Hermandad de Jesús Nazareno y sus priostes, intendencia de la devoción

Manuel del Río y Antonio Barrera, con algunos de los voluntarios en la labor de priostía. Foto: A.I.

C. GONZÁLEZ @verbigracia_6

Fotos: Claudio RAMIREZ @chavalote64

Antonio Barrera García es uno de los priostes de la Hermandad de Jesús Nazareno. Estos días ha limpiado candelabros, montado el paso y dirigido a una cuadrilla de hermanos voluntarios que se acercan a echar una mano. Es, junto con Manuel del Río Romero y Aníbal Salvador Jiménez, el que organizan todos los enseres que conlleva una procesión, incluido los pasos y sus imágenes. Se podría decir que se ocupan de la intendencia de la vida de la Hermandad.

El trabajo de estos últimos días de los priostes sólo está justificado por la devoción a sus imágenes y el sentido de Hermandad que tienen desde hace muchos años, la mayoría desde pequeños. Antonio Barrera, por ejemplo, ha pasado por casi todos los cargos, incluso por el de Hermano Mayor ostentado desde 1997 a 2005. Ahora dice estar “más relajado” : “Esta labor me gusta más, se pasa mejor entre tanta gente joven que ayudan a la Hermandad”.

Foto: A.I.

Estos días, el pequeño almacén que hay pegado a uno de los laterales de la Parroquia Santa María Magdalena, donde tienen la sede, es un ir y venir de gente. Está lleno de candeleros (un total de 76), varales, faroles, guarda brisones, todo se ha limpiado antes de guardar pero hay que darle un último repaso para que esté reluciente y luzcan el día de la procesión. Esta Hermandad es la de la Madrugá del Viernes Santo, pero el año pasado cambió su horario para que participaran más niños y sale a las 5 de la mañana.

Los priostes son también los que vigilan durante toda la procesión cualquier anomalía que pueda ocurrir. “Llevamos una pequeña caja de herramientas por si es necesario arreglar en algún elemento del paso que se suelta o cualquier otra cosa”, dice Manuel del Río.

Otra de sus funciones es ayudar a las camareras y al vestidor a la hora de vestir las imágenes y colocarlas en los pasos sujetas para que no se muevan durante la procesión. Y, el último día, es decir, la madrugada del Jueves Santo, una vez ven encerrar el paso de la Hermandad de la Veracruz, vuelven a la parroquia para poner las flores a los pasos. Al Cristo clavel rojo sangre, la Virgen este año llevará claveles blancos y, en los frisos y jarras, rosas, gerberas enanas y jacintos.

Un año tras otro, los priostes saben de su responsabilidad y guardan imágenes que marca sus recuerdos. Por ejemplo, Antonio Barrera cuenta aquél año que llovió muchísimo. Calcula que fue en 1977, año en el que la lluvia dijo a caer con fuerzas a la altura de la calle Cuarto Conde de Ureña. Entonces, el paso sufrió daños en los dorados y en las telas, aunque a las imágenes se libraron. O hace unos 30 años en lo que había lugares por donde el Cristo no podía pasar y la cruz se enganchó en un cable. Gracias a que la Hermandad cuenta con hermanos que trabajan en todos los oficios. En esta ocasión fue un hermano el que arregló la cruz en una carpintería que existía en la calle Sevilla.

Foto: A.I.

Un vida viendo el cambio de una Hermandad que Antonio Barrera nota sobre todo a la hora de organizarse. Jesús Nazareno cuenta con más de 2.500 hermanos, es las más numerosas de Arahal por lo que la organización es básica a la hora de hacer la estación de penitencia. “Ahora cuando los nazarenos llegan a la iglesia, todo están preparado, los diputados de tramo tienen la lista de cada sección que deben controlar. Antiguamente, un hermano se ponía en el altar para leer los nombres de todos”.

Mientras Antonio atiende a Arahal información, Manuel del Río no para de dar vueltas, lo mismo se sube al paso que coge un vara del sobretecho del almacén, que da órdenes a un componentes del Grupo Joven para los que estas labores son la escuela donde beberán su participación en la Hermandad. Ellos son la continuidad de una tradición que se renueva por generaciones y evoluciona lo justo y necesario para mejorar el trabajo.

Foto: A.I.

Antonio Barrera, Manuel del Río y Aníbal Salvador tienen ya todo preparado para vivir de nuevo una semana grande, la más grande del año. Ahora sólo queda disfrutar y, según indican las previsiones meteorológicas, este año Jesús Nazareno seguido de la Virgen de los Dolores hará el recorrido completo y lucirá en su esplendor, en parte responsabilidad de la labor de estos tres hombres y sus jóvenes ayudantes.