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Empresas

20.000 pistacheras para revolucionar la agricultura de la comarca

 

 

Juan Álvaro Lumbreras.

 

C. GONZÁLEZ

Fotos: C. RAMÍREZ

«El olivar deja 300€ de rentabilidad por hectárea y el pistacho 3.000€». En una frase define Juan Álvaro Lumbreras las razones de la empresa que ha montado hace dos años en una finca de El Palomar, término de Paradas (Sevilla) basada en la venta de pistacheras.

Aunque el proyecto no se quedará en abastecer sólo a agricultores que se han decidido también por esta variedad cuyo origen se remonta a la era Terciaria, apareciendo los primeros vestigios de su existencia en las Islas Madeira. Este paradense de 49 años ha comprado una enorme finca, la que da nombre a la zona, con infinitas posibilidades. Y está dispuesto a ponerlas todas en práctica.

Efectivamente, poco a poco, sin prisas pero sin pausa, los más jóvenes empiezan a buscar alternativas al olivar. Se trata de profesionales de distintas ramas, algunos recién salidos de la carrera, como es el caso también en Paradas de Daniel  Trigueros Vera y su plantación de aloe vera, otros con experiencia en sectores relacionados con la aceituna, como Juan Álvaro Lumbreras, ingeniero técnico agrícola, 20 años trabajando para una cooperativa del sector.

20.000 pistacheras para comercializar

«El sector del olivar está en manos de las distribuidoras, de la Interprofesinal. Hace tiempo estuve en una reunión para repartir los tantos por ciento de beneficio con sindicatos y productoras y el porcentaje que le correspondía a los agricultores se los dieron a las industrias, la rentabilidad del olivar es la mínima para subsistir», comenta.

Juan Álvaro Lumbreras eligió el cultivo de la pistachera después de hacer un viaje hasta Ciudad Real, donde se encuentra el Centro de Investigación Agroambiental El Chaparrillo dependiente de la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha,

En la finca de este vecino de Paradas, hay 20.000 plantas dispuestas para comercializarse, salen principalmente para viveros. Pero la historia empieza antes, cuando este especialista se tira al monte, literalmente, para recoger semillas de pistacia cornicabra que serán el árbol base del pistacho. Llega a su finca y la siembra en bandejas de alveolos forestales. «En 2014 planté 100.00 semillas y salieron 20.000 plantas», dice. La planta necesita año y medio desde que nace hasta que se injerta en pistacho. La técnica del injerto se realiza en primavera verano y es muy delicada. «No agarra como las demás, le afecta todo, un día con mucho calor, por ejemplo», explica Álvaro.

Demanda espectacular

Finca El Palomar, donde se llevará a cabo una gran plantación de pistacheras. Foto: C. Ramírez.

En la actualidad, hay una demanda «espectacular» del producto. Es una planta con mucho futuro. El ingeniero pone como ejemplo que la empresa Borges, conocida por sus frutos secos, y la Generalitat ofrece subvenciones a los agricultores a cambio de comprarles después el producto.

No obstante, Juan Álvaro Lumbreras no ha llegado a este mundo del pistacho para que pase lo mismo que en el sector del olivar. Ha comprado una finca, la que da nombre a la zona donde ahora está, El Palomar, con terreno suficiente para plantar una parte de su producción de pistacheras, además de otros producto ecológicos, y transformarlo, de manera que empiece la cadena de valores en sus tierras y allí acabe.

«Quiero que los agricultores que comiencen con este producto hagan lo mismo, para que no se prostituya, quiero seguir teniendo la sartén por el mango y cuando lleguen empresas como Mercadona, estar preparados para decir: «No vendo ni un kilo». Desde aquí ya hay posibilidades de enviar pistachos a cualquier parte del mundo».

En un paseo por la finca es fácil imaginarla repleta de pistacheras. Y a Juan Álvaro mirando uno a uno los injertos, porque sabe, a un primer golpe de vista, cuando saldrán o no adelante. El proyecto tiene muchos condicionantes para seguir adelante, pero hay dos que este paradense está dispuesto a más del cien por cien, la ilusión, la experiencia y el trabajo. Por eso se ha convertido en precursor en la comarca de este nuevo producto. Y quién sabe si será el que revolucione la agricultura en tierras de olivos.

Periodista. Directora y editora de aionsur.com desde 2012. Corresponsal Campiña y Sierra Sur de ABC y responsable de textos de pitagorasfotos.com

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