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Empresas

Organización, cadena de valores y contratos tipos, temas que centran las V Jornadas Internacionales de la Aceituna de Mesa

Foto: A.I.

C. GONZÁLEZ

Los representantes de cada una de las organizaciones que han participado el primer día en el Teatro Municipal de Arahal a las V Jornadas Internacionales de la Aceituna de Mesa, han llegado a la conclusión de que hay que pelear por defender este producto y hacerlo más competitivo. Y defenderlo significa repartir la cadena de valores, contratos tipos y, sobre todo, conseguir una buena organización entre todas las partes que intervienen en el proceso, desde que la aceituna nace en el árbol, hasta que llega a la mesa del consumidor.  Pero, creen, que no pueden retrasar más esta lucha, quién más prisa tienen son los agricultores (productores) que llevan más de una década perdiendo dinero, antesala del desmantelamiento de las plantaciones de olivar.

El 80 por ciento de la aceituna de mesa que se produce en España corresponde a los olivares andaluces y, la mayor parte de esta cantidad, se concentra en la provincia de Sevilla. Pero en la última cosecha el precio de la aceituna de mesa manzanilla no ha sobrepasado los 0,47 céntimos de euro por kilo. Un producto de calidad, reconocido internacionalmente, que llega a alcanzar en las estanterías de los supermercados el precio de 4,5 euros kilo.

Para los agricultores-productores esta diferencia de precio es demasiada para un producto que llega a las manos de las industrias ya entamado, es decir, listo para comer. “¿Qué es lo que tienen que hacer estas empresas?” preguntaba en su intervención Antonio Rodríguez,  responsable a nivel nacional del sector de la Aceituna de Mesa para la COAG. Este agricultor participó en la última mesa redonda celebrada ayer que planteaba la “Mejora en el funcionamiento de la cadena de valor”.

Foto: A.I.

El responsable de la COAG defendió una vez más, tal como hiciera en todos los foros de debate sobre el tema a los que asiste, el contrato tipo, es decir un acuerdo al que lleguen todos los que participan en el proceso, especialmente las industrias, para poner precio a la aceituna antes de ser recogida. Ese precio estipulado debe conllevar un reparto más equitativo de la cadena de valores.

En esta misma mesa redonda estaban representado la mayor parte del sector, incluida la administración central a través de la Agencia de Información y Control de Alimentos (AICA) cuyo representante, Sergio Prieto, explicó los resortes legales que hay en la actualidad para defender el producto, es decir la ley que rige la cadena alimentaria. En su exposición, hizo un recorrido sobre las obligaciones en las transacciones comerciales y los tipos de infracciones por no cumplirlas, el contrato alimentario y sus mecanismos de defensa.

Ley cadena alimentaria

De los ponentes de esta última mesa redonda, hubo quien expreso su disconformidad con esta Ley de cadena alimentaria como fue el caso de Antonio Mora (ASEMESA): “No sólo hay que mirar hacia la industria, sino también hacia los productores”. En cambio, Agustín Herrero, de Cooperativas Agroalimentarias, piensa que la Ley ha llegado para arreglar los desequilibrios y atajar “los abusos del que tiene poder sobre el que no lo tiene”. Herrero cree que dicha Ley es “positiva” porque impone “contratos obligatorios en las transacciones comerciales, se sanciona incumplimientos de plazos de pago y las sanciones son administrativas, no hay que ir al juzgado”.

Conforme el debate se acercaba más al agricultor, más reivindicativo se hacía. Fue lo que pasó con Lope Ruiz, representante de la UPA (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos) y última intervención de la tarde. Este agricultor hizo una exposición que definió los últimos años de vida de una pequeña explotación: “Cuando me hice cargo de la empresa familiar pensé que mi padre me había mando a estudiar y él ganaba el dinero con facilidad. Cayeron los precios y primero reduje coste con la mecanización, después me hablaron de la mejora de la calidad del producto y, por último, de formar parte de grandes grupos de comercialización. Ahora pago 12 céntimos de mi cupo por kilo y tampoco he visto rentabilidad, aquí todos ganan dinero con la aceituna, excepto quién la produce”. Para añadir: “Puede ser legal que de 4 euros lleguen 40 céntimos al agricultor, pero no es justo”.

