheco (1564-1644), considerado el gran maestro de Velázquez, un artista versátil en cuya muestra «nos hemos dejado la piel» como ha explicado la directora del Museo, Valme Muñoz.
La exposición, de hecho, supone una de las grandes citas de la pinacoteca sevillana para este año, y para poder sacarla adelante se han reunido 58 piezas, entre pinturas, libros, dibujos, manuscritos y esculturas, todo lo necesario para entender la importancia de este artista, y para «reivindicar la figura de alguien que trasciende mucho más de ser un pintor modesto o el suegro de Velázquez», ha señalado.
Muñoz ha recorrido la exposición durante la presentación oficial, para recalcar que Pacheco es «una figura clave, bisagra entre dos silos», y ha subrayado que la muestra «es importantísima para conocer el ambiente cultural y artístico de ese momento, y de lo que sucederá después, ese tránsito del manierismo al naturalismo».
Así, se ha trabajado intensamente en una muestra que ofrece una mirada completa del artista, sin olvidar que ejerció una profunda influencia sobre pintores como Velázquez o Alonso Cano, de los que también se exponen piezas en la muestra.
La muestra ha conseguido contar con una colección de préstamos, con lo que, como ha explicado la consejera de Cultura, Rosa Aguilar, en un comunicado, «viene a reforzar el peso y la importancia tanto del autor andaluz como de la propia pinacoteca».
La exposición, de hecho, mezcla obras de Francisco Pacheco que forman parte de la colección del Museo de Bellas Artes con préstamos procedentes del Prado, la Biblioteca Nacional, la Biblioteca del Palacio Real, la Fundación Lázaro Galdiano, la Catedral de Sevilla, la Universidad de Sevilla y distintas parroquias de la provincia.
Coleccionistas particulares
Préstamos de colecciones particulares completan el recorrido por tres salas del museo sevillano, en la que ha trabajado intensamente su taller de restauración y conservación, que ha contribuido tanto a la documentación de la exposición como a las tareas de coordinación de las diferentes restauraciones y labores de conservación realizadas.
Además, una serie de artículos de responsables de distintos departamentos del museo ayudan a entender mejor la obra de Pacheco en todos sus sentidos, e incluso herramientas virtuales contribuyen a «hojear» algunos libros, cuyo estado se quiere mantener sin que se deteriore, una muestra más del trabajo de una figura clave para entender la cultura de la Sevilla de finales del siglo XVI y todo el arte barroco.
Con todo, como enfatiza Aguilar, esta exposición supone una «oportunidad para acercarnos a un artista completo, implicado en todos los saberes y expresiones desde el punto de vista cultural», y abre sus puertas, tras la inauguración oficial de esta noche, hasta el próximo 12 de junio, todo ello bajo el título genérico de ‘Francisco Pacheco. Teórico, artista y maestro».