Lope Ruiz sentenció con su última exposición: “La marca blanca tiene más de comunista que de liberal. No supone inversión I +D, no tiene fidelización del producto y, además, el productor siempre está en riesgo porque el distribuidor puede cambiar en cualquier momento. La fijación del precio en el contrato es un arma de doble filo, estamos hablando de agricultura que no se sabe que va a pasar. La agricultura debe salirse de canales de especulación, si se pide que produzca con calidad, que menos que se garantice vivir de nuestro trabajo».

Esperanza en el país vecino

La presencia del francés Christian Amblard, procedente del Bureau Interprofesssionnnel du Pirineau, traía esperanza a los agricultores y empresarios españoles del sector de la aceituna de mesa. Y el ejemplo era la producción de la ciruela pasa en el país vecino.

Amblard contó que la clave del funcionamiento de este sector en Francia está en la interdependencia entre productores e industriales. “Hay –dijo-  1.300 fincas familiares de producción, un total de 13.000 hectáreas y en cada finca existen una media de 60 hectáreas, aunque no es el único producto porque la pasa depende mucho de las condiciones climatológicas”.

Explicó que el producto está blindado con el contrato tipo (es decir lo que llevan pidiendo años los agricultores españoles), reglas de caída mínima, calibrado, selección de producto antes de entregarlo y plazos de entrega. También tienen en cuenta la carga de riesgo, es decir, cómo se conserva la fruta después de secarla, sobre todo por los imprevistos del tiempo que supone un riesgo para un producto cuando hay un plazo de entrega. La fijación de los precios, obligación de declaración estadísticas y arbitraje y mediación, son otros aspectos que dan seguridad al proceso de comercialización de la ciruela pasa francesa.

Christian Amblard había sido invitado para que los representantes del sector vieran que el camino existe, sólo tienen que tomarlo. Pero no sería posible sin la condición fundamental que el experto francés recalcó: “Organización”.

Cocina en directo

Eran las dos de la tarde del primer día de las V Jornadas cuando llegó la mesa redonda que iba a demostrar a los asistentes que la aceituna es un producto nutritivo, que forma parte de la dieta mediterránea Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, como recordara la consejera Elena Víboras. Fue en ese momento cuando entró a escena Manuel Sancha que inmediatamente cedió el protagonismo a sus alumnas y alumnos del IES Heliópolis. Sin duda, los cuatro platos que presentó y cocinó en el mismo escenario, hizo las delicias de los presentes: salmorejo de aceitunas, bizcocho salado de aceitunas, paté de prietas y un bombón de chocolate negro también con el producto estrella en el centro.

Antes, Francisco Noe Arroyo y Rufino Jiménez, ambos investigadores del Instituto de la Grasa, había dejado claro que todas las investigaciones apuntaban a la aceituna como vehículo de microorganismos buenos para la salud, capaz de aportar fibras y con potencial para ser un alimento prebiótico, es decir, aquellos que contribuyen al equilibrio intestinal y reforzar el sistema inmunitario.

La PAC y posturas de las administraciones

La primera ponencia del día de ayer se dedicó a la exposición por parte de dos componentes de la administración de la Reforma de la PAC. El representante del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Fernando Miranda, aseguró: “Luchamos para que no se apliquen barreras comerciales e intentando que en el comité oleícola internacional se siente países productores y también consumidores, para que acepten éstos la reglas, y tener más capacidad de exportación«. Es decir, que insisten en proteger el producto con los mecanismos que le ofrece la Ley para potenciar la aceituna de mesa “sector que ve incrementado las producciones pero con precios muy bajos”.

Armando Martínez, subdirector de Producción Agraria y Ganadera de la Junta, dijo que la reforma de la PAC «no ha ido por los objetivos que tenía en principio planteados, no ha luchado contra la volatilidad de los mercados y no se ha fomentado el desarrollo rural».

Hubo más temas, como la mecanización para la recolección que planteó Interaceituna a través de su representante, Joaquín de la Puerta Sierra. Esta organización se ha gastado 1,7 milones de euros en investigación para bajar los costes de producción porque suponen el 60 por ciento de los gastos.

También la importancia de la Biopmasa como combustible, el proyecto TRAFOON (analiza necesidades concretas de las Pymes) o las variedades de las aceitunas.

Para las mesas redondas de hoy ha quedado la promoción de la aceituna de mesa por parte de empresas y organizaciones basándose en su calidad, aspecto cultural y social.

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